Ángel Recio: «El ‘boom’ urbanístico ha hecho un daño irreparable a la arqueología»

Ángel Recio: «El ‘boom’ urbanístico ha hecho un daño irreparable a la arqueología»

El arqueólogo provincial defiende el carácter social del patrimonio arqueológico y defiende que la conservación en la provincia es «mejorable»

Durante más de cuatro décadas su labor como arqueólogo en la Diputación estuvo orientada a la elaboración de informes arqueológicos de los municipios, fundamentalmente dirigido a la planificación del territorio. Arqueólogo pertinaz, con un sentido muy claro del bien común y de servicio para la comunidad, la Facultad de Filosofía y Letras reconoció su trabajo y dedicación cuando se jubiló apenas hace un año. Todavía en la actualidad defiende el carácter social del Patrimonio Arqueológico y la conservación del mismo como muestra de respeto hacia nosotros y las generaciones venideras.

Se suele afirmar que Málaga es un yacimiento vivo…
La Málaga capital que conocemos en su ubicación originaria y actual es fundación fenicia de hace más de dos mil quinientos años y ha estado habitada sin solución de continuidad hasta hoy. Al núcleo urbano fenicio siguieron las diversas ciudades púnica, romana, bizantina, medieval, Moderna y Contemporánea, cada una más grande que la anterior por lo común.

Entonces poco queda por descubrir…
Aún hay oportunidades de documentar descubrimientos singulares por medio de las oportunas intervenciones arqueológicas. Claro que las más cercanas en el tiempo serán las que gozarán de un menor grado de alteración o expolio.

¿Cree que el ‘boom’ urbanístico perjudicó el desarrollo arqueológico en Málaga dejando enterrado vestigios importantes?
Sin duda alguna fue una práctica descontrolada, abusiva, que produjo un daño irreparable en la arqueología malagueña, con el ‘mirar para otro lado’ de los organismos competentes, aunque quizás debiéramos diferenciar las prácticas abusivas desarrolladas en Málaga capital de las acontecidas en la provincia.

¿Por qué?
Simplemente porque la ciudad de Málaga dispone de Plan General de Ordenación Urbanística, donde se plasma una normativa concreta para el estudio del subsuelo que suele ser efectiva, mientras que el control en el territorio provincial francamente es mejorable, independientemente de que el pueblo en cuestión tenga redactado y en vigor su pertinente planeamiento urbanístico.

¿Considera que los descubrimientos arqueológicos están bien integrados en la ciudad?’
Dada la enorme cantidad de medios necesarios para la integración óptima en la ciudad de los bienes arqueológicos documentados y la carencia por lo general de los mismos (económico, profesionales…), es prácticamente imposible la integración efectiva de todos los bienes arqueológicos inventariados, de ahí que haya de realizarse una selección en base a criterios objetivos. Es imposible conservar la totalidad del legado disponible en una ciudad viva que se reinventa a diario.

Lo que dice es que no existe una integración de los monumentos.
No lo digo yo, lo atestigua la reducida muestra de bienes conservados en una ciudad de tan dilatado abanico cronológico-cultural.

¿Qué echa en falta?
Una apuesta mayor por la conservación, protección, divulgación y puesta en valor social del patrimonio arqueológico, que muestre a las claras el respeto que nos merece la obra realizada y transmitida por nuestros ancestros y que nosotros debemos dejar en manos de las generaciones venideras en aceptable grado de representación, que será también una buena forma de respetarnos hoy.

Pero no cree que en los últimos años cada vez se ha puesto más en valor el patrimonio arqueológico.
Claro que sí. Es una realidad incontestable el hecho de que la ciencia arqueológica y sus resultados prácticos han dado un salto cualitativo de gran trascendencia. Sólo hemos de echar la vista una decena de años atrás y observar el sombrío panorama que se cernía sobre la arqueología malagueña, cuyos resultados anteriores se ponían de manifiesto mediante hallazgos aislados de carácter extraordinario o descubrimientos arqueológicos producidos por el azar o la buena voluntad del director de obra oportuno, y no a través de programas y normativas establecidas previamente, es decir, la puesta en práctica de una política arqueológica preventiva que se adelanta a los acontecimientos y promueve une intervención científica.

Siempre me pregunto si somos conscientes del enorme patrimonio de la ciudad.
El ciudadano de a pie puede tener una idea aproximada del mismo. Pero a la vez hay necesidad de que la ciudadanía sea consciente de la enorme riqueza patrimonial generada por nuestros antepasados malagueños en el desarrollo de su proceso histórico, y que nosotros estamos obligados a conservar y transmitir a las generaciones.

Lo que decía del valor social del Patrimonio.
Sí, la práctica arqueológica debe tener esa vertiente y, de modo particular, hacia los escolares, que son los futuros garantes de nuestra historia.