Excavación en San Nicolás no descarta hallar la primera tumba de Sancho El Fuerte

Excavación en San Nicolás no descarta hallar la primera tumba de Sancho El Fuerte

Los trabajos en la iglesia de Tudela serán ejecutados por los alumnos del taller de arqueología

Las excavaciones arqueológicas previstas en la antigua iglesia de San Nicolás de Tudela -de propiedad municipal-, que se desarrollarán durante el próximo mes de agosto, no descartan encontrar la sepultura original del legendario rey navarro Sancho VII El Fuerte (1160-1234).

El monarca estuvo enterrado durante cuatro años en este templo tudelano, antes de que su cuerpo fuera trasladado a Roncesvalles. Así, cabe la posibilidad de que su sepulcro continúe en la iglesia de la capital ribera, un hallazgo que, como apuntó ayer el director de las excavaciones, el arqueólogo Juanjo Bienes Calvo, sería “algo muy significativo”.

“El hecho de que el enterramiento en Tudela fuera provisional, hasta que se resolviera el litigio de su destino final, nos hace suponer que no se construiría un gran mausoleo, pero sí una sepultura acorde a un rey. Así, habría que encontrar una tumba vacía y con ciertas características especiales por ser destinada a una personalidad como la de un monarca. Además, suponemos que el cuerpo estaría embalsamado, pero no sabemos si se lo llevaron entero o quedaría aquí algún resto”, precisó Bienes.

Los encargados de realizar estas excavaciones serán los alumnos que se inscriban en el taller de arqueología organizado por el Ayuntamiento de Tudela y que dirigirá el propio Bienes. Los interesados en participar, siempre mayores de 16 años, pueden formalizar su inscripción hasta el 22 de julio en los centros cívicos y en los SAC de Tudela.

EN EL ABSIDE

El objetivo de estos trabajos arqueológicos es investigar los orígenes históricos de la iglesia de San Nicolás, cuya construcción data de entre los siglos XII y XIII, antes de que comience la primera fase de las obras de consolidación del templo que el consistorio tudelano iniciará entre septiembre y octubre. De este modo, el proyecto busca determinar el trazado de la iglesia original -la actual se levantó en el siglo XVIII-, de la que tan sólo se conserva el tímpano de su portada.

Además, y una vez alcanzados niveles de subsuelo que se aproximarán a los dos metros de profundidad, Bienes se muestra esperanzado en encontrar restos del poblamiento musulmán previo a la conquista cristiana de la ciudad en el siglo XII.

En concreto, los trabajos se centrarán en una zona de 45 metros cuadrados de superficie localizada en el ábside de la iglesia, aunque también se realizarán dos pequeñas catas en la nave central del templo con el objetivo de determinar el número de enterramientos que puede existir en el templo. Y es que, como apuntó Bienes, la nave central de la iglesia está dividida en decenas de tumbas que fueron utilizadas por distintas familias de Tudela durante más de dos siglos.

Dependiendo de la respuesta que obtenga este taller de arqueología, el objetivo es continuar en otras zonas del templo (nave central y capillas adyacentes), una vez concluyan las obras de consolidación.