La excavación en la Roqueta de Valencia podría hallar restos de hasta tres monasterios

La excavación en la Roqueta de Valencia podría hallar restos de hasta tres monasterios

Los arqueólogos harán más de 30 sondeos en el interior del antiguo convento, donde hay documentadas tumbas medievales y osarios

Primer día de trabajo en el antiguo convento de San Vicente de la Roqueta, aunque los arqueólogos no entrarán en acción hasta febrero. Hasta entonces se limpiará de escombros, tierra y maleza el interior del inmueble, que se beneficiará de unas obras de consolidación integrales por primera vez desde que fue adquirido por el Ayuntamiento en 1978.

La investigación arqueológica se desarrollará también extramuros del viejo convento, en la acera de la calle San Vicente. En ese lugar habrá tres sondeos, comentó Albert Rivera, jefe del Servicio de Arqueología Municipal, aunque ninguno estará cerca del lugar donde debería aparecer el ábside desaparecido de la antigua iglesia, derribado en el siglo XIX. «Quizás lleguemos al límite», indicó.

La función de los tres sondeos será comprobar la fortaleza de la cimentación de la fachada, algo similar a lo que pasará dentro del convento, aunque a escala menor. «Haremos más de 30 sondeos y llegaremos en algunas zonas a una profundidad de 1,5 metros», comentó el arqueólogo, al considerar que se hará una intervención de «envergadura», suficiente para tener una visión global de todo el subsuelo.

Las obras podrían sacar a la luz restos de hasta tres monasterios distintos, uno medieval, otro del siglo XVII y un tercero del siglo XIX. A priori no hay nada decidido sobre lo que hacer después y dependerá de su estado y valor histórico la decisión del Consistorio de mantenerlos e incluso exponerlos.

Rivera recordó que en 1986 se realizó una completa excavación arqueológica, que sacó a la luz un sarcófago de plomo del siglo IV, así como restos de tumbas y un abundante osario. La primera pieza fue la constatación de que los expertos se encontraban en un lugar de tradición vicentina, que se atribuye al enterramiento de San Vicente Mártir, muerto en 304 y convertido rápidamente en uno de los símbolos más fuertes del cristianismo naciente. Aquella investigación se paró porque el edificio se encontraba en mal estado de conservación y la prudencia así lo aconsejaba. La pregunta del millón es si los sondeos darán con más tumbas, incluso con el enterramiento del santo. «Si lo buscáramos, yo no lo haría aquí», dijo Rivera señalando de esta manera la iglesia cercana de Cristo Rey o la calle.

El concejal de Desarrollo Urbano, Vicent Sarrià, ha recordado que el motivo de la inversión pública, que asciende a 2,6 millones, es la consolidación del convento hasta que se decida su uso. El alcalde Joan Ribó descartó recientemente de nuevo el traslado de la Biblioteca Central, ahora en la plaza Maguncia, al edificio de la calle San Vicente. Las asociaciones vicentinas piden prácticamente desde que la propiedad es municipal su transformación en un lugar de culto y difusión de la obra del santo, aunque esto también está lejos de los planes del gobierno.