Palamós, ese claro objeto del deseo
22/6/13 .- El País
La Junta de Castilla y León se plantea adquirir o reclamar el claustro de Palamós.
Lo haría, si se acaba comprobando que es el que perteneció a la catedral de Salamanca
Tras la devolución de los papeles de Salamanca a Cataluña, el destino del claustro de Mas del Vent podría ser un irónico partido de vuelta si finalmente se confirma que perteneció a la catedral vieja salmantina. Si las galerías —situadas en Palamós desde que el alemán Hans Engelhorn las adquirió en Madrid en 1958— son románicas y estuvieron en pie junto a la catedral de Salamanca hasta 1783, tal y como el profesor Gerardo Boto aseguró el jueves en un congreso celebrado en Lisboa, la Junta de Castilla y León se plantea adquirirlas o reclamar el edificio a sus propietarios.
“Podríamos plantearnos el coste económico y la capacidad de hacer un traslado tan complicado”. Así lo aseguró ayer Enrique Saiz, director general de Patrimonio de esta comunidad, después de conocer por este periódico un nuevo capítulo del claustro errante. Tras afirmar que la noticia “nos llena de alegría”, Saiz dijo que “Boto tiene toda nuestra confianza y respetamos su tesis sobre el origen salmantino, pero también confiamos en el informe de los técnicos que llegaron a la conclusión de que era falso”.
Saiz, que había hablado por la mañana con Joan Pluma, el director general de Patrimonio catalán, adelantó que se pondrán en contacto con Boto para que explique “en un encuentro formal y ampliamente su tesis y así clarificar el origen de la obra”. Con la Generalitat, “con la que tenemos una relación fluida en patrimonio”, dijo Saiz, “se ha acordado hacer un seguimiento del tema”.
No lo ve tan claro la Generalitat que dejó patente su malestar por conocer que el caso continuaba abierto pese al carpetazo que supuso el informe contrario del 30 de julio de 2012 en el que se aseguraba que la obra era una “recreación historicista del siglo XX”. “No vamos a hacer nada. Es un trabajo más, que no es determinante”, aseguró una fuente del departamento de Cultura que dirige Ferran Mascarell. Tampoco se ha hecho nada en el último año —al margen de inscribir el edificio en el inventario del patrimonio catalán—con respecto a este conjunto por parte del gobierno de Artur Mas. “Ya hemos hecho todo lo que se podía hacer”, remachan.
Una de las recomendaciones del informe instaba al Ayuntamiento de Palamós a declararlo bien de interés local para asegurar “en primera instancia su conservación y estudio”. La tramitación sigue pendiente. Desde el Ayuntamiento de la localidad, que no valoró el origen salmantino y románico de las piedras, aseguran que ya se han reunido con la Generalitat, el investigador Gerardo Boto y la propiedad para tomar una decisión para ver si incluyen el claustro como uno de sus bienes culturales, algo que garantizaría su protección, permitirá controlar actuaciones que lo pongan en peligro y obligaría al propietario a permitir la entrada a los especialistas. Pero la reunión de los técnicos todavía no tiene fecha prevista.
La visión castellano leonesa contrasta con la catalana. A la valoración positiva de Saez en la Junta, se une la de la catedral. El teólogo Mariano Casas califica la noticia como “la guinda de pastel de la celebración de los 500 años de la catedral nueva”, cuyos actos coordina. Como historiador del arte, mantiene que “serviría para poner a la catedral románica en su justo lugar en la historia del arte español, como un conjunto único y puro, una noticia excelente para una ciudad de la que han desaparecido dos terceras partes de su patrimonio”.
Tras reconocer que el cabildo estaba al corriente de los avances de Gerardo Boto, que les informó personalmente hace unos meses y que investigó en el archivo y en los libros de actas del templo, Casas aseguró que la catedral no podrá ningún impedimento “para que se investigue y se conozca la verdad sobre el asunto”. De hecho, los responsables de la catedral dieron permiso en abril para que un técnico de la empresa Condor pasara uno de sus georradares por los pasillos de las galerías con el fin de conocer los restos de edificios que se esconden bajo el subsuelo. También el Cabildo ha dado permiso para realizar sondeos “supeditados a los permisos que concede la Junta”, confirma Casas.
Frente a los que reclaman la propiedad del claustro —hoy mismo una iniciativa en Internet recogía firmas para solicitar al Ministerio de Cultura que creara una nueva comisión de estudio y se devuelva en caso de que se resuelva que es salmantino—, Casas asegura que lo importante es “la recuperación del conocimiento y la patrimonial y no la posesión legal que está documentada”. El teólogo pide a las administraciones que “no se opongan a la continuación de los trabajos de forma cerril ya que sería como ponerse la escopeta en la misma sien”. Por la tarde, la catedral pidió en un comunicado que la discusión se resuelva en el “ámbito académico, que es donde surge” y que “se busque la verdad con luz y taquígrafos”.
Casualmente ayer estaba prevista una reunión entre Marius Vendrell, el geólogo que se opuso desde el primer día al dictamen de la comisión, con el consejero de Cultura Ferran Mascarell. El encuentro se produjo tras la denuncia del experto de había sido vetado por la administración “después de 20 años de trabajar para ella”.
Lo haría, si se acaba comprobando que es el que perteneció a la catedral de Salamanca
Tras la devolución de los papeles de Salamanca a Cataluña, el destino del claustro de Mas del Vent podría ser un irónico partido de vuelta si finalmente se confirma que perteneció a la catedral vieja salmantina. Si las galerías —situadas en Palamós desde que el alemán Hans Engelhorn las adquirió en Madrid en 1958— son románicas y estuvieron en pie junto a la catedral de Salamanca hasta 1783, tal y como el profesor Gerardo Boto aseguró el jueves en un congreso celebrado en Lisboa, la Junta de Castilla y León se plantea adquirirlas o reclamar el edificio a sus propietarios.
“Podríamos plantearnos el coste económico y la capacidad de hacer un traslado tan complicado”. Así lo aseguró ayer Enrique Saiz, director general de Patrimonio de esta comunidad, después de conocer por este periódico un nuevo capítulo del claustro errante. Tras afirmar que la noticia “nos llena de alegría”, Saiz dijo que “Boto tiene toda nuestra confianza y respetamos su tesis sobre el origen salmantino, pero también confiamos en el informe de los técnicos que llegaron a la conclusión de que era falso”.
Saiz, que había hablado por la mañana con Joan Pluma, el director general de Patrimonio catalán, adelantó que se pondrán en contacto con Boto para que explique “en un encuentro formal y ampliamente su tesis y así clarificar el origen de la obra”. Con la Generalitat, “con la que tenemos una relación fluida en patrimonio”, dijo Saiz, “se ha acordado hacer un seguimiento del tema”.
No lo ve tan claro la Generalitat que dejó patente su malestar por conocer que el caso continuaba abierto pese al carpetazo que supuso el informe contrario del 30 de julio de 2012 en el que se aseguraba que la obra era una “recreación historicista del siglo XX”. “No vamos a hacer nada. Es un trabajo más, que no es determinante”, aseguró una fuente del departamento de Cultura que dirige Ferran Mascarell. Tampoco se ha hecho nada en el último año —al margen de inscribir el edificio en el inventario del patrimonio catalán—con respecto a este conjunto por parte del gobierno de Artur Mas. “Ya hemos hecho todo lo que se podía hacer”, remachan.
Una de las recomendaciones del informe instaba al Ayuntamiento de Palamós a declararlo bien de interés local para asegurar “en primera instancia su conservación y estudio”. La tramitación sigue pendiente. Desde el Ayuntamiento de la localidad, que no valoró el origen salmantino y románico de las piedras, aseguran que ya se han reunido con la Generalitat, el investigador Gerardo Boto y la propiedad para tomar una decisión para ver si incluyen el claustro como uno de sus bienes culturales, algo que garantizaría su protección, permitirá controlar actuaciones que lo pongan en peligro y obligaría al propietario a permitir la entrada a los especialistas. Pero la reunión de los técnicos todavía no tiene fecha prevista.
La visión castellano leonesa contrasta con la catalana. A la valoración positiva de Saez en la Junta, se une la de la catedral. El teólogo Mariano Casas califica la noticia como “la guinda de pastel de la celebración de los 500 años de la catedral nueva”, cuyos actos coordina. Como historiador del arte, mantiene que “serviría para poner a la catedral románica en su justo lugar en la historia del arte español, como un conjunto único y puro, una noticia excelente para una ciudad de la que han desaparecido dos terceras partes de su patrimonio”.
Tras reconocer que el cabildo estaba al corriente de los avances de Gerardo Boto, que les informó personalmente hace unos meses y que investigó en el archivo y en los libros de actas del templo, Casas aseguró que la catedral no podrá ningún impedimento “para que se investigue y se conozca la verdad sobre el asunto”. De hecho, los responsables de la catedral dieron permiso en abril para que un técnico de la empresa Condor pasara uno de sus georradares por los pasillos de las galerías con el fin de conocer los restos de edificios que se esconden bajo el subsuelo. También el Cabildo ha dado permiso para realizar sondeos “supeditados a los permisos que concede la Junta”, confirma Casas.
Frente a los que reclaman la propiedad del claustro —hoy mismo una iniciativa en Internet recogía firmas para solicitar al Ministerio de Cultura que creara una nueva comisión de estudio y se devuelva en caso de que se resuelva que es salmantino—, Casas asegura que lo importante es “la recuperación del conocimiento y la patrimonial y no la posesión legal que está documentada”. El teólogo pide a las administraciones que “no se opongan a la continuación de los trabajos de forma cerril ya que sería como ponerse la escopeta en la misma sien”. Por la tarde, la catedral pidió en un comunicado que la discusión se resuelva en el “ámbito académico, que es donde surge” y que “se busque la verdad con luz y taquígrafos”.
Casualmente ayer estaba prevista una reunión entre Marius Vendrell, el geólogo que se opuso desde el primer día al dictamen de la comisión, con el consejero de Cultura Ferran Mascarell. El encuentro se produjo tras la denuncia del experto de había sido vetado por la administración “después de 20 años de trabajar para ella”.
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