Reconstruyen el genoma de las cepas medievales del patógeno responsable de la lepra
15/6/13 .- http://www.europapress.es
Biólogos y arqueólogos han reconstruido los genomas de las cepas medievales del patógeno responsable de la lepra exhumados de tumbas centenarias de humanos. Sus resultados, publicados en la revista 'Science', arrojan luz sobre este periodo histórico oscuro e introducen nuevos métodos para la comprensión de las epidemias.
En la Europa medieval, la lepra era una enfermedad común, por lo que el fantasma de esta enfermedad sigue firmemente arraigado en la memoria colectiva. En el siglo XVI, la enfermedad retrocedió bruscamente en casi todo el continente, un evento que fue tan súbito como inexplicable.
Para averiguar por qué ocurrió, un equipo internacional de biólogos y arqueólogos decodificaron el genoma casi completo de cinco cepas de 'Mycobacterium leprae', la bacteria responsable de la lepra, que se recogieron y reprodujeron con la destrucción de los restos de seres humanos enterrados en tumbas medievales.
La reconstrucción de los genomas bacterianos no fue una tarea fácil, ya que el material disponible de viejos huesos humanos contiene menos del 0,1 por ciento del ADN bacteriano. Los investigadores desarrollaron un método extremadamente sensible para la separación de los dos tipos de ADN y para la reconstitución de los genomas diana con un alto nivel de precisión.
"Hemos sido capaces de reconstruir el genoma sin necesidad de utilizar cepas contemporáneas como base", explica el coautor del estudio y científico de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, Pushpendra Singh, que trabajó en estrecha colaboración con Johannes Kraus y el equipo de la Universidad de Tübingen, en Alemania.
Los resultados son indiscutibles: los genomas de las cepas medievales son casi exactamente el mismo que el de las cepas contemporáneas y el modo de propagación no ha cambiado. "Si la explicación de la disminución de los casos de lepra no se encuentra en el patógeno, entonces debe estar en el huésped, es decir, en nosotros, así que ahí es donde tenemos que mirar", explica Stewart Cole, codirector del estudio y el jefe del Instituto de Salud Global de EFFL.
Muchas pistas indican que los humanos desarrollaron resistencia a la enfermedad, ya que todas las condiciones estaban maduras para un intenso proceso de selección natural: una muy alta prevalencia de la lepra y el aislamiento social de las personas enfermas. "En ciertas condiciones, a las víctimas simplemente se les podía presionar para no procrear. Además, otros estudios han identificado las causas genéticas que hicieron a la mayoría de los europeos más resistente que el resto de la población mundial, lo que también da crédito a esta hipótesis", dice Cole.
DE ESCANDINAVIA AL MEDIO ORIENTE
Una cosa interesante que los expertos descubrieron fue una cepa de 'Mycobacterium leprae' medieval en Suecia y Reino Unido, que es casi idéntica a la cepa que actualmente se encuentra en Oriente Medio. "No tenemos los datos para determinar la dirección de la propagación de la epidemia. El patógeno se podría haber llevado a Palestina durante las Cruzadas. Pero el proceso podría haber operado en sentido contrario, también", explica el investigador principal.
Además de la importancia histórica de la investigación, el estudio es importante para la la ciencia, ya que mejora la comprensión de las epidemias, así como cómo el modo en el que opera el patógeno de la lepra. La increíble resistencia del 'Mycobacterium leprae', probablemente debido a sus gruesas paredes celulares, abre la posibilidad de ir aún más atrás en la historia para descubrir los orígenes de esta enfermedad que todavía afecta a más de 200.000 personas alrededor del mundo cada año.
En la Europa medieval, la lepra era una enfermedad común, por lo que el fantasma de esta enfermedad sigue firmemente arraigado en la memoria colectiva. En el siglo XVI, la enfermedad retrocedió bruscamente en casi todo el continente, un evento que fue tan súbito como inexplicable.
Para averiguar por qué ocurrió, un equipo internacional de biólogos y arqueólogos decodificaron el genoma casi completo de cinco cepas de 'Mycobacterium leprae', la bacteria responsable de la lepra, que se recogieron y reprodujeron con la destrucción de los restos de seres humanos enterrados en tumbas medievales.
La reconstrucción de los genomas bacterianos no fue una tarea fácil, ya que el material disponible de viejos huesos humanos contiene menos del 0,1 por ciento del ADN bacteriano. Los investigadores desarrollaron un método extremadamente sensible para la separación de los dos tipos de ADN y para la reconstitución de los genomas diana con un alto nivel de precisión.
"Hemos sido capaces de reconstruir el genoma sin necesidad de utilizar cepas contemporáneas como base", explica el coautor del estudio y científico de la Escuela Politécnica Federal de Lausanne (EPFL), en Suiza, Pushpendra Singh, que trabajó en estrecha colaboración con Johannes Kraus y el equipo de la Universidad de Tübingen, en Alemania.
Los resultados son indiscutibles: los genomas de las cepas medievales son casi exactamente el mismo que el de las cepas contemporáneas y el modo de propagación no ha cambiado. "Si la explicación de la disminución de los casos de lepra no se encuentra en el patógeno, entonces debe estar en el huésped, es decir, en nosotros, así que ahí es donde tenemos que mirar", explica Stewart Cole, codirector del estudio y el jefe del Instituto de Salud Global de EFFL.
Muchas pistas indican que los humanos desarrollaron resistencia a la enfermedad, ya que todas las condiciones estaban maduras para un intenso proceso de selección natural: una muy alta prevalencia de la lepra y el aislamiento social de las personas enfermas. "En ciertas condiciones, a las víctimas simplemente se les podía presionar para no procrear. Además, otros estudios han identificado las causas genéticas que hicieron a la mayoría de los europeos más resistente que el resto de la población mundial, lo que también da crédito a esta hipótesis", dice Cole.
DE ESCANDINAVIA AL MEDIO ORIENTE
Una cosa interesante que los expertos descubrieron fue una cepa de 'Mycobacterium leprae' medieval en Suecia y Reino Unido, que es casi idéntica a la cepa que actualmente se encuentra en Oriente Medio. "No tenemos los datos para determinar la dirección de la propagación de la epidemia. El patógeno se podría haber llevado a Palestina durante las Cruzadas. Pero el proceso podría haber operado en sentido contrario, también", explica el investigador principal.
Además de la importancia histórica de la investigación, el estudio es importante para la la ciencia, ya que mejora la comprensión de las epidemias, así como cómo el modo en el que opera el patógeno de la lepra. La increíble resistencia del 'Mycobacterium leprae', probablemente debido a sus gruesas paredes celulares, abre la posibilidad de ir aún más atrás en la historia para descubrir los orígenes de esta enfermedad que todavía afecta a más de 200.000 personas alrededor del mundo cada año.
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