Movimiento vecinal para salvar el castillo de “Santiaguillo” (Cuenca)

Un grupo de personas de El Provencio está promoviendo la creación de una plataforma vecinal para luchar contra el grave deterioro que presenta el castillo de Santiago de la Torre, una fortaleza del siglo XIII situada en la aldea del mismo nombre que pertenece a San Clemente y que se encuentra en un cruce de caminos entre este municipio, El Provencio, Las Pedroñeras y La Alberca de Záncara.

Un entrañable lugar para todas estas localidades, cuyos vecinos han estado vinculados históricamente –algunos mediante su trabajo en la aldea y otros por los ancestros que crearon su pueblo, como es el caso de Las Pedroñeras, municipio fundado tras el éxodo de ésta y otras aldeas como San Blas y El Robledillo– y al que siguen visitando con regularidad.

El castillo, cuya titularidad está repartida entre medio centenar de propietarios ha estado sometido durante años al abandono y al expolio, hechos que han ido deteriorando cada vez más sus maltrechas piedras, hasta que el pasado mes de diciembre el derrumbe de un lienzo de muralla de unos 50 metros cuadrados levantó la alarma: “si no se actúa de forma urgente, lo poco que queda en pie se perderá”. Son palabras del historiador y arqueólogo, Tomás Aguado, un vecino de El Provencio, que lucha por conseguir que se consoliden las ruinas, manteniendo así en pie la historia de Santiago de la Torre, “un conjunto formado por castillo, ermita, aldea y el paraje de tierras agrícolas del entorno. Un auténtico sitio histórico y un paisaje cultural que merecen ser tratados como tales, cuidando sus elementos patrimoniales y paisajísticos. Las casas de la aldea y la ermita son inseparables del castillo, pues su existencia sólo se explica por la existencia de aquel, y son además testigos de unas técnicas tradicionales de construcción, y de los usos y costumbres desarrollados por sus habitantes a lo largo del tiempo”, apostilla desde Bogotá otro provenciano, Damián Martínez, quien desde la distancia trabaja con ganas para dar a conocer la crítica situación de este castillo.

“El derrumbe del lienzo de la muralla se ha llevado consigo parte del adarve y sus zapatas ornamentales, además de tres vanos y dos rejas que los cerraban. El matacán en voladizo que defiende la entrada principal al recinto, sostenido por cinco filas de ménsulas, se salva de milagro, pero el panorama es desolador: una gigantesca montaña de escombros de más de dos metros de altura deja ya al descubierto la torre del homenaje”. Una torre que según Tomás Aguado tiene una fábrica anterior a la fortaleza, probablemente del siglo XI y, milagrosamente presenta una excelente conservación en relación al resto del conjunto. De hecho, asegura que su rehabilitación no sería demasiado costosa y podría tener muchas posibilidades de uso. El problema es que con el último derrumbe el peligro acecha a esta emblemática torre que, al parecer sería el origen del nombre de esta aldea que su día perteneció a la Orden de Santiago.

El castillo de Santiago de la Torre, más conocido en la comarca como de ‘Santiaguillo”, ha sido utilizado durante años como almacén de labranza, corral y redil de ganado. Hasta donde alcanza la memoria de la comarca el interior siempre ha estado deteriorado. Es de planta cuadrada con cubos en las esquinas. Tiene un gran patio central en el que se sitúa la torre del homenaje de planta rectangular, que se ha usado como palomar. Pero dentro de esta situación mientras la actividad en la aldea se mantuvo, las murallas también, después vinieron los expolios de rejas, muros y chimeneas, que comenzaron, a deteriorar una fortaleza por el que hoy lucha un grupo de personas que hacen una llamada de atención a toda la comarca: “Entre todos podemos salvarla”.

"La ley obliga a garantizar la conservación"

“Es vergonzoso e inconcebible que una fortificación medieval que prácticamente se conservaba intacta en 1991 (salvo por las reformas interiores que lo transformaron en casa de labranza y el desafortunado añadido de parte del almenado, además de la torre del homenaje, ya en aquella época vacía) esté condenada a una acelerada ruina apenas veinte años después. Se trata de un fracaso colectivo en nuestro papel de legatarios del Patrimonio Cultural”, Es la opinión de Damián Martínez, uno de los impulsores de la campaña para salvar que castillo, quien destaca que “cuando el castillo dejó de ser habitado por las familias que trabajaban las tierras del entorno, los ladrones y vándalos comenzaron a robar y destrozar en su interior todo lo que encontraban. Lo mismo podría decirse del desmantelamiento completo en el año 2002 de la ermita aledaña - filial de la iglesia parroquial de El Provencio-, donde además se derribó caprichosamente su interesante espadaña de ladrillo con doble vano”. Todo esto junto al abandono por parte de los propietarios, lo que considera “negligencia” de las administraciones y la “apatía de la sociedad civil han contribuido, a su juicio al lamentable estado que presenta hoy el castillo, a pesar de que recuerda que “Las leyes españolas obligan a las instituciones competentes a garantizar la conservación del patrimonio cultural”.

"Estamos tratando de localizar y reunir a los propietarios"

El alcalde de San Clemente, Vicente García asegura que la recuperación del castillo de Santiago de la Torre es un objetivo del Equipo de Gobierno que preside, de hecho señala que se trata de una actuación que el Partido Popular recogía en el programa electoral con el que se presentó en las pasadas elecciones municipales, pero “otras actuaciones de urgencia en el Ayuntamiento de San Clemente nos han impedido poder ocuparnos del castillo”, añadía el primer edil, quien de todas formas reconoce que si la intervención era urgente, tras el último derrumbe aún lo es más, por lo que asegura que hace varios meses que se viene intentando poder aplicar una solución

Si bien, señala que la solución no es sencilla puesto que se trata de una propiedad privada, situación que dificulta al Ayuntamiento la toma de decisiones sobre el inmueble, pero lo peor es que ante el gran número de propietarios existentes al consistorio le está siendo muy dificultosa su localización.

“Estamos tratando de averiguar quienes son los propietarios para poder localizarlos y convocar una reunión para tratar el asunto. Necesitamos conocer su grado de implicación con la conservación del castillo y estudiar mecanismos de cesión o algún tipo de vía que nos permita poder actuar en la recuperación del castillo”, apostilla el alcalde de San Clemente, quien ha destacado que en estos momentos se está en contacto con una propietaria de La Alberca de Záncara, quien se estaría ocupando de localizar al resto de propietarios”.

“El asunto no es sencillo, hay muchas particiones y herencias de por medio que hace muy difícil saber quienes son los dueños actuales, pero estamos en el camino”.

Solicitud de ayudas

De esta forma, Vicente García señala que una vez que se consiga establecer contacto con todos los propietarios del castillo de Santiago de la Torre, el consistorio sanclementino estará en disposición de poder solicitar ayuda a las distintas administraciones. Reconoce que ante la situación de crisis que estamos atravesando no es el mejor momento para realizar inversiones, de todos modos, asegura que la conservación del patrimonio es una prioridad para el gobierno que preside, por lo que “haremos todo lo posible por buscar tanto las fórmulas como los medios para poder realizar una actuación de urgencia en el castillo de Santiago de la Torre”, concluye el alcalde de San Clemente, Vicente García.

Promover la declaración de Bien de Interés Cultural

A juicio de los vecinos que han levantado la voz de alarma sobre el lamentable estado que presenta el castillo de Santiago de la Torre, si sus propietarios no se ocupan de seguir manteniéndolo en pie habría que conseguir que el gobierno regional lo declare Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento, “y que lo expropie alegando negligencia en la conservación.”, apostilla Damián Martínez , quien señala que la ciudadanía puede promover la incoación de un expediente de declaración de Bien de Interés Cultural. “Habría que informarse bien sobre qué estudios se requieren (histórico, arquitectónico, del entorno de protección, del estado de conservación, etc..., pero la gran pregunta es: ¿estamos dispuestos a hacer lo necesario para que se nos oiga y que esta situación sea conocida en los despachos donde se toman las decisiones?”.