La rehabilitación del Forn de la Vila y los Baños Árabes, a punto (Llíria, Valencia)

El Ayuntamiento de Llíria está ultimando los trabajos de rehabilitación, o consolidación de tres importantes ejemplos del amplio y variado patrimonio histórico del municipio. El primero de los trabajos que será terminado es el Forn de la Vila, edificio de estilo gótico datado a principios del siglo XIV, en la época del rey Jaume II.

Después de la última intervención en el año 1994, tras la cual se convirtió en el primer Museo Arqueológico, el edificio había sufrido problemas estructurales y la actuación se ha centrado ahora en la posibilidad de recuperar su antiguo uso como horno. A falta de la colocación de paneles y vitrinas, las obras prácticamente han concluido, según el arquitecto municipal, Vicent Escrivà.
Casi al mismo tiempo están terminándose los trabajos en los Baños Árabes del siglo XII, que podrán ser visitados a partir de ahora, según destacan los servicios municipales que han supervisado las obras.
El programa museístico se encuentra en elaboración y, tras un año y medio de trabajo, permitirá difundir un tipo de construcción bastante desconocida y de la que existen pocos ejemplos bien conservados cuando se trata edificios de construcción plenamente islámica.
Vicent Escrivà calcula que para el próximo año, y más concretamente para primavera, finalizará la tercera de las actuaciones que están en marcha: en el yacimiento del templo y las termas romanas de Mura, unas completas instalaciones de unos 4.000 metros cuadrados levantadas hacia el siglo I después de Cristo.
El Forn de la Vila, los Baños Árabes y las termas y el santuario de Mura se unirán así a los monumentos y yacimientos visitables que corresponden a las épocas ibérica, romana, islámica, medieval, Renacimiento y Barroco.
Uno de ellos es el Castellet de Bernabé, un caserío fortificado de época ibérica de entre los siglos V y III antes de Cristo. Se trata de «un yacimiento muy bien conservado, aunque tiene los pequeños problemas habituales en espacios al aire libre y que se encuentren a 15 kilómetros de un casco urbano». Escrivà añade que a pesar de que pueda surgir maleza en el entorno exterior, los servicios municipales lo mantienen en un estado ejemplar.