La ciudad aprovechará su potencial arqueológico para atraer turistas (Cáceres, Extremadura)

16/11/11 .- http://www.hoy.es/

Galerías, aljibes, las cuevas e incluso el patrimonio relacionado con la Guerra Civil forman parte de los elementos que se quieren recuperar

Hay vida más allá de la Ciudad Monumental. Cáceres quiere explotar todo su patrimonio para atraer turistas y la Arqueología tiene mucho que decir en este sentido. Los primeros pasos ya se han dado y se basan en conquistar un cierto tipo de turismo, más exigente pero también de más calidad, mediante ofertas diferenciadas.
«Cáceres tiene un potencial arqueológico enorme. Pocas ciudades poseen un patrimonio tan importante como el de las cuevas. Es un lujo. No lo digo yo, lo dicen los expertos que llegan y que nos hablan del valor de esas cuevas en el propio entorno urbano». Es el punto de vista de José Antonio Estévez, arqueólogo de la Oficina del Área de Rehabilitación Integral (ARI), que sostiene que esa apuesta turística «compete a la Administración, en este caso al Ayuntamiento, y hay voluntad de explotarlo turísticamente».
«Primero hay que definir qué es lo que tenemos y luego ver cómo se puede hacer. Me consta que esa voluntad existe. El Ayuntamiento -añade- ya dispone de informes en los que se explica cada elemento y cómo se pueden recuperar». Algunos de esos elementos a los que alude José Antonio Estévez ya tienen mucho que ver en que a Cáceres acudan cada año más de 200.000 visitantes.
Hacen referencia al pasado de la ciudad y su interés cultural. La época romana, la musulmana, el Medievo... todo suma. El arqueólogo municipal apunta esos factores y cita otros, con menos nombre pero muy aprovechables. Se refiere a «galerías, aljibes, incluso el patrimonio relacionado con el paisaje industrial o el de la Guerra Civil... que también se pueden abordar desde la óptica arqueológica».
Y recalca: «No puede ser solo la Ciudad Monumental. Hay que apostar por la cuevas, la ciudad romana, los elementos de la Guerra, que también los hay». Se refiere a refugios antiaéreos, polvorines... y menciona un ejemplo, quizás no demasiado conocido, como las zonas de protección que se mantienen en el ferial, en el antiguo campo de vuelo. Se encuentran abandonados y son irreconocibles. Los técnicos creen que ponerlos en valor dotaría a Cáceres de un añadido a la hora de plantear su oferta cultural. «En lugares como Murcia o el País Vasco, esos aspectos relacionados con la Guerra Civil se han recuperado», subrayan.

Difusión

El punto de partida es que existen elementos arqueológicos que conviene considerar, intervenciones que se han ido documentando y que refuerzan la oferta turística de la ciudad si la Administración se mueve en ese mismo sentido. Y el Ayuntamiento de Cáceres quiere hacerlo. Precisamente uno de los aspectos más deficitarios que se quiere corregir es el de la difusión. Algunos casos confirman que no siempre coinciden todos los intereses. El ejemplo que pone José Antonio Estévez es reciente. La remodelación de la Plaza Mayor se prolongó entre comienzos de 2010 y el pasado abril.
La aparición de restos arqueológicos en el Foro de los Balbos abrió en un par de ocasiones durante el tiempo que duró la obra el debate sobre la conveniencia o no de parar los trabajos debido a la aparición de restos. El valor de los mismos, se explicó en su momento, era relativo. El resultado fue que la obra prosiguió, se taparon esos restos y no se incorporaron al proyecto. «Ahí fallamos, fallamos todos», asume con tono autocrítico el arqueólogo del ARI, participante ayer en la primera jornada del seminario sobre Arqueología que ha organizado la asociación Amigos del Museo de Cáceres.
«Era un aljibe del edificio primitivo del ayuntamiento que se demolió en el siglo XIX. Ese aljibe hubiese sido importante para incorporar al proyecto de obra. Intentamos hacerlo, que fuese un elemento visible. Pero fallamos», resume. Su punto de vista es muy claro: «Lo que se ha hecho no es el mejor resultado. Lo mejor hubiera sido incorporar ese aljibe al proyecto, que se viera y se explicara». El lugar del antiguo aljibe ha cambiado. Se tapó y cuenta con un «pequeño perímetro de muro que no explica nada». El hecho de que el Foro de los Balbos sea un espacio dedicado a pequeñas actuaciones, en el que se pueden congregar numerosas personas, se planteó como elemento de inseguridad. A ello se añadían los problemas de mantenimiento.
Este tipo de cuestiones son las que se quieren evitar en lo sucesivo. El objetivo, rescatar el Cáceres más añejo y aprovechar todo su arsenal arqueológico con vistas al turismo. A fin de cuentas, si de algo vive la ciudad es de ese negocio.
«El potencial existe y hay voluntad de explotarlo. Pocas ciudades tienen un patrimonio como el de las cuevas, en el propio entorno urbano»

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