Cuando el patrimonio se convierte en un 'arma cargada de futuro' (Galicia)

Los expertos apuestan por la divulgación y la excavación. Defienden la presencia de voluntarios en proyectos patrimoniales. Destacan el papel de los museos como elementos de transmisión cultural. Reclaman la adaptación de la legislación a la situación actual



El patrimonio gallego es infinito. En cada aldea y en cada esquina existen elementos arquitectónicos dignos de conservación. Pero no sólo se trata del patrimonio mueble, también el inmueble, el oral y el escrito constituyen una enorme riqueza que hay que proteger.

"Pasamos de tener poca conciencia a la idea de que casi todo es patrimonio, hecho que explica la necesidad de un cierto pragmatismo", apunta el presidente del Consello da Cultura Galega, Ramón Villares. Precisamente, ha sido esta entidad la que ha reunido en unas jornadas a diferentes expertos en patrimonio, arqueología, etnología y biblioteconomía y documentación para abordar cómo y qué hay que proteger.

En este sentido, el director del Museo do Pobo Galego Manuel Vilar, entiende que la actuación sobre el patrimonio tiene que tener un doble frente. Por un lado se deben potenciar los trabajos de investigación y los de excavación de la memoria, y por el otro, trabajar en la divulgación y dinamización "para permitir su incorporación a la experiencia del presente".

El voluntariado

Por eso, el voluntariado se hace fundamental en un nuevo esquema de entender la relación con nuestros bienes históricos. Tanto Vilar como Concha Varela, de la Universidad de A Coruña, no se oponen a la presencia de voluntarios en proyectos patrimoniales. "Puede ser muy bueno ya que eso indica que hay una implicación de la sociedad", señala Varela. Y es que uno de los principales problemas que existe entre los expertos en Patrimonio es, precisamente, "llegar al público", o así lo entiende el profesor de la Facultad de Historia de la Universidad de Santiago, Pegerto Saavedra.

Experiencias llevadas a cabo por entidades museísticas o procedentes de la sociedad civil ayudan a entender la historia. Es el caso de asociaciones vecinales o culturales que trabajan en la recogida de testimonios de la memoria oral o en trabajos de limpieza de yacimientos arqueológicos. También museos como el de Ribadavia o, más recientemente, el Museo do Pobo Galego, han puesto en marcha iniciativas para conservar, restaurar, identificar y valorizar el patrimonio oral.

En este sentido, Manuel Vilar destaca la importancia de los museos como elementos de reproducción sociocultural para preservar la memoria colectiva y para transmitir a las generaciones futuras, "los valores fundamentales de nuestro patrimonio". "El museo es el lugar donde se interpreta nuestro modo de vida en relación a los otros modos de vida. Esto tiene cada vez mayor importancia en un mundo global y multicultural", añade.

Internet

Los tiempos cambian, también las necesidades y los instrumentos de investigación y de interacción con la sociedad. Por eso, la mayoría de los expertos coincide en que el Patrimonio necesita formas de difusión adaptadas a los nuevos tiempos como son las nuevas tecnologías y, especialmente, Internet.

De esta forma, apuestan por preservar los bienes muebles e inmuebles y la tradición oral y escrita en formatos digitales que puedan ser compartidos por los investigadores y por el público en general. Precisamente, y a pesar de la reticencia de algunos investigadores, ésta es la única forma que hay para evitar que el patrimonio tenga un tratamiento inadecuado. Por eso, en estas jornadas se ha reclamado la creación de un Museo Etnográfico Virtual de Galicia que unifique el acceso en línea de los distintos bienes recogidos en museos y colecciones.

Revisión de las leyes

También la legislación patrimonial se debe adaptar a los nuevos tiempos. Concha Varela reclama una revisión de las leyes para una definición más exhaustiva del patrimonio de las instituciones de la memoria. Una idea que también comparte Carlos Varela, Fiscal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). "Se trata de prevenir para preservar, aplicando el derecho en acción sobre bienes difusos como el medio ambiente, el urbanismo y el patrimonio histórico", añade.

En las jornadas también participaron el antropólogo Marcial Gondar, que se refirió a la necesidad de contextualizar apropiadamente los recursos patrimoniales en un mundo marcado por la fragmentación y el profesor de la USC, Alfredo Vigo, que aludió al patrimonio artístico como imagen de la historia y exigió criterios y comportamientos coherentes a la hora de actuar, transformar y preservar el Patrimonio. En esta línea, criticó lo que consideró "falta de criterio en la reciente rehabilitación de algunas vidrieras de la catedral de Santiago".