Excavaciones en El Puig revelan la presencia de un poblado islámico (Alcoy, Comunidad Valenciana)

Los arqueólogos hallan restos humanos del siglo X en el yacimiento alcoyano que hasta la fecha solo estaba vinculado a los íberos

El yacimiento de El Puig, en el término municipal de Alcoy, no deja de sorprender. Y es que las últimas excavaciones arqueológicas han sacado a la luz restos humanos de dos inhumaciones que siguen el rito islámico, un hallazgo inesperado dado que hasta la fecha sólo se tenía constancia de la existencia de un poblado íbero en la zona. Al margen de investigar la ocupación islámica, la campaña de este año se centra en distinguir los límites periféricos del yacimiento y el estado actual del subsuelo, actuación que ha permitido constatar que fue un poblado de envergadura desde sus inicios.
El proyecto de investigación en El Puig se inició en el año 2004, y está dirigido por el profesor titular de Arqueología en la Universidad de Alicante, Ignasi Grau, y el director del Museu Arqueològic Municipal d'Alcoi, Josep María Segura. A mediados del pasado mes de junio se inició una nueva campaña de trabajos, en la que colabora una quincena de alumnos y licenciados en Historia de forma altruista, que se prolongará hasta el próximo día 15.
El Puig, que se localiza en un extremo de la urbanización del Estepar, sobre el Barranco de la Batalla, se convirtió en un asentamiento humano durante gran parte del primer milenio antes de la Era. Los restos más visibles son los de su último momento de ocupación en época ibérica clásica, en el siglo IV a.C. Una comunidad de unas trescientas personas escogieron este monte, por las necesidades estratégicas y defensivas, para construir un poblado de casas cuadrangulares de piedra, articuladas en torno a calles rectas, así como sólidas fortificaciones en el único camino de acceso. El Ayuntamiento de Alcoy concluyó hace tres años la restauración de un torreón de forma cuadrangular, que fue construido hacia el siglo IV a.C.
Los trabajos de este año tienen dos objetivos principales. Por una parte investigar las evidencias arqueológicas de campañas anteriores sobre la presencia humana en la época medieval. Según explica Grau, «hemos encontrado dos inhumaciones y algún material suelto que provisionalmente datamos de la época islámica, entre el siglo IX y X después de Cristo, algo que nos ha sorprendido, ya que este lugar era exclusivamente protohistórico, es decir, de la Edad del Hierro».
En este sentido, el profesor informa que los restos humanos hallados están inhumados por el ritual islámico, decúbito lateral, siempre con el rostro mirando hacia el levante o el suroeste, es decir, hacia la Meca. «Esto significa que hay gente que los ha enterrado, por lo que estamos trabajando en una zona donde presumiblemente habría unas casas o un hábitat de la familia que vivió aquí en época islámica y que tuvo que enterrar cerca a sus familiares», apunta Grau.
La otra línea de investigación se centra en distinguir los límites periféricos del poblado en la zona alta y el estado del subsuelo. La erosión natural y los acondicionamientos agrícolas de principios del siglo XX han modificado significativamente el aspecto original de El Puig. No obstante, Grau destaca que «hemos constatado que en los límites también hubo ocupación, justo en los inicios del poblado, lo que demuestra que ya era un asentamiento numeroso en su origen».