De ruina a fachada insigne de la ciudad (Badajoz)

La arqueóloga María Jesús Carrasco comenzó sus trabajos en el edificio anejo a las Casas Consistoriales, en la Plaza Alta, con un horizonte de tres meses. Año y medio más tarde confiesa que no esperaba ir descubriendo paso a paso una edificación que pone de manifiesto el importante patrimonio de la capital pacense.
Entró en este edificio cuando solo conservaba la fachada de una casa de dos viviendas independientes en un estado lamentable. Ahora sabe que se trata de un edificio construido a mediados del siglo XV y de estilo mudéjar que, por su estructura, nació con un uso institucional y que posiblemente tuviera relación con el Cabildo de la ciudad.
En principio, el Ayuntamiento planteó la rehabilitación del edificio anejo, el que se encuentra en la esquina de la plaza y que acogerá la Concejalía de Ferias y Fiestas, incluido en las ayudas del Plan E. A partir de ahí, decidieron extenderlo a esta otra edificación y ahora están recuperando la fachada. El interior quedará al aire hasta otra intervención futura.
El edificio sufrió muchas modificaciones durante su historia dividida en siete fases constructivas, por lo que las tareas arqueológicas resultaron complicadas. Además, un incendio en el archivo municipal que se encontraba en las Casas Consistoriales en 1697 también afectó a parte de esta edificación, lo que dificultó aún más los trabajos para fechar exactamente su construcción debido, en parte, a los documentos que ardieron. Ese fuego también impide saber cuánto tiempo fue edificio institucional.
Durante el proceso arqueológico han encontrado trozos de crestería y material de obra al que le fueron dando otros usos durante las posteriores remodelaciones.
Lo que María Jesús Carrasco tiene claro es que entorno a 1.450 levantaron este edificio de dos plantas, la baja porticada y la alta se abría a un balcón de hierro volado y con tres arcos de herradura. De ahí que se apunte a que podría ser el balcón de la ciudad, un espacio que uniera al Concejo con el pueblo de Badajoz, aunque tampoco lo puede precisar con exactitud. Desde ese balcón, las autoridades presenciarían los festejos taurinos, las procesiones del Corpus Cristi y las proclamaciones de reyes. «Un lugar desde el que el concejo se hiciera presente», asevera.
El interior era un espacio diáfano al que se accedía por una escalera que se situaba entre la torre y el edificio. Existían también dos ventanas y en la parte izquierda un tercer cuerpo amortizado en el que se colocó un escudo con un vástago de piedra y presenta señales de haber sido roto in situ. El estudio de este edificio aún no ha terminado.
A la fachada, todavía en proceso de recuperación, se le dará el acabado que tenía marcando los elementos que llevaba y «cumpliendo las normas de restauración». Tiene previsto rematar la planta superior con el cordón que aparece bajo la crestería sobre la que dudan si prolongar.
Prueba de la importancia que tuvo la edificación, la arqueóloga destaca la entidad de la fachada, con los arcos que en su momento se construyeron de ladrillos sobre los que aplicaron una capa de cal y los pintaron en rojo. Pintaron de blanco el trasdós y lo decoraron con bolas.
Esta construcción se levantó de forma independiente a las Casas Consistoriales, aunque en un determinado periodo sí que parece que estuvieron conectados. María Jesús Carrasco destaca que este edificio no es el más importante de la Plaza Alta debido al peso que tienen las Casas Consistoriales, el antiguo Ayuntamiento de la ciudad.

Siglo XV. Los trabajos han determinado que se construyó en torno al año 1450.
Público. La estructura del edificio indica que se creó con un fin de acercamiento del Concejo y el pueblo. Descartado un uso originario residencial.
Balcón. La importancia de un balcón de hierro volado hace pensar a la arqueóloga que se puede tratar del balcón de la ciudad, desde el que el concejo se relacionó con el pueblo de Badajoz.