Restauración santuario hace visitables restos arqueológicos de gran valor (Lorca, Murcia)

Restauración santuario hace visitables restos arqueológicos de gran valor (Lorca, Murcia)

La segunda fase de las obras de restauración del santuario franciscano de Virgen de las Huertas de Lorca, que resultó gravemente afectado por los terremotos del año 2011, ha permitido la puesta en valor de importantes restos arqueológicos que ahora serán visitables.

El alcalde, Francisco Jódar, ha asistido hoy en el santuario al acto de recepción de las obras, que han precisado una inversión de 400.000 euros del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) y que ha ejecutado durante el último año una empresa de la ciudad especializada en recuperación de patrimonio cultural.

La intervención ha tenido un resultado "extraordinario", ha dicho Jódar que ha señalado que los trabajos "han añadido muchísimo valor histórico artístico" a lo que ha considerado "un tesoro" en sí mismo, en referencia a la musealización de los restos arqueológicos localizados en el subsuelo del templo.

Este convento, que alberga la talla de la patrona de Lorca, fue construido entre el siglo X y XI sobre lo que debió ser un palacete o una almunia, una finca de recreo del periodo musulmán, de la que han aparecido restos, entre ellos un paramento islámico de mampostería, un arco polilobulado y otro de herradura, en el subsuelo de la iglesia que ahora ha sido acondicionado para ser visitado.

A la zona se accede mediante unas escalera de madera y en el interior del yacimiento subterráneo se conservan restos de pinturas medievales y de un arco apuntado con el que intentó disimularse alguno de los de factura islámica.

Ese edificio primitivo estuvo en uso hasta el siglo XIII, reconvertido en el XV en una ermita franciscana que arruinó una riada en 1653 y que obligó a levantar la construcción actual, realizada entre los siglos XVI y XVII.

Las obras que acaban de concluir son complementarias de la primera obra de emergencia realizada en el convento tras los seísmos, en la que se consolidaron las estructuras, se reconstruyó el campanario que se desplomó durante el segundo temblor y en la que se aseguró la estabilidad del conjunto del edificio.

Los trabajos se han centrado en la consolidación y mejora de las cubiertas del santuario patronal, en la restauración de pinturas murales y en el acceso a los restos arqueológicos de origen islámico localizados en el subsuelo del templo.

También se ha incluido en esta segunda fase la restauración de la cripta de la capilla de los Condes de San Julián que alberga una valiosa lápida del escultor Mariano Benlluire en una tumba infantil.

El convento fue desamortizado en 1835, su comunidad fue exclaustrada y luego regresaría al santuario mediante la compra del edificio por particulares que lo restituyeron a la orden de los franciscanos.

Entre las intervenciones realizadas en esta segunda fase de las obras se ha encontrado también la mejora de la iluminación interior del templo.