El patrimonio investigado con becas (Castilla y León)

CASTILLA Y LEÓN

Sesenta trabajos y proyectos de estudiantes e investigadores de universidades han contribuido a dar a conocer los monumentos y la historia de Castilla y León. La Fundación Patrimonio los ha reunido en un catálogo divulgativo.

Investigar en monumentos, yacimientos arqueológicos, museos, cascos históricos o en la misma historia de Castilla y León es echar la red en un mar repleto de conocimiento en espera de ser desvelado. Desde hace diez años, la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León financia becas de estudio con las que profesionales de las universidades de la región, de la Universidad de Educación a Distancia y de los departamentos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas pueden permitirse pasar uno o dos años investigando con la mirada puesta en enriquecer el patrimonio de la comunidad así como ayudar en su divulgación.
La Fundación del Patrimonio Histórico ha reunido en un catálogo 40 de estas investigaciones que a lo largo de una década han alumbrado aspectos de la riqueza monumental de la región. En total son 61 los trabajos financiados a lo largo de este tiempo, solo que 21 de ellos están pendientes de catalogar y pasar por la imprenta, por lo que aún no se han incluido en la publicación. «En realidad son 61 las investigaciones entregadas hasta 2010», aclara Ramón Álvarez, director de la Fundación, que defiende estas becas como una oportunidad de apoyo a los investigadores en materia de patrimonio que también tiene continuidad con la publicación de algunos de los trabajos en la revista 'Patrimonio'. «Un proyecto que tuvo gran repercusión –ilustra– fue el del arqueomagnetismo, un sistema de datación a partir de los fuegos prehistóricos que permitió obtener abundante y valiosa información de las pinturas rupestres en Batuecas y Valonsadero».
Defiende que las becas han permitido a decenas de investigadores iniciar su camino en la ciencia a través de trabajos que aportan nuevos conocimientos en restauración, documentación, difusión y gestión del patrimonio cultural de la región. Este catálogo de investigaciones se ha concebido también para «extender el goce del conocimiento con una mayor difusión tanto entre profesionales que buscan documentación especializada como entre personas que simplemente quieren acercarse al conocimiento y disfrutarlo». La propagación que alcanzan estos estudios va más allá de su publicación en libros o tesis. «A raíz de mi trabajo sobre toponimia en el Camino de Santiago a su paso por la provincia de Palencia presenté varios artículos y ponencias en foros como el X Congreso de Cartografía en Portugal», explica Luis Carlos Fernández.
Aunque hubo años en los que se convocaron hasta diez becas anuales, este capítulo ha experimentado una caída, en paralelo a la merma de recursos que registran empresas y administraciones públicas. La última convocatoria reservaba 50.400 euros para cuatro becas, una de ellas de dos años, y otras tres para cubrir una anualidad dedicada a investigar. En la Fundación recibieron 52 solicitudes. Un comité científico opera como asesor y selecciona qué investigaciones apoya conforme a criterios «puramente científicos», asegura Ramón Álvarez. En tiempos en los que los científicos emigran y la inversión en investigación cae profundizando en su secular atraso, el catálogo de patrimonio reivindica el eco de la labor de los estudiantes gracias a las becas.