Roc Chabàs, un pionero en defender el patrimonio

El historiador llamó a los gobernantes de Dénia "modernos vándalos" por consentir que se destruyeran las murallas y fue clave para salvar el tesoro ibérico de Xàbia.

Un destacado arqueólogo. El 20 de abril de 1912 moría en su casa del Saladar. Cien años después, el canónigo Roc Chabàs todavía muestra facetas poco conocidas, como la del arqueólogo que denunció la destrucción de las murallas romanas de Dénia o que ayudó a rescatar el patrimonio de l'Hort de Morand, epicentro de la antigua Dianium.

El centenario de la muerte del dianense Roc Chabàs descubre facetas menos conocidas de este eminente historiador que, tras publicar su Historia de la Ciudad de Dénia, ingresó en la Sociedad Arqueológica Valenciana. El director del Museu Arqueològic de Dénia, Josep A. Gisbert, ha indagado en la labor de Chabàs como arqueólogo. Su sólida formación en lenguas como el latín y el griego y en ciencias auxiliares de la historia como la epigrafía y la numismática le permitió enfrentarse a los hallazgos arqueológicos con rigor y solvencia. En su obra Episcopología valentina, publicada en 1909, resume la actividad que llevó a cabo durante toda su vida para conocer las fuentes y difundir la arqueología de los primeros cristianos.
Pero Chabàs fue también un ferviente defensor del patrimonio. Denunció sin miedo en 1890 la destrucción de las murallas romanas del Fortí de Dénia. "Estos magníficos restos de la Antigüedad parecen condenados a la destrucciónÉ otras ciudades se envanecerían con ellos; aquí a alguien le estorban. Procuren nuestros gobernantes conservarlos, pues continuando la destrucción es posible que los que saben apreciar su valor les llamen los modernos vándalos", escribió entonces Chabàs.
Este historiador, que fue canónigo y archivero de la catedral de Valencia, intervino de forma decisiva para salvar el tesoro ibérico descubierto en 1904 en una finca de la partida Lluca de Xàbia. La gestión de Chabàs no trascendió, pero fue clave para que el Estado adquiriera las joyas e ingresaran en el Museo Arqueológico Nacional. Durante un tiempo custodió el tesoro en su casa de Valencia.
El director del museo de Dénia ha reivindicado al Chabàs arqueólogo en un ciclo de conferencias organizado por la Fundació Gavilà Ferrer de Dénia. "Chabàs actuó como correa de transmisión entre los destacados hallazgos arqueológicos que se producían en la ciudad de Dénia, atesorados en colecciones de anticuarios locales, y los investigadores más relevantes del momento en España y Europa, como Aemilius Hübner, el más prestigioso epigrafista del mundo", destaca Gisbert.
El historiador dianense realizó trabajos monográficos sobre los testimonios del cristianismo en Dénia y los relacionó con los estudios sobre la época paleocristiana. Dos de esos testimonios son el sepulcro de Severina y la Orante de Dénia.
Chabàs también sacó a la luz la gran riqueza arqueológica de l'Hort de Morand, epicentro de la Dianium romana. Estudio descubrimientos epigráficos singulares de este yacimiento y en esta tarea le ayudó el padre Fidel Fita, un brillante epigrafista.
De hecho, el historiador dianense tuvo el mérito de trabar contacto -sobre todo a partir de la publicación de su revista El Archivo- con algunos de los intelectuales destacados de su tiempo. "Esta conexión con la cultura más alta del momento queda confirmada en la calidad de las colaboraciones que consigue en los primeros años de El Archivo, que inicia su singladura en el año 1886", recuerda Gisbert, que incide en que esta revista pronto "trascendió nuestra geografía y es, en aquellos años, plataforma de intercambios bibliográficos con los autores y las instituciones más relevantes en materia de investigación histórica".
Así, el Chabàs historiador y archivero completa su perfil de erudito con esa inclinación poco conocida hasta ahora por la arqueología. El director del museo de Dénia afirma que su aportación "fue clave para el impulso de buena parte de los trabajos arqueológicos que se llevan a cabo en Dénia a finales del siglo XIX". Chabàs asesoró a José Antonio Morand y participó en las excavaciones que se realizaron en su finca de l'Hort de Morand; recogió noticias sobre los descubrimientos arqueológicos en su revista El Archivo; escribió monografías sobre los hallazgos de Dénia; mantuvo relaciones con los investigadores más importantes de España y Europa, como los citados Fidel Fita y Aemilios Hübner; impulsó y controló la creación de importantes colecciones de antigüedades, como las de José Antonio Morand o Francisco Merle, y, finalmente, condenó sin ambages las agresiones al patrimonio arqueológico dianense.