Yacimiento visigodo de Matallana: IX Curso de Arqueología 2006 (Valladolid)

25/8/06 .- El Norte de Castilla

Noticias
Univesitarios de varias comunidades realizaron en el yacimiento de Prado de Guadaña el IX Curso de Arqueología Matallana 2006




Por noveno año consecutivo, la Diputación Provincial de Valladolid ha organizado el Curso de Arqueología Matallana 2006. Un total de 20 jóvenes, estudiantes y licenciados universitarios, procedentes de Castilla y León, Galicia, Andalucía, Alicante y Castilla-la Mancha han tomado parte en esta iniciativa, bajo la dirección del arqueólogo Manuel Crespo y con el respaldo de cuatro profesores de Arqueología procedentes de la Universidad de Valladolid.

El objetivo del curso, que se desarrolló desde el 17 de julio y hasta el 11 de agosto, ha sido iniciar a los alumnos en el campo de la Arqueología. Se ha intentado combinar la participación en una excavación arqueológica real con una serie de clases y talleres teórico-prácticos. Según indicó Crespo, «se trata de una actividad muy consolidada en la que participan alumnos de entre 19 y 30 años de diversas universidades del país. Muchos de los que han asistido a este campo de trabajo vienen por las recomendaciones de otros que ya han pasado por aquí y reconocen que fue una gran experiencia al poder trabajar de primera mano en una investigación».

El yacimiento

La campaña de excavaciones del presente año se ha realizado en el yacimiento arqueológico de Prado de Guadaña, situado inmediatamente al norte de las ruinas del antiguo monasterio de Santa María de Matallana. En este lugar se conservan restos de un cementerio perteneciente a una comunidad campesina visigoda fechado entre los siglos VI y VIII d.de C., muy anterior a la fundación del monasterio cisterciense que da fama a la Finca Matallana, cuyos restos son de época medieval. En este cementerio ya se realizó una excavación arqueológica durante los veranos del 2004 y 2005, descubriendo un total de 36 tumbas con restos de 39 individuos de todas las edades y géneros. «Llevamos tres años interviniendo en el mismo yacimiento. En esta edición pretendíamos restaurar el mayor número de tumbas posibles y continuar con las investigaciones para, a partir de los restos humanos, conocer la calidad de vida de los que habitaron este lugar hace cientos de años, las enfermedades, la alimentación...», indicó el director del curso.

Hasta la fecha, los trabajos de excavación iniciados han consistido en la apertura de un área de excavación, anexa a la excavada en el 2004. Dentro de este espacio se han localizado diez tumbas infantiles correspondientes en su práctica totalidad a bebés menores de seis meses. Todas ellas pertenecen a la fase medieval del cementerio y forman, junto a las tumbas de lajas, un nuevo modelo de tumba consistente en una teja apoyada en el suelo sobre la que se dispone el cuerpo del niño que es tapado a continuación con otra teja. Además, se han localizado media docena de enterramientos adultos y nuevos tramos de muro del edificio romano y abundantes restos de recipientes cerámicos medievales.

El director de la excavación señaló que «la actual campaña se ha caracterizado por resolver dudas. Cada año cuando concluimos el curso hemos resuelto unas dudas, pero a la vez nos surgen otras que sabemos y debemos intentar responder en las próximas ediciones. Así por ejemplo, supimos en la edición del 2005 que algunas de las tumbas que descubrimos eran unas más antiguas que otras, lo que determina que hubo varios asentamientos en esta zona previa a la llegada de los monjes».

Formación variada

En este lugar, colmado de historias aún por descubrir, a lo largo de 26 días los participantes recibieron una formación predominantemente práctica a través del trabajo directo en una excavación arqueológica real. Las clases teóricas versaron sobre la Arqueología en general y sobre el yacimiento objeto de excavación en particular. Tal y como puntualizó Crespo, «además de las excavaciones, por la tarde los chicos tenían clases teóricas: sistema de registro, topografía, tradiciones funerarias en la Edad Media o conservación de materiales arqueológicos, entre otros. De este modo, pretendemos ofrecerles un curso lo más completo posible, donde la práctica tiene su continuidad en una teoría aplicada a los descubrimientos. Ha sido un curso intenso y duro. Los asistentes han trabajado cerca de siete horas y media diarias. Pese al esfuerzo y al calor la gente se ha ido muy contenta».

Los alumnos del IX Curso de Arqueología Matallana 2006 realizaron además diversas excursiones a yacimientos y monumentos medievales en Villalba, Montealegre o Rioseco.

Noticias relacionadas

Comenta la noticia desde Facebook

Comentarios

No hay comentarios.