Fiscalía pide mayores penas para el tráfico de bienes culturales.

La compraventa de piezas arqueológicas provenientes de saqueos es un negocio que mueve tanto dinero como la corrupción
C. M./GRANADA

La Policía Nacional detuvo el jueves a un vecino de Granada por su presunta relación con el saqueo de yacimientos arqueológicos, una actividad delictiva que genera beneficios económicos incalculables. La corrupción mueve al año en el mundo un billón, con 'b', de dólares en sobornos, la misma cantidad que, según la Unesco, produce el lucrativo negocio del tráfico de bienes culturales expoliados. Un ejemplo: recientemente, el Gobierno español logró parar una puja con la que la casa de subastas Christie's pretendía deshacerse de unas vigas de la Mezquita de Córdoba de origen dudoso: el precio estimado de la venta iba a oscilar entre los 146.000 y 438.000 euros.

En este sentido, la Fiscalía de Granada -que se distingue por su empeño en combatir estas prácticas- y el Defensor del Pueblo Andaluz insisten desde hace tiempo -la última vez este mismo año, durante las terceras jornadas de trabajo y colaboración entre ambas instituciones- en la necesidad de introducir mejoras técnicas en el Código Penal que permitan luchar con más efectividad contra los expoliadores. En su opinión, el saqueo arqueológico, merece un reproche penal «específico» y la receptación (adquirir objetos robados) de bienes culturales, penas más severas.

En un exhaustivo estudio jurídico publicado por la Junta de Andalucía, Jesús García Calderón, fiscal-jefe de la Comunidad autónoma, recuerda que el Código Penal de 1995 incluyó un subtipo agravado «de receptación sobre bienes que tengan su origen en delitos relacionados con el narcotráfico». En opinión de García Calderón, también debería existir un mecanismo penal parecido para la «receptación» de piezas procedentes de expolios, una medida que, a su juicio, no sólo ayudaría «a prevenir las agresiones al patrimonio histórico», sino que serviría para combatir «eficazmente» el blanqueo de capitales -devolver al circuito legal del dinero fondos de procedencia turbia-.

Andalucía, muy afectada

Andalucía y Extremadura son, por razones obvias, las dos regiones más atractivas para los saqueadores de tesoros arqueológicos.

Además, España es -junto a Italia, Grecia y Egipto- uno de los países preferidos por los expoliadores.

Por contra, Estados Unidos y Suiza son los grandes 'receptores' de piezas robadas.