La Junta autoriza que prosigan las excavaciones arqueológicas de Portugalete (Valladolid)

Los expertos descubren nuevos restos de la fábrica medieval de curtidos


La Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta ha autorizado la continuación de las investigaciones arqueológicas en el solar de la plaza de Portugalete situado bajo la torre de la Colegiata de la Catedral, donde se descubrieron el pasado día 12 restos relativamente conservados de una fábrica de curtidos y tratamiento de pieles de la Edad Media.

Los trabajadores de la empresa especializada Stratos reanudaron ayer las labores de excavación y destaparon nuevos restos de la antigua tenería -denominación de las industrias de pieles- oculta durante años bajo los cimientos de los edificios demolidos en abril que albergaban una hamburguesería y un bar de copas.

Los arqueólogos comparten estos días terreno con los operarios de la empresa encargada de la construcción del aparcamiento subterráneo de cuatrocientas plazas que borrará del mapa en breve los vestigios de la incipiente industrialización de la capital entre los siglos XIV y XV. Así lo confirmó el alcalde, Javier León de la Riva, a finales de la semana pasada, cuando anticipó que los restos medievales no iban a retrasar el comienzo de las obras, previsto inicialmente para noviembre.

Catas de prospección

Los operarios de Stratos cuentan de momento con el permiso para proseguir sus pesquisas en el solar, si bien la constructora ha realizado ya días atrás las primeras catas de prospección para comprobar el subsuelo que acogerá el futuro garaje subterráneo.

Los arqueólogos de la Universidad y los propios autores del descubrimiento mostraron su sorpresa tras el mismo debido a que se trataba del primer hallazgo de restos de industrialización en el entorno de la Catedral. Sus primeras hipótesis fecharon la construcción de la fábrica antes del siglo XVI, cuando sí se tiene constancia de la existencia de numerosas tenerías en el entorno de la calle que lleva dicho nombre.

Los expertos estimaron entonces que tardarían al menos un mes en analizar las muestras recogidas en el solar y en llegar a conclusiones definitivas sobre cuándo funcionó la fábrica.