El castillo enseña las raíces de Ponferrada

El Temple, el Camino y la caballería, resumidos en 135 piezas

Primero se aprecia el eco de Jerusalén y la Tierra Santa. Después se sueña con Santiago, final del viaje. Y al final se reposa en los aposentos del Conde de Lemos, señor del castillo que una vez fue templario y que desde ayer y durante los próximos tres meses mostrará en tres de las salas de su Palacio Nuevo las tres herencias de Ponferrada.

Más de 130 piezas originales, desde códices y pergaminos medievales, a esculturas, relieves en mármol, en piedra o en alabastro, tallas en marfil y en madera, cerámica de Manises, monedas, sellos, objetos de orfebrería, estolas, bordados, espadas, sarcófagos, dagas y bombardas componen la exposición «El mundo de los castillos. Ponferrada: Templarios, Peregrinos y Señores» que ayer inauguraron en la fortaleza berciana el viceconsejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, Alberto Gutiérrez, el alcalde, Carlos López Riesco, y el comisario de los actos del programa Raíces 910-2010 -”que conmemora el 1.100º aniversario del Reino de León-” el escritor Juan Pedro Aparicio. La muestra, seleccionada por el historiador Vicente Álvarez Palenzuela, es un recorrido por la época y los orígenes de una ciudad nacida a la sombra de un puente de hierro, paso de peregrinos, y de un castillo levantado para proteger a los caminantes, y que después de un siglo bajo los dominios de la Orden del Temple, acabó siendo morada de nobles antes de pasar, junto a toda la urbe, a manos de la Corona. «Esta es una exposición diseñada para Ponferrada y hecha para ser mostrada en este castillo», decía ayer Palenzuela, recién desembaladas y colocadas las 135 piezas reunidas para resumir los primeros capítulos de la historia de la ciudad.

Con el castillo albergando una completa exposición de facsímiles de códices miniados cedida por el coleccionista berciano Antonio Ovalle, la muestra inaugurada ayer hará de la fortaleza templaria un escaparate del arte y la cultura medieval este otoño y buena parte del invierno. Instituciones como el Museo Arqueológico Nacional, las universidades de Valladolid o Salamanca, el Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela, el Museo de Burgos, el de León, el Museo de los Caminos de Astorga, el Museo Naval de Madrid, la Biblioteca Francisco Zabálduru, el Museo del Bierzo y la Basílica de La Encina, e incluso algún coleccionista privado, han cedido los 135 objetos que componen la exposición organizada por la Fundación Siglo para las Artes de Castilla y León, dependiente de la Consejería de Cultura.

El castillo se convierte así en una suerte de arqueta para piezas como el Beato de Valcavado , pergamino del año 970 que procede de la Biblioteca Histórica de Santa Cruz de la Universidad de Valladolid, para el sarcófago en madera de nogal de un caballero halconero del siglo XIII, una escultura en alabastro del siglo XVI del Arcángel San Miguel, la estola de Leonor de Castilla, una figura del Maestro Mateo, un libro de horas, otro de cetrería, un panegírico, y hasta un tablero de ajedrez donde los nobles jugaban a la guerra.