Las obras en Oliva sacan a la luz parte del muro del atrio de la antigua iglesia medieval

Los arqueólogos hallan10 metros lineales de la estructura, que se conservará en el lugar

La humanización en el entorno de la Concatedral ha sacado a luz más restos arqueológicos. Durante el transcurso de los trabajos, los expertos hallaron ayer por la mañana en la calle Oliva lo que sus primeras hipótesis apuntan a parte del muro del atrio de la antigua iglesia medieval. La arqueóloga responsable del control y seguimiento de las obras califica el hallazgo como "el de mayor entidad" con los que se topó hasta el momento en las calles aledañas a la Colegiata de Santa María, tanto por su estado de conservación como por sus dimensiones.
La estructura se extiende a lo largo de unos diez metros y se encuentra a setenta centímetros bajo tierra. "La altura es de al menos sesenta centímetros, aunque no lo sabemos con precisión. No seguiremos excavando hasta que el muro no esté bien asegurado", explica María del Mar López Cordeiro, quien recalca que es la primera vez que se descubre parte de esa muralla, formada por mampostería, sillería y granito. "El muro que encontramos en verano no tiene nada que ver con éste. Tenía forma de "L" y estaba cimentado encima de tierra", argumenta.
La actual Concatedral fue construida a principios del siglo XIX, cuando sustituyó a la antigua iglesia (XV), de estilo gótico y gravemente dañada en 1809 tras la explosión de un polvorín cercano. Existen registros de que previamente, en la época románica ( XI y XII), ya existía un templo anterior. "Por ahora no sabemos a qué iglesia pertenece de las dos; incluso podría tratarse de una reconstrucción", apunta la arqueóloga.
En relación a la importancia del hallazgo, afirma que "ayudará a reconstruir la historia de Vigo y a la evolución urbanística de esa zona", en pleno corazón del Casco Vello. Por el momento se ha delimitado el perímetro de los restos arqueológicos, que con total seguridad se conservarán in situ y se protegerán para que los trabajos de humanización no los dañen. "Los atraviesa una tubería de gres de aguas pluviales", señala López Cordeiro.
En todo caso, tanto fuentes de la Concejalía de Patrimonio como la propia arqueóloga garantiza que el hallazgo no paralizará las obras. La canalización se desviará "porque hay margen para ello". Por su parte, la arqueóloga municipal, Cristina Toscano, destaca que "por el momento todavía hay muchas incógnitas" sobre los restos encontrados, que se resolverán con la oportuna investigación.
Aunque se barajan otras hipótesis, la que cobra mayor fuerza es la que se basa en que el muro pertenezca al atrio de la antigua Colegiata. "Lo creemos así por su ubicación, paralelo al de la actual Concatedral, y sus depósitos. Pero tenemos que ver la cartografía histórica y elaborar un análisis más exhaustivo", concluye Mar López Cordeiro.