Muñiz afirma que la última campaña en el castillo de Gauzón es «la más prolija»

El arqueólogo asegura que los hallazgos sitúan a Avilés como «uno de los grandes emporios comerciales vinculados a Burdeos»



La última campaña arqueológica llevada a cabo en los restos del castillo de Gazuón, en el Peñón de Raíces, ha resultado ser la más prolija en hallazgos de objetos que permitirán un estudio de la evolución de las formas cerámicas en Asturias entre los siglos VII al XIV.
«No sólo es una cuestión cacharrológica, porque la cerámica no deja de ser una manera de entender la forma de pensar, de alimentarse y de comportarse, incluso, de las formas sociales del mundo medieval», explicó Iván Muñiz, el arqueólogo que, junto a su colega Alejandro García, dirige el equipo que ha conseguido sacar a la luz los restos del Castillo de Gauzón.
A lo largo de las cuatro campañas de excavaciones, se ha podido establecer dos tipos principales de cerámica, la elaborada en alfares del entorno y la importada de regiones francesas, que permiten situar a Avilés «como uno de los grandes emporios comerciales vinculados a la zona de Burdeos y a otras», afirmó Iván Muñiz.
La aparición de numerosas piezas, que serán reconstruidas con vistas a la futura musealización del castillo, ha impresionado a los arqueólogos, pero también el convencimiento, aunque sin confirmar científicamente, de que el entorno de la fortaleza albergaba un poblado humilde. Todos estos objetos han ido apareciendo en la plataforma inferior de los restos del castillo, con proliferación de restos cerámicos y hoyos que dan a entender que sustentaban postes de madera para cargar techumbres de material efímero. La última excavación, la cuarta que dirige este equipo, finalizó el pasado mes de septiembre y ahora se procede a los trabajos de documentación, inventario y datación de todos los hallazgos, en un trabajo que se espera culminar antes de que finalice al año.
Los arqueólogos deciden estos días las muestras más significativas extraídas para enviarlas a Miami (Florida, Estados Unidos), donde serán sometidas a la prueba del carbono 14, cuyos resultados serán incorporados en la memoria final de la campaña.
Otro de los principales hallazgos, aún por concretar, sería la presencia de un poblado de campesinos vinculado a la fortaleza, que daría singularidad al conjunto, según Muñiz, por lo que algunas de las muestras que se enviarán a Estados Unidos tienen el objetivo de corroborar ese extremo. La presencia de este asentamiento medieval, más humilde y como contrapunto a la zona nobiliaria del alcázar, da alas a la teoría de que sus moradores trabajarían para los señores del Gauzón.