Primer encuentro entre detectoristas de metales y representantes de la Administración en Carmona

La utilización de los aparatos detectores está presente en la mayoría de los casos de expolio arqueológico.

Más de 100 personas han participado hoy en la mesa redonda “Los detectores de metales y la conservación del patrimonio arqueológico”, celebrada en el Alcázar de la Puerta de Sevilla y enmarcada dentro de la tercera edición del Festival Internacional de Cortometrajes de Ficción y Documentales de Arqueología y Patrimonio, el Carmona Film Fest ‘ 05.

En la mesa, que ha estado coordinada por el director de la Necrópolis romana de Carmona, Ignacio Rodríguez Temiño, han intervenido las siguientes personas:

-Marcos Quijada, alcalde de Osuna.

-Luis Carlos Rodríguez, fiscal de la Audiencia Provincial de Sevilla.

-José María Ramos, teniente del Seprona de Sevilla.

-Ignacio Aycart, de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz.

-Rocío Anglada, arqueóloga del Servicio Municipal de Arqueología.

-Germán Rodríguez, presidente de la Asociación Española de Detectoristas (FEEADA).

Es la primera vez que se ha producido un encuentro en España sobre conservación del patrimonio arqueológico entre detectoristas y representantes de las Administraciones Públicas implicadas en su tutela, algo muy demandado por ambas partes. No en vano, Carmona en uno de los municipios con mayor número de yacimientos arqueológicos y donde más detectoristas son denunciados por la Guardia Civil, de ahí el interés municipal en propiciar el debate.

En el debate ha quedado patente que la postura de las Administraciones es promover una reforma de la actual legislación sobre el uso de aparatos detectores, que tienda a la regulación de su venta, tenencia y uso.

En todo caso, los representantes de la Administración Pública se han reafirmado en la idea de que la legislación tiene que ser muy restrictiva sobre el uso de estos aparatos, dado su potencial peligro para la protección del patrimonio arqueológico, ya que su utilización está presente en la mayoría de los casos de expolio.

Por su parte, el sector más abierto de los detectoristas ha demandado una regulación que permita usar los aparatos fuera de los yacimientos arqueológicos declarados, postura rechazada por los representantes de las Administraciones, que ofrecen la opción de su uso en lugares sin interés arqueológico (como playas) y colaborando con equipos de arqueólogos en sus trabajos.