La Alhambra exhibe las gorroneras del Cuarto Dorado
3/10/10 .- http://www.laopiniondegranada.es
EFE Las gorroneras del Cuarto Dorado decoradas en la técnica de mocárabes serán expuestas este mes en el museo del monumento nazarí, donde se desvelarán las peculiaridades de este elemento arquitectónico, ha informado el Patronato de la Alhambra y Generalife.
En la exposición, que será guiada por el historiador del Arte Gaspar Aranda, se mostrarán esas dos piezas huecas de madera, a modo de cajas, que eran las envolturas ornamentadas de sendos tacos sencillos, también de madera, con forma de prisma rectangular, que se empotraban en voladizo en la pared y tenían un orificio abierto en la cara inferior.
En esta abertura anclaba el gorrón, un elemento metálico de forma cilíndrica, del eje superior de una puerta y servía para el giro de la hoja, en conjunción con la quicialera del suelo.
Estas piezas, que en esencia eran elementos arquitectónicos funcionales, acabaron convertidas en obras artísticas gracias a los artesano nazarís que las decoraron mediante la técnica del mocárabe y un minucioso policromado.
Hasta 1969, cuando se decidió su traslado al Museo de la Alhambra, la pareja de gorroneras se encontraba en el pórtico de la sala del Cuarto Dorado, una a cada lado por encima del arco central, con la finalidad de permitir el giro de la parte superior de las hojas dobles de la puerta que abrían hacia el patio.
Ahí debieron de instalarse en época del sultán Muhammad V, posiblemente poco antes de 1370, año de la inauguración de la Fachada del palacio de Comares, situada justo enfrente y relacionada de modo estrecho con la sala por su función protocolaria dentro del alcázar.
El empleo de gorroneras -en árabe "nayran"- en la arquitectura hispanomusulmana no fue invención del arte nazarí, pues ya se encontraban en la Córdoba omeya, si bien fue en la Alhambra donde alcanzaron su mayor desarrollo artístico, sobre todo cuando se ornamentaron con el mocárabe.
En la exposición, que será guiada por el historiador del Arte Gaspar Aranda, se mostrarán esas dos piezas huecas de madera, a modo de cajas, que eran las envolturas ornamentadas de sendos tacos sencillos, también de madera, con forma de prisma rectangular, que se empotraban en voladizo en la pared y tenían un orificio abierto en la cara inferior.
En esta abertura anclaba el gorrón, un elemento metálico de forma cilíndrica, del eje superior de una puerta y servía para el giro de la hoja, en conjunción con la quicialera del suelo.
Estas piezas, que en esencia eran elementos arquitectónicos funcionales, acabaron convertidas en obras artísticas gracias a los artesano nazarís que las decoraron mediante la técnica del mocárabe y un minucioso policromado.
Hasta 1969, cuando se decidió su traslado al Museo de la Alhambra, la pareja de gorroneras se encontraba en el pórtico de la sala del Cuarto Dorado, una a cada lado por encima del arco central, con la finalidad de permitir el giro de la parte superior de las hojas dobles de la puerta que abrían hacia el patio.
Ahí debieron de instalarse en época del sultán Muhammad V, posiblemente poco antes de 1370, año de la inauguración de la Fachada del palacio de Comares, situada justo enfrente y relacionada de modo estrecho con la sala por su función protocolaria dentro del alcázar.
El empleo de gorroneras -en árabe "nayran"- en la arquitectura hispanomusulmana no fue invención del arte nazarí, pues ya se encontraban en la Córdoba omeya, si bien fue en la Alhambra donde alcanzaron su mayor desarrollo artístico, sobre todo cuando se ornamentaron con el mocárabe.
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