El equipo de Iruña Veleia (Álava) descubre restos humanos en el yacimiento de época tardorromana

3/10/05 .- Diario Noticias de Álava

El descubrimiento proporciona pistas sobre una etapa esquiva, la antropología de la época romana tardía. En el interior de una cisterna ha hallado cráneos de ocho adultos, niños y animales

Septiembre ha alumbrado un nuevo hallazgo para Iruña Veleia. El equipo que trabaja en el conjunto arqueológico alavés ha encontrado restos humanos "en muy buen estado", datados en el siglo V, en el interior de una cisterna de 18 metros cúbicos de la ciudad romana.

Eliseo Gil, director de las excavaciones, explicó ayer a este periódico, casi sin resuello porque subía desde el propio depósito de agua, que se trataba de un descubrimiento de algún modo esperado. "El relleno de la cisterna prometía desde el principio. Por los materiales que iba apareciendo sabemos que ese relleno se produjo en el siglo V, y teníamos expectativas de que algo encontraríamos", indicó risueño.

Tras retirar todas las capas, encontraron su recompensa en la última. "En la capa final vimos que empezaban a aparecer restos óseos, y pensamos que se trataba de restos de alimentación pero, para nuestra sorpresa, comenzaron a aparecer, inequívocamente, restos humanos muy identificables", señaló. De momento, se han encontrado partes del esqueleto de ocho adultos y varios niños, así como de perros, caballos y cerdos.

Un detalle demuestra que hay sensibilidades ajenas al paso del tiempo. En una de las esquinas de la cisterna se acumulan cinco cráneos. "A quien lo dispuso allá, como nos pasaría a nosotros, le llamó más la atención esa parte del esqueleto y en vez de echarlo en capa como todo el resto, los dejó colocaditos en una esquina, tal y como los hemos encontrado", describió Gil.

A diferencia del legado de la época medieval, en el que es frecuente encontrarse cementerios y necrópolis -sobre todo vinculados a iglesias-, en la época romana y, en concreto, la romana tardía, a la que corresponde el hallazgo, los restos de individuos son escasos. "Hasta la fecha el hallazgo de restos humanos se había mantenido esquivo. Con este descubrimiento se abre todo un panorama científico de acercamiento a la antropología física de nuestros antepasados", destacó.

El hallazgo lleva aparejado al menos dos curiosidades: la unión de cráneos de humanos y de animales, "una asociación inédita para la arqueología romana de nuestro entorno" y la razón de que no estén en sus tumbas. "Alguien los sacó de sus sepulturas originales e utilizó la cisterna -que entonces estaba vacía- como osario", aportó el responsable de las excavaciones, " con toda la prudencia", como hipótesis de trabajo. "A lo mejor el cementerio original se necesitó bien para enterramientos o bien para un uso diferente del suelo, y por eso se hizo ese vaciado de cuerpos en este osario improvisado", expuso.

Las dificultades de la interpretación suponen un interesante reto para los arqueólogos, quienes, además, intuyen nuevos hallazgos. "Esperamos más porque la capa inferior, que ocupa aproximadamente los últimos 30 centímetros, está cubierto de restos óseos".

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