La sequía deja al descubierto restos arqueológicos en el embalse Gabriel y Galán

La necrópolis visigoda de Santa Catalina está siendo saqueada impunemente


De histórica se puede catalogar la regresión de las aguas del embalse de Gabriel y Galán. A causa de la sequía que atraviesa esta comarca de Tierras de Granadilla, que, al decir de las viejas generaciones, nunca se conoció otra igual, muchos de los ríos, arroyos y gargantas que alimentan el citado pantano se han secado por completo, poniendo una nota de desolación y aridez en la zona, sobre todo en la comarca de Las Hurdes, muchas de cuyas piscinas naturales permanecen cerradas o con aguas limosas y oscuras.

Este retroceso de las aguas está sacando a la luz infinidad de restos arqueológicos, poniendo de manifiesto que la brecha del río Alagón fue un paso natural entre la penillanura extremeña y la meseta castellana, humanizado constantemente por diversos pueblos y culturas. Recorriendo navazos y tozales que han quedado al descubierto, se constatan desde industrias paleolíticas a vestigios tardorromanos y visigodos, pasando por toda una serie de yacimientos del Calcolítico y el Bronce.


Saqueo

Vecinos de la zona con cierta sensibilidad por la historia de su comarca han declarado a HOY que la aparición de restos arqueológicos en el sector que se describe, está propiciando que gente sin escrúpulos se dedique impunemente al saqueo de los mismos. Refieren el caso de los enterramientos visigodos puestos al descubierto en el paraje de 'Santa Catalina', en términos de la localidad de La Pesga, de donde se están llevando incluso las tapas pizarrosas de las tumbas, para emplearlas en chalés o en otros variados usos.

Se comenta, igualmente, que se ha visto a vecinos de ese pueblo, o incluso de la provincia de Salamanca, rebuscando en tal yacimiento con métodos prohibidos expresamente por la ley de Patrimonio Cultural de la Junta de Extremadura. De todo ello pueden dar fe numerosos comarcanos de los pueblos ribereños del río Alagón, en lo que a esta comarca se refiere, que estarían dispuestos a testificar si se les requiriese a ello, a fin de desmontar cualquier tipo de contemporizaciones o de desmentidos.


Excavaciones

Puesto que en tiempos de la dictadura franquista, época en que se construyó el pantano de Gabriel y Galán, no se realizaron prospecciones arqueológicas en el sector que sería ocupado por el vaso del embalse, ahora podría tener mayor sensibilidad la administración, emprendiendo algunas excavaciones de urgencia en puntos de interés. Cierto es que, recientemente, se han delimitado con cintas y se ha declarado como zona arqueológica una serie de enterramientos inmediatos a la carretera y puente que cruza el embalse. Pero no es menos cierto que estas tumbas aparecieron hace ya más de 25 años, como así se reflejó en algunos medios de comunicación, y sus ajuares tiempo ha que fueron prácticamente arrasados en su mayor parte.