Piden que los cuatro millones de la Plaza se inviertan en la muralla

En su escrito al Fiscal para detener las obras, IU razona que la acción será «irreversible», y además cree que pone en peligro la declaración de ciudad Patrimonio de la Humanidad

Sin descanso con la reforma de la Plaza Mayor. La empresa adjudicataria da explicaciones, el Ayuntamiento y el Consorcio Cáceres 2016 aseguran que habrá transparencia y hosteleros, comerciantes y vecinos alzan la voz para que las obras les perjudiquen lo menos posible. La oposición también se mueve. Izquierda Unida pasa de las palabras a los juzgados, directamente.
Ayer anunció el contenido de su escrito a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx). Pide la «suspensión cautelar inmediata» de los trabajos, y razona que si se continúa con ellos tendrán un efecto irreversible, hasta el punto de poner en peligro incluso la declaración de ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1986. Su propuesta es que los más de cuatro millones que se van a invertir se destinen a arreglar la muralla almohade que, según recuerda el portavoz municipal, Santiago Pavón, «se está cayendo a trozos».
La denuncia de IU ante el fiscal no deja dudas. En su segundo párrafo ya destaca que la actuación en las inmediaciones del Foro de los Balbos supone «la destrucción de un bien integrante del Patrimonio Histórico y Cultural». Pavón cita hasta una decena artículos de la Ley general de Patrimonio presuntamente vulnerados y, como mínimo, once más de la Ley 2/1999 de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura. Considera IU que se pone en riesgo no solo el recinto amurallado, sino la «armonía del conjunto histórico». La solicitud al ministerio fiscal se resume en una acción de pura necesidad: si no se actúa ya no habrá vuelta atrás y será imposible devolver la Plaza Mayor a su estado anterior. A ello añade otros argumentos, como la ausencia del preceptivo informe arqueológico -la empresa dice que sí está- e incluso de la correspondiente licencia municipal de obras.
«Se ha levantado buena parte de la escalinata del Foro de los Balbos y se han realizado obras al pie mismo de la muralla vulnerando la Ley de Patrimonio, no solo por la proximidad de un monumento protegido sino por carecer del informe arqueológico», se lee en el documento enviado a la Fiscalía. Destaca Pavón que la ley fija una franja de seguridad de 200 metros que no se ha respetado en este caso.
Arreglo de la muralla
Sin embargo, a las razones puramente técnicas se suman otras que vienen dadas por la actual coyuntura: «Además de cometer un atentado contra la identidad de la Plaza Mayor, que en estas circunstancias de crisis se tire el dinero, no es de recibo», viene a señalar Santiago Pavón, que se pone a disposición de la plataforma ciudadana que ya ha mostrado sus reticencias sobre unas obras en entredicho desde antes incluso de arrancar. «La misma plaza requiere unas pequeñas actuaciones, pero no es admisible este proyecto». La opinión de IU encuentra el eco de lo sucedido en San Juan y la Concepción, dos proyectos del Consorcio Cáceres 2016 que se han paralizado por la vía política tras unir sus votos IU y PP. «Se va a cometer un atentado», advierte Pavón, mientras las voces de los hosteleros y comerciantes quieren unirse con un solo altavoz, en este caso a través de Aeca. Esta misma semana se celebrará una entrevista entre los empresarios y el Ayuntamiento, tras la reunión con Placonsa y los técnicos del pasado jueves.
IU plantea que se detenga la obra de la Plaza Mayor pero se aproveche la inversión. Asume que Placonsa ganaría en cualquier juzgado una demanda por daños y perjuicios y propone que sea esa misma empresa la que acometa el arreglo de la muralla, que según el último estudio sufre más de un millar de patologías. «Se está cayendo a trozos y nos pueden quitar el título de Patrimonio de la Humanidad. Proponemos que ese dinero se utilice para recuperar la muralla», insiste Pavón.
Taxis y quejas
La obra sigue trayendo consecuencias. Una de ellas, la desaparición de la parada de taxis. Ayer el Ayuntamiento insistió en que pasa a Gran Vía. Sin embargo, la solución no convence. De hecho, allí no se ven vehículos de estos profesionales. «No hay salida para Mejostilla y Pinilla. ¿Para que vamos a estar ahí?», reflexiona uno de ellos, que se queja de la incomodidad de los accesos, a través de la Plaza Marrón, y de que el escaso espacio se usa para carga y descarga.
El presidente provincial del gremio, Gonzalo Najarro, confirma que no piensan instalarse en Gran Vía: «Los taxistas de la Plaza Mayor han ido a otras paradas. No tiene sentido estar en Gran Vía, con las obras solo daríamos servicio a San Juan y Pizarro». De esta forma, la parada más próxima al casco histórico pasa a ser la de Avenida de España, 1.