Una monarquía no tan idílica (Asturias)

Los autores de ´Arqueología medieval de Asturias´ creen que la investigación mostrará la verdadera historia del Reino de Asturias.

AE Nl Reino de Asturias fue un periodo de estabilidad política. Al menos, así se ha reflejado en los libros de historia. Pero lo cierto es que la imagen llega distorsionada hasta nuestros días. Primero, la intención de infundir temor a posibles enemigos la potenció durante la Edad media. Ya en el siglo XX, el dictador Francisco Franco la utilizó como uno de los iconos principales para la promoción de su España grande y libre . El concepto de reconquista como origen de la nación justificaba el ideario político de la época.

Quiénes fueron en realidad los reyes asturianos? Desde luego, no formaban un colectivo que viviera en armonía. Los autores de Arqueología medieval en Asturias , Iván Muñiz López y Alejandro García Alvarez-Busto sostienen que esta etapa no fue tan pacífica como se cuenta. "Se vieron involucrados en varias guerras en guerras civiles y hasta en golpes de Estado", indicó Muñiz. "Hubo monarcas que hoy consideramos legítimos pero que entonces eran ilegítimos".

Cómo se llega a esta conclusión? Los autores de la publicación galardonada el año pasado con el premio Alfredo Quirós Fernández 2008-2009 son además los directores de las excavaciones en el Castillo de Gauzón en Castrillón, que este año empezará su cuarta campaña y que ha sido, junto al castillo de Peñaferruz en Gijón, uno de los descubrimientos más importantes de los últimos tiempos para la investigación del Reino de Asturias. Situada en el Peñón de Raíces, la fortaleza ocupa unas 14.000 metros cuadrados.

Esta fortificación da pistas que llevan a pensar que los reyes asturianos no eran poderosos por sí mismos. Tampoco surgieron de la nada. Detrás tenían el apoyo de una aristocracia consolidada. Ambas construcciones se atribuían al reinado de Alfonso III (entre los siglos IX y X), como el resto de castillos, pero en los últimos años se ha demostrado que son bastante más antiguas (de los siglos VII y VIII). El carbono 14, que derrumbó leyendas como la de la Cruz de la Victoria o la de la espada del rey Pelayo, volvía a reescribir la historia del Castillo de Gauzón.

En Arqueología medieval en Asturias , los dos arqueólogos desgranan los descubrimientos realizados en estas excavaciones. La construcción del castillo, señalan, "indica la presencia de una poderosa jerarquía social capaz de emplear los mejores recursos de la época en la creación de un asentamiento fortificado". Lo mismo sucede con la utilización de ladrillos o tejas.

Durante muchos años, se pensó que los monumentos emblemáticos del prerrománico, como Santa María del Naranco, eran los únicos de referencia para la época en lo que se refiere a elementos arquitectónicos no efímeros, con una simbología del poder. Hoy se sabe que no es así. Aunque quedan muchas excavaciones por realizar, los dos arqueólogos explican que existen cerca de 200 castillos identificados en Asturias.

El siguiente paso será aportar luz sobre las aldeas medievales. Los dos arqueólogos dudan que estos asentamientos tuvieran mucho que ver con los pueblos asturianos como se conocen hoy. "Hasta ahora quizá había más una arqueología política, de las grandes batallas y de los castillos. Hoy la arqueología se vuelve más democrática y se da más protagonismo a las comunidades campesinas", apuntó Alejandro Díaz. Para él, el fenómeno que se vive en la investigación se une a que "cada vez la sociedad está más interesada por el pasado".

En esta nueva etapa, que aportará más luz a una de las etapas de mayor esplendor en la historia de Asturias, será fundamental el trabajo en las necrópolis. Estas excavaciones permitirían conocer algo más de cerca cómo vivían los asturianos de la Edad Media. Las obras y las remodelaciones realizadas con posterioridad a la actual Ley de Patrimonio --que data de 2002-- ha propiciado un incremento de estas investigaciones sobre el terreno.

Los dos investigadores recuerdan que lo poco que se conoce de ellos procede de la documentación de los señores feudales, que pudo haber sido parte interesada y como tal, haber distorsionado la realidad. "No se trata de descartar otras ideas", comentó Muñiz sobre las leyendas cuya veracidad se pone en duda, "pero el conocimiento de la historia avanza y hay que darles otra visión".