Restos de San Esteban (Murcia): Yacimiento sí, 'parking' no

Valcárcel anula el aparcamiento por el valor de los restos y la presión ciudadana y judicial
El presidente subraya que tomó la decisión hace 20 días ante la magnitud del hallazgo de San Esteban


Parque arqueológico y parada de carruajes no son compatibles. El esplendor de la Murcia árabe de los siglos XII y XIII se ha impuesto al polémico aparcamiento subterráneo en el jardín de San Esteban. Con la movilización ciudadana al rojo vivo y debido a la espectacularidad y «magnitud de los restos» encontrados, el presidente Ramón Luis Valcárcel declaró ayer oficialmente que no se va a construir el 'parking'. Precisó que esta decisión la tomó hace veinte días, aunque la oposición denunció que el Gobierno regional ha actuado obligado por el movimiento ciudadano y la protesta de colectivos articulados por la Plataforma de Defensa del Patrimonio Arqueológico de San Esteban. Esta presión alcanzó su punto álgido con una protesta a primeras horas de la mañana junto a las excavaciones, al conocerse que se estaban desmontando parte de los restos. A partir de ahí se precipitaron los acontecimientos. La Fiscalía presentó una denuncia en el juzgado por presunta prevaricación y atentado contra el patrimonio. La juez de guardia no tardó en reaccionar y ordenó a primera hora de la tarde que no se tocara una piedra.

Charla con el alcalde

El informe que emitió la Dirección General de Bellas Artes, que admitía la compatibilidad entre la conservación de los restos arqueológicos y el 'parking', se deshizo ayer como un azucarillo. La urgencia de los acontecimientos contagió también al ámbito político con una conversación telefónica por la mañana entre Valcárcel, que se encontraba en Bonn, y Miguel Ángel Cámara. «Olvida el aparcamiento, hay que poner punto final», le dijo el presidente de la Comunidad. «Lo tengo claro», respondió el alcalde.
Con la denuncia de la Fiscalía en el juzgado, y antes de que trascendiera la orden de paralización cautelar dictada por la jueza de guardia, el jefe del Ejecutivo explicó, a preguntas de 'La Verdad', que días atrás había dado instrucciones al consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, para que se olvidara del aparcamiento. «Aunque al principio se habló de compatibilidad, dije que lo veía muy difícil. Mi primera decisión fue que se diera prioridad al yacimiento. Después, cuando llegó el estudio técnico, y a la vista de la magnitud de los hallazgos, se sustituyó la prioridad de los restos por la exclusividad. Sólo era posible conservar los hallazgos arqueológicos, mientras que el 'parking' era imposible del todo». Según recalcó, la Consejería sabía desde el mismo momento en que se conoció el informe de Enrique Ujaldón que el aparcamiento no se iba a hacer. Subrayó que esta decisión se tomó hace veinte días.
Algo parece que falló en la cadena de mando porque algunos actores no procesaron los extremos de tales instrucciones mientras la calle tomaba la delantera. Esta claridad del presidente no se compadecía, de cara a la opinión pública, con el terreno movedizo que pisaban la Dirección General de Bellas Artes, la Concejalía y la empresa concesionaria, que se atenían a la literalidad del informe de Ujaldón. Hasta las declaraciones de Valcárcel, la posición oficial de la Consejería y del Ayuntamiento era que había que preservar a toda costa los restos, pero que quedaba abierta la opción del 'parking' hasta que no hubiera otro informe contrario.

Parar las excavaciones

El alcalde manifestó el jueves pasado que el yacimiento es «una oportunidad» para la ciudad y abundó en el objetivo de poner los restos en valor. El presidente quiso ayer eliminar «cualquier ambigüedad y poner punto y final». En su ánimo está asimismo evitar que los ciudadanos se sigan manifestando ante las excavaciones al menor indicio de que se esté moviendo algo.
Añadió que también había dado instrucciones para que se paralizaran las excavaciones hasta que los expertos decidan qué hacer. La Dirección General de Bellas Artes ejecutó una orden que llegaba por partida doble, puesto que el requerimiento de la jueza de guardia era determinante. «Hay que poner un candado o una puerta blindada si hace falta para que no se mueva nada», señaló el presidente. «No hay que buscar restos del siglo XII ni del XI. Debe quedar todo tal y como está ahora». El Gobierno regional quiere que se cree un gran foro de expertos locales, nacionales e internacionales y que se abra un debate para decidir de qué manera se conservan los restos y cómo se exhiben unos testimonios de tanta importancia. El Ejecutivo acaricia un proyecto museístico siguiendo unas pautas similares a las del Teatro Romano de Cartagena.
Sobre la situación en la que queda la empresa concesionaria -el Grupo La Generala y Gestión de Aparcamientos y Estacionamientos-, el presidente comentó que queda en manos del Ayuntamiento. Recordó que los terrenos son patrimonio de la Comunidad y se cedieron al Ayuntamiento para uso público.
En un comunicado, el alcalde Miguel Ángel Cámara respaldó la decisión de la Comunidad Autónoma y consideró «inviable» construir el aparcamiento subterráneo atendiendo a la importancia de los restos arqueológicos y «al interés general de todos los murcianos». Cámara se reafimó en la «magnífica oportunidad» del hallazgo. También considera «adecuada» la decisión de Bellas Artes de interrumpir las excavaciones. Precisó que el Ayuntamiento y la Comunidad trabajarán de forma conjunta.

Críticas del PSOE e IU

El secretario general del PSRM, Pedro Saura, pidió el cese inmediato de todo el equipo directivo de la Consejería de Cultura. «Que se vayan a su casa porque no están capacitados». «Ya era hora de que Valcárcel tomara cartas en el asunto ante tamaña tropelía», añadió. «Ha tenido que ser la fuerte movilización social y la acción de la justicia las que han obligado a Valcárcel a frenar tamaña destrucción». También criticó a Cámara «por su falta de visión». Para Esther Herguedas, de IU, Valcárcel «ha llegado tarde» y ha triunfado el movimiento ciudadano.