El Arqueológico exhibe en una muestra la singularidad de la cerámica omeya

La exposición, formada por 29 piezas de cerámica verde y manganeso, da comienzo al programa de actividades organizado para celebrar la apertura de la Sede Institucional de Medina Azahara

La originalidad y creatividad que la dinastía omeya plasmó durante el califato de Córdoba en la cerámica realizada en Medina Azahara constituye un ejemplo singular de la riqueza y el poder del que estos soberanos gozaron durante el siglo X. Ahora, con motivo de la apertura de la Sede Institucional de la ciudad palatina, que inaugurará el próximo viernes 9 la Reina Doña Sofía, el Museo Arqueológico acoge una exposición de cerámica verde y manganeso compuesta por 29 piezas (25 de ellas nunca se han expuesto) de gran belleza y que muestran un aspecto clave de la cultura de Medina Azahara.

Bajo el título de Blanco, verde, negro, en alusión a los colores que presentan estas piezas, el museo exhibe una selección de ataifores o platos hondos, jarras y algunos vasos hallados en Córdoba, tanto en Medina Azahara como en excavaciones en el casco urbano de la ciudad. La dos piezas más importantes exhibidas son un ataifor decorado en su fondo con un caballo enjaezado en actitud de marcha y cenefas de palmetas, extraordinario por la rareza del tema de su ornamentación; y un fragmento de botella o jarra con personajes que, según los restauradores, puede representar una escena de corte o una fiesta.

En la exposición, que estará abierta hasta el mes de marzo, se muestra la tricomía de la ornamentación vidriada de estas piezas. El blanco es el color de los omeyas, el verde el del profeta Mahoma, mientras que el negro representa la austeridad y la dignidad del trono califal. "Podríamos decir que son los colores corporativos de Al Ándalus, los que siempre estuvieron presentes no sólo en la ciudad palatina, sino en todo lo que era el imperio", explicó ayer el delegado de Cultura de la Junta, Joaquín Dobladez, en la inauguración de la muestra.

Esta cerámica verde y manganeso, símbolo del estado, se expandió por todo el territorio de Al Ándalus. Sin embargo, es en Córdoba donde tiene mayor presencia, ya que aparecen incluso en los ambientes domésticos más humildes piezas valiosas dentro de las vajillas de uso doméstico.

Aunque el origen de la cerámica verde y manganeso no está muy claro, las investigaciones aseguran que está íntima e ineludiblemente vinculada al califato cordobés. Su descubrimiento se realizó a finales del siglo XIX, aunque no fue hasta 1912 cuando Ricardo Velázquez Bosco la sacó a la luz en Medina Azahara. Además, la decoración de las piezas de la ciudad palatina rompe el tópico musulmán ya que plasma formas humanas y animales supeditando lo religioso en función de la dinastía.

La Consejería de Cultura ha programado también con motivo de la apertura del centro de interpertación de Medina Azahara otra exposición que se localizará en el Museo de Bellas Artes compuesta por documentos y piezas relacionadas con el arte califal, una videocreación del fotógrafo cordobés Rafael Carmona que se exhibirá en la Filmoteca y un concierto de Noa, Mira Awad, Miguel Poveda y Rachid Taha que se celebrará el sábado 10 en República Argentina. Además, el lunes 5 la Delegación de Cultura acogerá un Foro Joly en el que la consejera de Cultura, Rosa Torres, y la diputada por Córdoba en el Congreso, Carmen Calvo, intercambiarán impresiones sobre el pasado, presente y futuro del Conjunto Arqueológico Medina Azahara.