Seis yacimientos en torno a las obras del tren de alta velocidad
7/9/09 .- Hoy
La construcción de la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa atravesando el territorio extremeño de este a oeste y conectando las principales ciudades de la región con estas dos capitales en menos de tres horas, se articula como una de las obras de infraestructura más importantes para nuestra región de los últimos tiempos.
Al igual que la Autovía de la Plata, estos grandes corredores aprovechan las rutas naturales de comunicación que se vienen usando desde la prehistoria, por lo que no resulta extraña la presencia de yacimientos en su entorno. En este sentido, es necesario compatibilizar la construcción de estos modernos sistemas de comunicación con la conservación de los yacimientos, objetivo fundamental para la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura.
Para hacer posible este objetivo se articulan una serie de medidas secuenciadas en el tiempo. Mucho antes de que comiencen las obras, ha existido un estudio previo para definir los corredores más adecuados por donde discurrirá el tren de alta velocidad. En esta primera elección, los servicios técnicos de la Consejería de Cultura y Turismo facilitan al Ministerio de Fomento la información disponible en la Carta Arqueológica de Extremadura sobre todos los yacimientos que pueden verse afectados en cada alternativa propuesta y plantean unas primeras medidas preventivas de carácter general cuyo objetivo es intensificar el conocimiento sobre el patrimonio arqueológico existente en cada uno de los corredores y preservar los enclaves arqueológicos de afecciones que pudieran provocar las obras.
Seleccionado el corredor definitivo por donde discurrirá el trazado, comienza una nueva fase de estudios previos en la que se elabora el proyecto de construcción de la vía, subdividido a su vez en numerosos tramos. Cada uno de estos tramos conlleva un estudio arqueológico de detalle en el que se realiza la prospección intensiva del trazado propuesto para determinar la existencia de yacimientos inéditos que no hubieran sido tenidos en cuenta en la fase anterior. Recibido en la Dirección General de Patrimonio el informe técnico con los resultados de estas prospecciones, se indican al Ministerio de Fomento las medidas correctoras y preventivas que compatibilicen la construcción de la línea de alta velocidad con la conservación de los restos arqueológicos que pudieran haberse documentado en el trazado previsto.
La última fase del proceso es la propia construcción de la plataforma por donde discurrirá el AVE. En esta fase las empresas constructoras adjudicatarias de la obra asumen las medidas correctoras y preventivas que se habían articulado en la fase anterior de estudios previos y como consecuencia de la misma se establecen controles arqueológicos sobre todos losmovimientos de tierra que alteren la superficie natural del terreno. Si como consecuencia de estos controles se descubriera la presencia de algún yacimiento no detectado en los estudios precedentes, se procede al balizamiento inmediato de la zona de aparición de restos para preservarlo de cualquier movimiento de tierras, y a continuación, se evalúan las características del hallazgo (extensión del yacimiento, cronología de los restos, grado de afección de la obra respecto a los mismos), tras lo cual se procede a la excavación completa del yacimiento. Una vez finalizada la misma y habiendo sido depositados los materiales en el museo arqueológico correspondiente (el de Badajoz o el de Cáceres respectivamente para las intervenciones realizadas en cada una de estas provincias) y entregado el informe técnico preceptivo en la Dirección General de Patrimonio, se procede a continuar con las obras en este punto. Todas estas actuaciones se coordinan directamente con los técnicos de ADIF y con la empresa constructora de la línea de alta velocidad de tal manera que los trabajos arqueológicos ocasionen la menor incidencia posible respecto al plazo de finalización de la obra, todo ello sin menoscabo de la calidad científica de los trabajos.
En este sentido, en aquellos casos en donde las características del yacimiento lo aconsejen, se establecen colaboraciones científicas con departamentos universitarios especializados.
Últimos hallazgos
Como consecuencia de los controles arqueológicos que se han venido estableciendo en los tramos actualmente en obras (Badajoz-Mérida y Mérida-Cáceres), han sido localizados y posteriormente estudiados varios yacimientos de diversas cronologías y tipología. En el primero de los tramos (Badajoz-Mérida), en el término municipal de Novelda del Guadiana, se halló el yacimiento de 'Las Bardocas'. Se trata de un pequeño complejo de época romana en el que destaca la presencia de los restos de un edifico termal, además de hornos y almacenes.
Más cercano a Mérida se ha podido estudiar también la necrópolis de ‘'La Veguita', en el término municipal de Torremayor. Fue localizada en una zona de préstamos (lugar destinado a extraer áridos para la construcción) y se excavó una pequeña parte de la misma, al suspenderse la extracción de áridos en esta zona para preservar el yacimiento. Se trata de una necrópolis musulmana con los cuerpos enterrados en fosas muy estrechas y alargadas, sin ajuar y colocados en posición decubito lateral derecho con las piernas ligeramente flexionadas.
Pero sin lugar a dudas en este tramo el hallazgo más destacado son dos mausoleos adosados aparecidos en el yacimiento denominado 'La Tablilla' o también 'Valdelobos'. Se trata de una estructura rectangular realizada a base de sillería granítica con dos cámaras destinadas a acoger los restos funerarios. Esta estructura posiblemente esté relacionada con los restos de una villa romana de la que han sido excavadas algunas estancias relacionadas con funciones de almacenamiento que osteriormente se amortizan con una necrópolis que se prolonga durante toda la fase visigoda. Finalmente ya en época emiral, durante los siglos VIII y IX la zona se vuelve a reocupar con un asentamiento de carácter eminentemente agropecuario. Los restos que han sido excavados pertenecen a un importante campo de silos, subestructuras de tendencia circular excavadas en el suelo utilizadas para almacenar alimentos.
Ya en el siguiente tramo de Mérida a Cáceres, en las cercanías del cruce de las Herrerías, aunque situado en el término municipal de Cáceres, ha tenido lugar el hallazgo más reciente de todos los realizados hasta el momento en las obras del AVE. En la finca 'Las Cardosas' los trabajos de control arqueológico han caracterizado y delimitado un yacimiento vinculado con una gran villa romana que se sitúa en los alrededores del trazado. Los restos, pendientes de excavación, parecen interpretarse como una zona relacionada con funciones agropecuarias propias de este tipo de asentamiento. Más adelante, en la zona denominada como 'El Trasquilón', también dentro del término municipal de Cáceres, fueron excavadas diversos emplazamientos (’Trasquilón 1, 2 y 3’) relacionados con una gran villa romana. Las estancias excavadas corresponden a aprovechamientos exclusivamente agrícolas relacionadas con la molienda de grano, producción de aceite, labores ganaderas y almacenes, todo ello definido a partir de los materiales asociados entre los que destacan la presencia de objetos de hierro (hachas, hoces, punzones, cencerros) y otros relacionados con la molturación (molinos y un contrapeso de prensa). La cronología de esta villa, aún pendiente de un estudio más detallado de los materiales, abarcaría un amplio margen cronológico entre los siglos IV al VIII d. C.
Por último, por sus especiales características tanto cronológicas como constructivas, habría que destacar el yacimiento prerromano de 'La Ayuela' en el término municipal de Aldea del Cano. Fue localizado durante los trabajos de control arqueológico en torno al punto kilométrico 11+900 del trazado. Su excavación, en la que ha intervenido como dirección científica el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Extremadura, ha permitido sacar a la luz los restos de un complejo edificio de época protohistórica que ocuparía una superficie aproximada de unos 1150 metros cuadrados. El enclave se situaba en una zona elevada junto a un pequeño cauce tributario del río Ayuela que da nombre al yacimiento y que cruzaba el área de norte a sur. Toda la edificación, con varias fases constructivas diacrónicas, aún en fase de estudio, y que iban modificando sucesivamente la estructura organizativa del complejo arquitectónico que se disponía en torno a un patio central. Se han identificado 31 habitaciones que presentan de manera general planta de tendencia rectangular delimitadas con zócalos de piedra sobre los que descansarían alzados de adobe o tapial y en el interior suelos de tierra apisonada.
Aunque todo el complejo se encuentra aún en fase de estudio es posible avanzar que nos hallamos ante los restos de una gran residencia rural que se desarrollaría entre los siglos VI y V a. C. sobre la que gravitaría la explotación económica del entorno.
Al igual que la Autovía de la Plata, estos grandes corredores aprovechan las rutas naturales de comunicación que se vienen usando desde la prehistoria, por lo que no resulta extraña la presencia de yacimientos en su entorno. En este sentido, es necesario compatibilizar la construcción de estos modernos sistemas de comunicación con la conservación de los yacimientos, objetivo fundamental para la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Extremadura.
Para hacer posible este objetivo se articulan una serie de medidas secuenciadas en el tiempo. Mucho antes de que comiencen las obras, ha existido un estudio previo para definir los corredores más adecuados por donde discurrirá el tren de alta velocidad. En esta primera elección, los servicios técnicos de la Consejería de Cultura y Turismo facilitan al Ministerio de Fomento la información disponible en la Carta Arqueológica de Extremadura sobre todos los yacimientos que pueden verse afectados en cada alternativa propuesta y plantean unas primeras medidas preventivas de carácter general cuyo objetivo es intensificar el conocimiento sobre el patrimonio arqueológico existente en cada uno de los corredores y preservar los enclaves arqueológicos de afecciones que pudieran provocar las obras.
Seleccionado el corredor definitivo por donde discurrirá el trazado, comienza una nueva fase de estudios previos en la que se elabora el proyecto de construcción de la vía, subdividido a su vez en numerosos tramos. Cada uno de estos tramos conlleva un estudio arqueológico de detalle en el que se realiza la prospección intensiva del trazado propuesto para determinar la existencia de yacimientos inéditos que no hubieran sido tenidos en cuenta en la fase anterior. Recibido en la Dirección General de Patrimonio el informe técnico con los resultados de estas prospecciones, se indican al Ministerio de Fomento las medidas correctoras y preventivas que compatibilicen la construcción de la línea de alta velocidad con la conservación de los restos arqueológicos que pudieran haberse documentado en el trazado previsto.
La última fase del proceso es la propia construcción de la plataforma por donde discurrirá el AVE. En esta fase las empresas constructoras adjudicatarias de la obra asumen las medidas correctoras y preventivas que se habían articulado en la fase anterior de estudios previos y como consecuencia de la misma se establecen controles arqueológicos sobre todos losmovimientos de tierra que alteren la superficie natural del terreno. Si como consecuencia de estos controles se descubriera la presencia de algún yacimiento no detectado en los estudios precedentes, se procede al balizamiento inmediato de la zona de aparición de restos para preservarlo de cualquier movimiento de tierras, y a continuación, se evalúan las características del hallazgo (extensión del yacimiento, cronología de los restos, grado de afección de la obra respecto a los mismos), tras lo cual se procede a la excavación completa del yacimiento. Una vez finalizada la misma y habiendo sido depositados los materiales en el museo arqueológico correspondiente (el de Badajoz o el de Cáceres respectivamente para las intervenciones realizadas en cada una de estas provincias) y entregado el informe técnico preceptivo en la Dirección General de Patrimonio, se procede a continuar con las obras en este punto. Todas estas actuaciones se coordinan directamente con los técnicos de ADIF y con la empresa constructora de la línea de alta velocidad de tal manera que los trabajos arqueológicos ocasionen la menor incidencia posible respecto al plazo de finalización de la obra, todo ello sin menoscabo de la calidad científica de los trabajos.
En este sentido, en aquellos casos en donde las características del yacimiento lo aconsejen, se establecen colaboraciones científicas con departamentos universitarios especializados.
Últimos hallazgos
Como consecuencia de los controles arqueológicos que se han venido estableciendo en los tramos actualmente en obras (Badajoz-Mérida y Mérida-Cáceres), han sido localizados y posteriormente estudiados varios yacimientos de diversas cronologías y tipología. En el primero de los tramos (Badajoz-Mérida), en el término municipal de Novelda del Guadiana, se halló el yacimiento de 'Las Bardocas'. Se trata de un pequeño complejo de época romana en el que destaca la presencia de los restos de un edifico termal, además de hornos y almacenes.
Más cercano a Mérida se ha podido estudiar también la necrópolis de ‘'La Veguita', en el término municipal de Torremayor. Fue localizada en una zona de préstamos (lugar destinado a extraer áridos para la construcción) y se excavó una pequeña parte de la misma, al suspenderse la extracción de áridos en esta zona para preservar el yacimiento. Se trata de una necrópolis musulmana con los cuerpos enterrados en fosas muy estrechas y alargadas, sin ajuar y colocados en posición decubito lateral derecho con las piernas ligeramente flexionadas.
Pero sin lugar a dudas en este tramo el hallazgo más destacado son dos mausoleos adosados aparecidos en el yacimiento denominado 'La Tablilla' o también 'Valdelobos'. Se trata de una estructura rectangular realizada a base de sillería granítica con dos cámaras destinadas a acoger los restos funerarios. Esta estructura posiblemente esté relacionada con los restos de una villa romana de la que han sido excavadas algunas estancias relacionadas con funciones de almacenamiento que osteriormente se amortizan con una necrópolis que se prolonga durante toda la fase visigoda. Finalmente ya en época emiral, durante los siglos VIII y IX la zona se vuelve a reocupar con un asentamiento de carácter eminentemente agropecuario. Los restos que han sido excavados pertenecen a un importante campo de silos, subestructuras de tendencia circular excavadas en el suelo utilizadas para almacenar alimentos.
Ya en el siguiente tramo de Mérida a Cáceres, en las cercanías del cruce de las Herrerías, aunque situado en el término municipal de Cáceres, ha tenido lugar el hallazgo más reciente de todos los realizados hasta el momento en las obras del AVE. En la finca 'Las Cardosas' los trabajos de control arqueológico han caracterizado y delimitado un yacimiento vinculado con una gran villa romana que se sitúa en los alrededores del trazado. Los restos, pendientes de excavación, parecen interpretarse como una zona relacionada con funciones agropecuarias propias de este tipo de asentamiento. Más adelante, en la zona denominada como 'El Trasquilón', también dentro del término municipal de Cáceres, fueron excavadas diversos emplazamientos (’Trasquilón 1, 2 y 3’) relacionados con una gran villa romana. Las estancias excavadas corresponden a aprovechamientos exclusivamente agrícolas relacionadas con la molienda de grano, producción de aceite, labores ganaderas y almacenes, todo ello definido a partir de los materiales asociados entre los que destacan la presencia de objetos de hierro (hachas, hoces, punzones, cencerros) y otros relacionados con la molturación (molinos y un contrapeso de prensa). La cronología de esta villa, aún pendiente de un estudio más detallado de los materiales, abarcaría un amplio margen cronológico entre los siglos IV al VIII d. C.
Por último, por sus especiales características tanto cronológicas como constructivas, habría que destacar el yacimiento prerromano de 'La Ayuela' en el término municipal de Aldea del Cano. Fue localizado durante los trabajos de control arqueológico en torno al punto kilométrico 11+900 del trazado. Su excavación, en la que ha intervenido como dirección científica el Departamento de Prehistoria de la Universidad de Extremadura, ha permitido sacar a la luz los restos de un complejo edificio de época protohistórica que ocuparía una superficie aproximada de unos 1150 metros cuadrados. El enclave se situaba en una zona elevada junto a un pequeño cauce tributario del río Ayuela que da nombre al yacimiento y que cruzaba el área de norte a sur. Toda la edificación, con varias fases constructivas diacrónicas, aún en fase de estudio, y que iban modificando sucesivamente la estructura organizativa del complejo arquitectónico que se disponía en torno a un patio central. Se han identificado 31 habitaciones que presentan de manera general planta de tendencia rectangular delimitadas con zócalos de piedra sobre los que descansarían alzados de adobe o tapial y en el interior suelos de tierra apisonada.
Aunque todo el complejo se encuentra aún en fase de estudio es posible avanzar que nos hallamos ante los restos de una gran residencia rural que se desarrollaría entre los siglos VI y V a. C. sobre la que gravitaría la explotación económica del entorno.
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