Castillo de çebolla o yubayla
18/8/09 .- http://www.lasprovincias.es
La sensibilidad por el patrimonio arqueológico y monumental de la Comunidad Valenciana cada vez es más evidente. De hecho, las informaciones recogidas últimamente en los medios de comunicación reflejan que la Consellería de Cultura declara parque arqueológico el yacimiento del Cabezo Redondo de Villena, y también la urgencia en sanear el lienzo de muralla del castillo de Santa Bárbara de Alicante, hechos que confirman la afirmación.
Las excavaciones llevadas a cabo en el castillo del Puig de Santa María nos han testimoniado algunos acontecimientos históricos relacionados con dicho enclave en época medieval y nos proporcionan idea de la importancia estratégica de esta fortificación en tiempos pasados.
La demarcación territorial del Puig de Santa María alberga vestigios ibéricos e indicios del proceso de romanización. Las primeras fuentes escritas que aluden a la población corresponden a la época musulmana, período en que la plaza alcanzó gran notoriedad como constatan la Primera Crónica General, la Historia Roderici, el Poema de Mío Cid y posteriormente la Chrónica del rey en Iacme.
Esta localidad de la comarca de l'Horta Nord de Valencia, situada a 15 km. de dicha ciudad y en la ruta que une Morvedre a la capital del Reino es citada en el Cantar de Mío Cid con el topónimo de "Çebola". Grandes son las ganançias // que mío Çid fechas ha,// prisieron Çebola // e quanto que es i adelant,
También se la ha documentada en fuentes medievales como la fortaleza de Yubayla.
Las fuentes recogen que en 1092 el de Vivar inició el cerco de Yubayla -Puig de Santa María-. En 1093 tomaba el Cid dicha fortaleza. Conquistada la población, asentó el campamento y desde él realizó algaradas recorriendo y devastando la huerta y robando ganados del norte de la ciudad de Valencia.
Posteriormente se trasladaría con sus mesnadas hasta las inmediaciones de Valencia, gobernada entonces por el cadí Ibn Yahhaf. El arabista e historiador Huici Miranda afirmó que una vez fortificada y bien provista la fortaleza de Yubayla, el noble castellano, en la primavera de 1093, traslada su campamento militar a la partida de Mestalla, toma el arrabal de la Vilanova y luego el de la Alcudia para emprender en toda regla el cerco de Valencia.
La Primera Crónica General afirma que el Cid después de cercar Valencia ordenó derribar torres, edificaciones y casas que se alzaban en el entorno de la ciudad, enviando toda la piedra y madera aprovechable a Yubayla para construir la villa junto a su castillo.
Los restos castellológicos conservados de la fortaleza del Puig son escasos y se hallan dispersos en la cumbre y ladera del cerro donde se levantó el castillo.
Las recientes excavaciones realizadas en 2006 y 2007 han sacado a la luz, bajo la torre del homenaje, restos de cerámica de época islámica del siglo XI y el foso defensivo de la fortificación.
El Puig tuvo gran relevancia debido a la estratégica situación de su notable castillo y fue derruido por los propios sarracenos para evitar que fuera usado por las tropas del monarca Jaime I en su avance hacia la conquista de Valencia.
Al ser ocupado por las tropas cristianas en 1237 fue reconstruido y defendido por una guarnición al mando del noble aragonés Bernardo Guillem de Entenza quien tuvo que enfrentarse a las fuerzas del rey moro de Valencia Ibn Zayyan derrotándolas en la denominada "Batalla del Puig", celebrada según fuentes islámicas el 20 de agosto de 1237 y que ha sido mitificada por las crónicas medievales cristianas.
Tras la incorporación de la localidad y su castillo a la órbita cristiana fue cedida al caballero Arnau de Cardona el año 1240.
Las excavaciones llevadas a cabo en el castillo del Puig de Santa María nos han testimoniado algunos acontecimientos históricos relacionados con dicho enclave en época medieval y nos proporcionan idea de la importancia estratégica de esta fortificación en tiempos pasados.
La demarcación territorial del Puig de Santa María alberga vestigios ibéricos e indicios del proceso de romanización. Las primeras fuentes escritas que aluden a la población corresponden a la época musulmana, período en que la plaza alcanzó gran notoriedad como constatan la Primera Crónica General, la Historia Roderici, el Poema de Mío Cid y posteriormente la Chrónica del rey en Iacme.
Esta localidad de la comarca de l'Horta Nord de Valencia, situada a 15 km. de dicha ciudad y en la ruta que une Morvedre a la capital del Reino es citada en el Cantar de Mío Cid con el topónimo de "Çebola". Grandes son las ganançias // que mío Çid fechas ha,// prisieron Çebola // e quanto que es i adelant,
También se la ha documentada en fuentes medievales como la fortaleza de Yubayla.
Las fuentes recogen que en 1092 el de Vivar inició el cerco de Yubayla -Puig de Santa María-. En 1093 tomaba el Cid dicha fortaleza. Conquistada la población, asentó el campamento y desde él realizó algaradas recorriendo y devastando la huerta y robando ganados del norte de la ciudad de Valencia.
Posteriormente se trasladaría con sus mesnadas hasta las inmediaciones de Valencia, gobernada entonces por el cadí Ibn Yahhaf. El arabista e historiador Huici Miranda afirmó que una vez fortificada y bien provista la fortaleza de Yubayla, el noble castellano, en la primavera de 1093, traslada su campamento militar a la partida de Mestalla, toma el arrabal de la Vilanova y luego el de la Alcudia para emprender en toda regla el cerco de Valencia.
La Primera Crónica General afirma que el Cid después de cercar Valencia ordenó derribar torres, edificaciones y casas que se alzaban en el entorno de la ciudad, enviando toda la piedra y madera aprovechable a Yubayla para construir la villa junto a su castillo.
Los restos castellológicos conservados de la fortaleza del Puig son escasos y se hallan dispersos en la cumbre y ladera del cerro donde se levantó el castillo.
Las recientes excavaciones realizadas en 2006 y 2007 han sacado a la luz, bajo la torre del homenaje, restos de cerámica de época islámica del siglo XI y el foso defensivo de la fortificación.
El Puig tuvo gran relevancia debido a la estratégica situación de su notable castillo y fue derruido por los propios sarracenos para evitar que fuera usado por las tropas del monarca Jaime I en su avance hacia la conquista de Valencia.
Al ser ocupado por las tropas cristianas en 1237 fue reconstruido y defendido por una guarnición al mando del noble aragonés Bernardo Guillem de Entenza quien tuvo que enfrentarse a las fuerzas del rey moro de Valencia Ibn Zayyan derrotándolas en la denominada "Batalla del Puig", celebrada según fuentes islámicas el 20 de agosto de 1237 y que ha sido mitificada por las crónicas medievales cristianas.
Tras la incorporación de la localidad y su castillo a la órbita cristiana fue cedida al caballero Arnau de Cardona el año 1240.
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