Libro sobre la casa gótica en Palma

Maria Barceló y Guillem Rosselló Bordoy publican un estudio sobre la fisonomía y las funciones de la casa gótica en Palma

Guillem Rosselló Bordoy, coautor de La casa gòtica a la ciutat de Mallorca, retira de la cabeza al ignoto en temas patrimoniales que en Palma se puede encontrar de una sola pieza una casa gótica original, con todos sus elementos. "Quedan restos aislados. Muchos edificios de esta época desaparecieron en el siglo XIX totalmente transformados".
Pese a ello, establece una pequeña nómina de vestigios medievales en las casas de Ciutat.
El historiador se refiere en primer lugar a Can Oleo, que en breve será sometida a una reforma, al igual que Can Serra, otro de los ejemplares interesantes de la época por los artesonados albergados en su interior.
Can Burgues, en la calle Sant Feliu, no mantiene casi ningún elemento medieval. En cambio, en una calle cercana, en Sant Gaietà, se alza Can Gradolí, que mantiene el patio de la época intacto.
La casa de la Almoina, aneja a la Catedral, es un ejemplo paradigmático de gótico tardío.
Continuando con la ruta trazada por Rosselló Bordoy, hay una parada obligatoria en la calle Botons, justo al lado de la plaza de Sant Jeroni, donde queda una fachada que muestra perfectamente cómo eran las casas de época gótica.
La explicación de la publicación se completa con el análisis de numerosos restos arqueológicos dispersos por la ciudad y documentación varia.
Las funciones de la casa gótica eran diferentes según los moradores que la habitaban. El historiador explica que las más grandes, con almacenes y despachos, son las que pertenecían a mercaderes, "los ricos en aquella época".