El fin de Sharq al-Andalus

VALENCIA. El octavo centenario del nacimiento de Jaime I ha tocado a su fin, y con él se abre el tiempo de otra efeméride, no menos crucial para la comprensión del pasado del Reino de Valencia. La Universitat de Val_ncia y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, en colaboración con Bancaja, han organizado una exposición que pone de relieve la lucha interior que sostuvieron los moriscos, que tuvieron que escoger entre abandonar su tierra y abandonar su fe por la cristiana.
En ella se esclarecen, entre otras muchas cuestiones, la conversión forzosa de los mudéjares y las razones económicas por las que los habitantes del Sharq al-Andalus (como llamaban los árabes a esta parte de la Península Ibérica) no fueron expulsados desde un primer momento y se tumba la idílica noción de que judíos, cristianos y árabes vivían en armonía.
Casi un centenar de obras artísticas, decorativas y documentos originales tejen el discurso de la muestra, para la que han sido necesarios dos años de investigación, cuyas conclusiones se recogen ahora en un completo catálogo.
Entre las obras expuestas destaca el Corán de Segorbe (el único valenciano); catecismos bilingües, con los que se trataba de evangelizar a los musulmanes; documentos de la presión inquisitorial; los seis lienzos de la Colección Bancaja sobre la expulsión, y un retrato de Felipe III, procedente del Museo del Prado.