Moriscos en el Muelle del Arenal (Crtagena, Murcia)

La Plaza de San Agustín acogió un convento y la sede el Ayuntamiento

L a plaza de San Agustín es una plaza cartagenera con solera y rica historia. A ella se entra por la plaza de José María Artes y por la calle de San Agustín y se sale a la calle Real. Y más que una plaza es una calle ancha.
En el siglo XVI, por la parte llana de la ciudad que miraba al mar, corrían las murallas que arrancaban en el caballero de la Puerta del Muelle Principal iban por la calle Real y torcían por la calle de la Seña para enlazar con el baluarte de la Puerta de Murcia. Más o menos ruinosas por su mala fábrica, se conservaron estas murallas hasta mediados del siglo XVIII. Entonces, fueron demolidas para las obras del Real Arsenal y del Presidio, que llegó a ser Cuartel de Instrucción de Marinería y ahora ha pasado a la Universidad Politécnica.
El lugar se llamó El Arenal y la parte bañada por el mar, Muelle del Arenal, por haberse construido allí sobre estacas un muelle para la carga y descarga de mercaderías y un varadero para los botes y las barcas de la Hermandad de la Pesquera.
Ordenanzas concejiles prohibieron en diferentes épocas de los siglos XVI y XVII que los dueños de estas barcas las dejaran con remos, timones y velas. Fueron muchas las veces que moros y esclavos las robaban burlando la vigilancia de los guardas del puerto, y con estas pequeñas embarcaciones se hacían a la mar buscando su libertad. También las usaban para salir al encuentro de los corsarios turcos y berberiscos que infestaban los mares de la ciudad.
Los frailes y el matadero
Por mayo de 1256, el rey don Alfonso X el Sabio concedió a los frailes ermitaños de la Orden de San Agustín la Fuente Santa para fundar el convento de San Juan. Como este monasterio estaba en lugar deshabitado y lejos de la ciudad, construyeron en el Arenal otro bajo la advocación de San Leandro y de él tomó posesión la comunidad el 1 de mayo de 1572.
No lejos estaba la casa-matadero, y los frailes se quejaron al Concejo repetidas veces, de que les era imposible la vida, sobre todo en verano, por los pestilentes vapores de la carne podrida que salían del sucio Matador.
Resultando insuficiente la Plaza de las Carnicerías para contener los puestos públicos, construyó el Ayuntamiento, a finales del siglo XVIII, en la Plaza de San Agustín unos poyos de mampostería para colocar en ellos las frutas y hortalizas que las gentes del campo traían a vender.
En 1804, el teniente de alguacil Mayor de Marina y celador de policía don Juan Arroyo sustituyó los poyos por un tinglado de piedra, ladrillo y madera que se llamó Lonja, sufrió infinitas modificacionesy, al construirse la Plaza del Parque el Mercado Lonja fue demolido, quedando una espaciosa plaza. El Ayuntamiento la cedió a un particular en remuneración por las obras en la calle del general Ordóñez y la construcción de las Escuelas Graduadas.
Desde mediados del siglo XVIII estuvo la Escuela de Caballeros Guardias Marinas, conocido por la Mayoría General,. Esta Escuela se trasladó en 1810 al palacio construida para ella en la Muralla del Mar. El Ayuntameinto se instaló en el número 7 hasta 1908.
Colegio de Maristas
En un inmueble de 1906 se instaló el Colegio de La Sagrada Familia, de los Hermanos Maristas hasta 1974. Ahora, hay bares y comercios y en uno de sus pisos estuvieron las oficinas de CC. OO. Pero no cabe duda que la plaza de San Agustín, ahora tan pacífica, tuvo una rica y variada historia.