Raquel Martínez Peñín: «La técnica alfarera de Marialba es similar a la de Jiménez de Jamuz»

25/11/08 .- http://www.diariodeleon.es

Analiza en su obra 11.000 fragmentos hallados en el yacimiento leonés
Raquel Martínez Peñín presenta hoy su libro «El mobiliario cerámico medieval de Marialba»


Como buena hija del valle del Jamuz, la historiadora Raquel Martínez Peñín ha dedicado sus trabajos de investigación, principalmente, a la cerámica, en concreto a la medieval, y hoy, a las 18.30 en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de León, presenta su libro El mobiliario cerámico medieval de la basílica de Marialba de la Ribera (León) , editado por Lobo Sapiens. Intervendrán, además de la autora, César Álvarez, catedrático de Historia Medieval; Gregoria Cabero, profesora de esta misma disciplina; y Carlos Fernández, decano de Filosofía y Letras.

Martínez Peñín, licenciada en Historia, analiza pormenorizadamente en este libro los cerca de 11.000 fragmentos cerámicos medievales encontrados en el yacimiento de la basílica de Marialba de la Ribera, de origen paleocristiano pero que estuvo en uso hasta la Alta Edad Media. Sorprende la gran variedad de objetos a los que pertenecieron estos fragmentos: jarras, ollas, botellas, cazuelas, barreños, tazas... que están «asociados a contextos funerarios», es decir, que se han encontrado en las necrópolis o enterramientos hallados en la famosa basílica y en sus cercanías. Todos estos fragmentos se encuentran actualmente depositados en el Museo de León. Raquel Martínez ha estudiado también la cerámica del yacimiento de Puente Castro y así, certifica, entre otras cosas, las «grandes similitudes» que presentan las dos facturas: se trata de unas piezas toscas, elaboradas con arcilla de la zona (la conocida como gris leonesa ), y cuyo estilo, curiosamente, recuerda «la cerámica tradicional de Jiménez de Jamuz». Las piezas aparecen en el material que «rellena» los enterramientos, pero no necesariamente ofrecen información sobre la vida cotidiana de aquellas personas al no corresponder a un mismo espacio temporal. En todo caso, la gran cantidad de fragmentos aparecidos y su variedad formal informan de la gran actividad que vivió el alfoz leonés entre los siglos IX y XIII. De hecho, Martínez Peñín muestra en el libro dos tipos de barros y de cocciones comprobados en los restos: la gris leonesa, «datada frecuentemente entre los siglos IX y XI», y un segundo grupo de finales del siglo XI pero sobre todo a partir del XII. «En los recipientes del primer tipo, la cocción por excelencia es la reductora, mientras que en los segundos prima la oxidante», asegura. Hora: 18.30. Lugar: Aula Magna de Filosofía y Letras.

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