Investigadores del CSIC estudian la ermita románica de los Santiagos, Alburquerque (Badajoz).
24/2/05 .- Hoydigtal/José Negrete - Alburquerque
Aplican un método de investigación novedoso denominado 'arqueología de la arquitectura'
Investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) están en Alburquerque haciendo un trabajo de investigación en la ermita visigoda de los Santiagos, ubicada en las estribaciones de la sierra de San Pedro.
Al frente del equipo se encuentra Luis Caballero Zoreda, investigador científico del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. El resto lo componen Fernando Arce, ayudante de investigación de dicho organismo y los arqueólogos Nacho Murillo y Mario Núñez.
Caballero es un enamorado del patrimonio extremeño, no en vano, ha estudiado diversos monumentos, el primero a principios de los años 70, la basílica de Alconétar, hoy anegada por las aguas del pantano de Alcántara. Además, investigó la basílica paleocristiana de Casa Herrera, la de Santa Eulalia y la de Santa Lucía del Trampal.
Han elegido ahora esta ermita en Alburquerque, que fue descubierta científicamente por José Bueno, quien la dató como visigoda, porque su idea es estudiar iglesias extremeñas para datarlas cronológica y culturalmente. En principio se han centrado en aquellas que son altomedievales o visigodas.
El trabajo de investigación pone en relación tres monumentos, uno en Portugal, la iglesia de Idanha a Velha, que estudian conjuntamente con un equipo del Instituto del Patrimonio Arquitectónico Portugués, la asturiana de San Miguel de Lillo, en colaboración con la Universidad de Oviedo, y ésta extremeña de los Santiagos, en la que cuentan con la ayuda del Ayuntamiento de Alburquerque, con Eduardo Maya a la cabeza.
Su objetivo es abrir líneas de investigación en las ermitas portuguesas, asturianas y extremeñas, sirviendo como proyecto puente para ver el potencial de cada uno de estos grupos de edificios de épocas altomedievales.
Luis Caballero y su equipo quieren aplicar un método de investigación novedoso llamado 'arqueología de la arquitectura', en virtud del cual aplican métodos de arqueología al edificio en lugar de al subsuelo, prescindiendo por tanto de las excavaciones.
Los Santiagos
En Alburquerque están haciendo la planimetría de la ermita de los Santiagos, iglesia que siempre ha sido considerada como paleocristiana, cuestión que es descartada por Caballero, avanzando la primera gran conclusión de la investigación: «Puede ser visigoda (siglo VII), mozárabe (siglo XI) o de la reconquista (siglo XIII), pero nunca anterior al siglo VII» asegura. La ermita de los Santiagos es atípica, señala, en cuanto tiene habitaciones laterales, muchas puertas en la nave central, decoración de arcos de herradura y un ábside profundo. Estas características hacen que salga de lo típicamente medieval, por lo que, sentencia, la iglesia es altomedieval. Los interesantes frescos que contiene el ábside, con la figura del apóstol Santiago a caballo, es gótica, del siglo XVI, aseguran todos los miembros del equipo del CSIC.
Los investigadores, que han encontrado tres capas distintas de frescos, afirman que merecería la pena realizar una inversión para conservar esta ermita.
Investigadores del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) están en Alburquerque haciendo un trabajo de investigación en la ermita visigoda de los Santiagos, ubicada en las estribaciones de la sierra de San Pedro.
Al frente del equipo se encuentra Luis Caballero Zoreda, investigador científico del Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. El resto lo componen Fernando Arce, ayudante de investigación de dicho organismo y los arqueólogos Nacho Murillo y Mario Núñez.
Caballero es un enamorado del patrimonio extremeño, no en vano, ha estudiado diversos monumentos, el primero a principios de los años 70, la basílica de Alconétar, hoy anegada por las aguas del pantano de Alcántara. Además, investigó la basílica paleocristiana de Casa Herrera, la de Santa Eulalia y la de Santa Lucía del Trampal.
Han elegido ahora esta ermita en Alburquerque, que fue descubierta científicamente por José Bueno, quien la dató como visigoda, porque su idea es estudiar iglesias extremeñas para datarlas cronológica y culturalmente. En principio se han centrado en aquellas que son altomedievales o visigodas.
El trabajo de investigación pone en relación tres monumentos, uno en Portugal, la iglesia de Idanha a Velha, que estudian conjuntamente con un equipo del Instituto del Patrimonio Arquitectónico Portugués, la asturiana de San Miguel de Lillo, en colaboración con la Universidad de Oviedo, y ésta extremeña de los Santiagos, en la que cuentan con la ayuda del Ayuntamiento de Alburquerque, con Eduardo Maya a la cabeza.
Su objetivo es abrir líneas de investigación en las ermitas portuguesas, asturianas y extremeñas, sirviendo como proyecto puente para ver el potencial de cada uno de estos grupos de edificios de épocas altomedievales.
Luis Caballero y su equipo quieren aplicar un método de investigación novedoso llamado 'arqueología de la arquitectura', en virtud del cual aplican métodos de arqueología al edificio en lugar de al subsuelo, prescindiendo por tanto de las excavaciones.
Los Santiagos
En Alburquerque están haciendo la planimetría de la ermita de los Santiagos, iglesia que siempre ha sido considerada como paleocristiana, cuestión que es descartada por Caballero, avanzando la primera gran conclusión de la investigación: «Puede ser visigoda (siglo VII), mozárabe (siglo XI) o de la reconquista (siglo XIII), pero nunca anterior al siglo VII» asegura. La ermita de los Santiagos es atípica, señala, en cuanto tiene habitaciones laterales, muchas puertas en la nave central, decoración de arcos de herradura y un ábside profundo. Estas características hacen que salga de lo típicamente medieval, por lo que, sentencia, la iglesia es altomedieval. Los interesantes frescos que contiene el ábside, con la figura del apóstol Santiago a caballo, es gótica, del siglo XVI, aseguran todos los miembros del equipo del CSIC.
Los investigadores, que han encontrado tres capas distintas de frescos, afirman que merecería la pena realizar una inversión para conservar esta ermita.
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