La Junta declarará monumento el Maristán de Granada, unas ruinas abandonadas que ya casi ni existe

Tramita su inclusión como Bien de Interés Cultural, tras veinte años de desidia Apenas queda un solar desprovisto, sin señalizar, pero que sigue en las guías turísticas

Hay que buscarlo, pero sigue ahí, donde está desde el siglo XIV, aunque algo escuchimizado y desprovisto. El antiguo Maristán nazarí lleva alrededor de veinte años tapiado por una uralita, tiempo durante el que muchas asociaciones han denunciado su profundo abandono. La delegación de Cultura le pondrá ahora un velo de protección, aunque del viejo hospital árabe prácticamente no queda nada, apenas un solar junto al convento de la Concepción.

Hace dos décadas comenzaron las excavaciones en el Maristán, que está protegido como yacimiento arqueológico. La Junta ha iniciado ahora un procedimiento para declararlo Bien de Interés cultural (BIC), con categoría de monumento, un 'plus' extra. Asociaciones como 'Granada Histórica' solicitaron hace años que se diera este paso, para salvaguardar los restos que quedaban. Algunos, al conocer que el Maristán será por fin un monumento, se lamentan que la burocracia haya tardado tanto.

A pesar del deterioro, pese a que su atractivo no es excesivo en estos momentos, el Maristán está incluido en rutas y recorridos turísticos, aunque no existe ningún cartel indicativo. Para el que no lo conozca y pretenda llegar, ya sabe, junto al convento de la Concepción, entre la carrera del Darro y San Juan de los Reyes. El Maristán es una de las piezas de la ruta del 'Centro Antiguo'. También está dentro de las guías del Albaicín.


Extendido

No es una situación exclusiva. La falta de recursos ha desencadenado a lo largo de los últimos años la desaparición de algunos enclaves históricos. A veces víctimas del expolio y el deterioro, en otras ocasiones por la lentitud de las administraciones. Según estimaciones de los expertos, se han perdido en los últimos treinta años el 25% de los restos arqueológicos de la provincia. En este contexto, la Junta puso en marcha hace un lustro un plan para recuperar una veintena de monumentos y enclaves históricos, entre ellos el Palacio de Dar Al-Horra, la muralla justo a la Puerta de Elvira, los Baños Hernando de Zafra y el propio Maristán.

Uno de los detalles más conocidos del Maristán son sus leones, ubicados en el Partal, que fueron sustituidos por réplicas. El motivo de esta retirada fue que las figuras tenían la cabeza partida a causa de una fisura y no era recomendable mantenerlas en el Partal.

La historia del Maristán es compleja. Se trataba de un manicomio construido entre los años 1365 y 1367 por orden del rey Mohamed V. Con la llegada de los cristianos, el edificio sirvió como sede de la Casa de la Moneda a un grupo de cristianos que vivían en la parroquia de San Pedro. Más tarde, en el siglo XIX se convirtió en casa de vecinos, hasta que en 1844 se autorizó su demolición. El Maristán merece de sobra convertirse en monumento, aunque ya casi ni existe.