De villa romana a necrópolis medieval. El castro de Chao Samartín de Grandas de Salime (Asturias)

30/1/05 .- La Nueva España/Mercedes Marqués

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Los veinte siglos de historia documentados en el Chao Samartín de Grandas de Salime acaban de enriquecerse con nuevos capítulos. A los vestigios localizados hasta ahora, que se remontan a una primera etapa indígena, sucedida por la posterior romanización, se suma el hallazgo reciente de una necrópolis medieval. El cementerio ha salido a la luz al ampliar las excavaciones en los límites del actual yacimiento.

En esa parte se ha encontrado una de las construcciones más importantes del castro. Se trata de una gran casa romana articulada en torno a un patio cuyas características vienen a corroborar, tal como los historiadores intuyen, que el Chao Samartín fue un lugar de asentamiento de gente de alto rango, tal vez dirigentes o responsables de una función administrativa en la zona.

Los arqueólogos documentaron hace tiempo construcciones de época romana levantadas sobre cabañas indígenas. La riqueza del yacimiento permitió hallar todo tipo de ajuares domésticos y vestigios de una rica actividad siderúrgica de orfebrería, así como saunas y materiales que constatan una importante actividad comercial. Todo eso sucedió antes de que el castro fuera abandonado, a mitad del siglo II de nuestra era.

En esa fecha daban por finalizada los arqueólogos la historia del Chao Samartín, sin sospechar que un nuevo episodio iba a trastocar sus planes en forma de necrópolis medieval. El depósito mortuorio se asienta sobre las ruinas de la casa romana más importante del poblado, de la que se utilizaron los propios muros derrumbados como pared de las tumbas. La extensión excavada por el momento no es muy amplia, pero sí lo suficiente para haber localizado una docena de tumbas y algún depósito con restos procedentes de otros enterramientos anteriores.

Quedan muchos datos por conocer sobre la fundación de la necrópolis y la naturaleza de los muertos, aunque ya se puede precisar que el cementerio estuvo adosado a algún tipo de construcción religiosaque parece haber sido levantada utilizando las ruinas de la antigua casa romana.


Estudio antropológico

El nuevo frente de investigación que se abre con este episodio corre por cuenta de Luis Cabo, el científico ovetense que dirige el laboratorio arqueológico de la Universidad de Pennsylvania, donde también se continúa trabajando en el estudio del cráneo hallado en el castro y vinculado a su fundación, al final de la Edad del Bronce.

Junto a Luis Cabo trabajan Andrew Wilson y Megan Lindberg, dos antropólogos forenses. Ellos han estado recientemente en Grandas de Salime para aplicar técnicas forenses al estudio de muestras arqueológicas. Tras su visita coincidieron en señalar la calidad del trabajo que se realiza y el potencial para futuras investigaciones que presenta el castro.

De los resultados preliminares de sus investigaciones, Luis Cabo destaca que una de las características de los enterramientos del Chao es el alto número de niños menores de 2 años que aparecen. En la docena de tumbas excavadas hasta ahora han localizado doce niños por trece adultos. Los investigadores no tienen una respuesta clara para tan alta mortalidad infantil, pero apuntan varias hipótesis, una de ellas podría ser que la necrópolis ocupara una superficie mucho mayor que la estudiada hasta ahora, o tal vez que la zona excavada corresponda a un área específica para enterramientos infantiles.

Andrew Wilson encontró otro yacimiento con un patrón similar en el sur de Portugal, y curiosamente corresponde también a un asentamiento romano cuyo exterior fue utilizado para levantar una iglesia y cementerio en el medievo. Allí también se utilizó la zona más próxima a los muros exteriores de la ciudad romana como zona de enterramientos infantiles.

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