Sahagún acepta que San Benito se reconstruya sólo de forma virtual

El simposio sobre Alfonso IV servirá para poner las bases de una futura actuación arqueológica

El proyecto planea crear un centro de interpretación e instalar paneles explicativos

El monasterio dedicado en un principio a los santos Facundo y Primitivo y más tarde a san Benito constituye un hito ineludible en la historia monástica de toda la Península Ibérica. Desde sus comienzos fue una de las instituciones más protegidas y beneficiadas por los monarcas leoneses, actuando a modo de baluarte para la reforma religiosa que emprendió el rey Alfonso VI, su gran defensor, quien gobernó su reino en diversas ocasiones desde la villa facundina y quien prefirió ser enterrado en él antes que en el Panteón Real de San Isidoro de León.

A partir del siglo XV, el centro entra en una lenta pero imparable decadencia que acaba casi completamente con el edificio. Hoy en día sólo quedan vestigios como la torre del reloj y el arco de San Benito, así como un buen número de restos arqueológicos aún sin investigar. De todas formas, este año podría abrirse un nuevo capítulo en la historia de la comprensión, el estudio, la divulgación y la puesta en valor de este centro cluniacense de referencia europea: el ayuntamiento organiza, durante los días 2 y 3 de abril (éstas son las fechas definitivas), un simposio internacional sobre la figura de Alfonso VI que contará con los más destacados expertos en quien fuera reconquistador de Toledo. Pero además, como ha explicado su director, el doctor en Historia del Arte Javier Pérez Gil, se prevé que en el encuentro se sienten las bases para una futura y progresiva recuperación de los restos citados.

Los objetivos pasan por una serie de excavaciones arqueológicas, adecuación de los restos existentes, instalación de paneles explicativos, organización de visitas guiadas y creación de un Centro de Interpretación con audiovisuales en los que se recree «virtualmente» cómo era el centro monástico. Pérez Gil desechó la idea de la reconstrucción completa, por considerarla inviable, así como la de derruir la torre del reloj para dejar a la vista un ábside románico originario que oculta en su interior. En todo caso, el proyecto está pensado «a largo plazo» pero, eso sí, colocando unas bases «sólidas» y «desde el rigor».