La reforma de una plaza descubre una necrópolis islámica en Segorbe (Castellón)

23/1/05 .- Levante. El mercantil valenciano/Chelo Torrejón

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Los alumnos de arqueología de la Escuela Taller dieron con los restos cuando intentaban descubrir los cimientos de una antigua mezquita

Las excavaciones realizadas en la calle Mezquita de Segorbe han sacado a la luz una serie de esqueletos y restos óseos que podrían pertenecer a una antigua necrópolis islámica, a juzgar por la disposición de los esqueletos encontrados y por la inmediata proximidad de éstos a una mezquita árabe que posteriormente fue consagrada al catolicismo y rebautizada con el nombre de Iglesia de La Sangre.

A falta todavía de informes técnicos que lo atestigüen, las autoridades locales creen haber tropezado con la segunda gran necrópolis islámica de la localidad, donde hace cinco años también fue descubierta casualmente otra zona de enterramientos árabes en una plaza próxima a la descubierta ahora.

En ambos casos las necrópolis han salido a la luz al llevar a cabo las excavaciones arqueológicas que el Plan Especial de Protección y Reforma del casco antiguo de Segorbe obliga a realizar antes de empezar una determinada obra.

La remodelación y mejora de la calle Mezquita, en la que se forma una especie de semiplaza debido a que las bombas de la guerra destruyeron una parte de la Iglesia de La Sangre, es la razón que justifica las excavaciones.

Los restos han sido encontrados a muy escasa profundidad, a unos cuarenta o cincuenta centímetros bajo el asfalto, de tal forma que «se puede decir que hay dos grupos o tipo de yacimiento. Por un lado salen cuerpos enteros enterrados hacia el este o cara la Meca y en otro salen restos óseos de todo tipo, como si alguien los hubiera movido en su día y los hubiese acumulado», según explicó el concejal de Fomento y Desarrollo, Ángel Berga.

Los trabajos los están realizando los alumnos del módulo de arqueología de la Escuela Taller, los cuales han llegado a sacar «un enterramiento pequeño con caja y todo. La hemos llevado enseguida al Museo. Salen muchos cuerpos. Seguramente vamos a tener que ampliar la excavación», explicó Berga.

La intención inicial de la excavación pretendía descubrir los antiguos cimientos de la mezquita, que antes de ser asolada por las bombas de la guerra ocupaba todo el espacio donde ahora se están realizando las excavaciones.

La posterior urbanización y embellecimiento de la calle Mezquita dará continuidad a la reciente adecuación de la colindante plaza de San Pedro que, paradójicamente también nació como tal en la guerra a consecuencia del desplome de cinco viviendas particulares destruidas por las bombas. Los propietarios de las casas no pudieron conseguir nunca los permisos necesarios para volver a reconstruirlas por ser contrarios al régimen franquista.

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