Excavar en la historia (Alicante)

28/12/07 .- http://www.diarioinformacion.com

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El último número de Canelobre, «Vivir en el Alicante Medieval», analiza con 16 expertos aspectos como la buena utilización del agua por la herencia árabe o la sexualidad de la época

Hasta la fecha, la revista monográfica Canelobre que edita el Instituto Juan Gil-Albert había radiografiado con precisión gran parte de la historia alicantina. Le quedaba un capítulo pendiente: el medievo, época en la que se erigieron importantes ciudades de la provincia, como Alicante y Orihuela, en la que adquirió gran importancia el puerto alicantino y en la que se producían importantes trifulcas en las fronteras con una Corona de Castilla no siempre a buenas y con un reino nazarí de Granada cercano. El profesor de la UA José Hinojosa ha liderado esta aventura.

Hace cerca de siete u ocho siglos, viajeros, predicadores, aventureros y comerciantes deambulaban por tierras alicantinas. Entre ellos, el propio San Vicente Ferrer, que llevó su mensaje divino desde Teulada a Orihuela «al igual que el resto de predicadores itinerantes que, a finales del siglo XIV y primeras décadas del XV, recorrían los corazones de una cristiandad bastante confusa en aquellos tiempos de crisis». Así lo resalta el profesor de la Universidad de Alicante José Hinojosa Montalvo en el capítulo que escribe dentro del último monográfico de la revista Canelobre publicado por el Instituto Juan Gil-Albert de Alicante y titulado «Vivir en el Alicante Medieval». Hinojosa, que ocupa la cátedra en la UA de Historia Medieval, ha sido el elegido para coordinar este volumen que debería haberse publicado en verano, aunque por problemas de gestión del Gil-Albert ha tenido que retrasarse hasta diciembre.

El catedrático alicantino ha reunido a un total de 15 historiadores, tanto del Campus alicantino como de centros catalanes, valencianos y murcianos, para confeccionar este análisis sobre Alicante en la Edad Media.

Una visión que desentraña multitud de aspectos como el que aborda Cristina Sanz, profesora de la Universidad de Alicante, sobre el aprovechamiento del agua en la provincia en esta época, el cual parece que era muy bueno gracias a las técnicas heredadas del pueblo árabe; o el análisis que hace el profesor de la Universidad de Lleida Flocel Sabaté sobre la sexualidad en el sociedad bajomedieval con sus prácticas y los tabúes propios de una sociedad marcada por la religión.

También se resaltan algunos datos más curiosos como el que trata el también profesor de la UA Santiago Ponsoda, en relación a los nombres que les ponían a los alicantinos en esa época. Miquel o Francesch, según este historiador, eran algunos de los que más éxito tenían mientras que otros como el de José, bastante común en la actualidad, apenas aparece en los registros medievales.

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