Pamplona acogerá una exposición sobre Sancho III el Mayor, rey vinculado a Nájera (La Rioja).

La muestra versará sobre el Reino de Navarra durante la Edad Media y coincidirá en fechas con la de 'La Rioja Tierra Abierta'

Pamplona acogerá una exposición sobre Sancho III el Mayor, desde marzo a junio, coincidiendo casi en fechas y en un periodo de la historia medieval con la exposición que se celebrará en Santa María la Real de Nájera, 'La Rioja, Tierra Abierta'. La muestra navarra se desarrollará en 'El Baluarte' de Pamplona y tendrá como comisario a Isidro Bango Torviso, catedrático de Historia del Arte Antiguo y Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid.

La muestra estaba prevista para el año pasado. Distintas circunstancias, sin embargo, motivaron sucesivos retrasos cuando todavía no se había determinado la posible ubicación.

Bango Torviso ha asumido un reto especialmente difícil con la figura de Sancho III el Mayor, aunque se trata de un historiador de reconocido prestigio que tiene otras experiencias de las que ha salido airoso, como una realizada en Todelo sobre los sefardíes. Y todo por haber respetado el contenido histórico por encima de cuestiones políticas o de interpretaciones sobre figuras históricas con interés estrictamente político.


Una noticia conocida

Responsables del Gobierno riojano conocían la noticia y los antecedentes desde el año pasado, entre otras cuestiones porque los organizadores navarros habían solicitado distintas piezas del patrimonio riojano para incluirlas en la muestra en torno a Sancho III. Las piezas, sin embargo, no estarán en Navarra. Es más, algunas de ellas aparecerán en la macroexposición 'La Rioja. Tierra Abierta. Nájera, Legado Medieval' que acogerá Santa María la Real desde principios de mayo.

Sucede que Nájera, y toda la historia medieval de la zona, el mismísimo reino de Nájera- Pamplona, no puede entenderse sin referencias obligadas a distintos acontecimientos y personajes vinculados a la cuenca del Najerilla.

Isidro Bango Tordiso tiene perfilada toda la muestra y hasta los contenidos después de haberse visto obligado a retrasarla un año por distintos planteamientos, tanto de ubicación como de contenidos y de medios.

Pese a todo, la elección de una figura como Sancho III, el Mayor, no deja de ser una referencia y más cuando el año pasado se cumplía el milenario de su nacimiento en un lugar ignoto.


Un símbolo disputado

El monarca es uno de los símbolos más disputados y hasta manipulados de la historia medieval de ambas orillas del Ebro (la navarra y la riojana) .Y dentro de los mismos conceptos, algunos lo consideran «el rey de los vascos» y otros, un monarca hispano, de tradición visigoda y hasta europeísta.

Bango Torviso trata de obviar las disputas de interés político coyuntural y de actualidad. Y hasta asegura: «Los historiadores tenemos la obligación moral de no caer en la manipulación de la historia, de contar la historia cual es». Así, sostiene que «nadie tiene la verdad absoluta y que en nuestra propia historia late una gran diversidad y unas enormes raíces comunes.


La figura del monarca

Sancho III, un rey disputado, ha sido objeto de fuertes polémicas políticas. ¿Pamplonés, vasco como dicen algunos, o pamplonés e hispano, como aseguran otros? Por encima de guiños políticos, Armando Besga Marroquín, de la Universidad de Deusto, analizó la figura del monarca dejando en entredicho las manipulaciones nacionalistas que han inducido a presentarlo como el monarca de los vascos, el rey del Estado vasco, etc. Hasta el Ayuntamiento de Fuenterrabía acordó levantar un monumento a la memoria de Sancho III el Mayor como «rey del Estado vasco, Reino de navarra», con un concurso dotado con un premio de 6.010 euros, asunto que desató la polémica y las controversias sobre la historia.

Besga Marroquín pone en solfa a los historiadores nacionalistas cuando pretenden buscar unos orígenes exclusivamente vascos del reino navarro, al que entonces pertenecía Nájera. Así, dice que es «una falsedad interesada con interés puramente doctrinario».

El historiador avala los orígenes hispanogodos del Reino de Pamplona, compatibles con sus orígenes vascos ( aunque tres de sus cuatro abuelos no lo eran); las relaciones familiares y las vinculaciones, la política desarrollada con todos los estados hispanocristianos y los colaboradores que tuvo y los territorios que dominó.

Frente a esos intereses, Besga Marroquín se pregunta hoy, contextualizando el ayer, «¿cómo no iba a considerarse y ser considerado hispano en el siglo XI un cristiano de la Península Ibérica? A partir del siglo XX se han formulado interpretaciones muy distintas, pero esos escritos no forman parte de la historiografía, sino de una literatura que trata de justificar un proyecto de futuro con un pasado que no sólo no fue, sino que resulta anacrónico».

La historia son los hechos contextualizados y no las interpretaciones interesadas sobre vaivenes políticos coyunturales.