Un estudio arqueológico analiza la medieval Casa de la Inquisición
5/11/07 .- http://www.lanzadigital.com
Además se está rehabilitado este inmueble a través de un taller de empleo para ocho trabajadoras de Argamasilla de Calatrava
Al mismo tiempo que se está realizando un estudio arqueológico, dirigido por el arqueólogo Juan Carlos Rodríguez, la antigua “Casa de la Inquisición” situada en Argamasilla de Calatrava, está siendo rehabilitada a través de un plan de empleo, financiado por el Sepecam y los Fondos Sociales Europeos. En estos momentos, se están formando en albañilería ocho trabajadoras en una primera fase que durará seis meses, si bien Rodríguez puntualiza que “serán necesarias otras dos fases más, de otros seis meses cada una”.
Historia y estudio
Por la antigua Casa de la Inquisición han pasado, distintas generaciones de inquilinos, hasta que a partir de mediados del siglo XX quedó ya sin ocupación. El Ayuntamiento de Argamasilla entre 1997 y 1999, lo adquirió como bien cultural, además la fachada, pese al paso del tiempo y a las inclemencias diversas y otras circunstancias, conserva ese aire Barroco y Neoclásico que ahora se pretende recuperar.
En la fachada podemos observar una arquitectura rica, del Barroco tardío y sobre todo a la época del Neoclasicismo; finales del siglo XVII y mitad del siglo XVIII. Presenta dos pilastras, aunque sólo se aprecia con claridad una de ellas, la de la izquierda, la otra será restaurada. También se observa un balcón en madera torneada. Encima del portón existe un escudo heráldico, con el emblema “IHS”, que indica que perteneció a la Iglesia al ser éste el anagrama de Jesús, más cercano quizás a la Compañía de Jesús. Debajo del anagrama existen 3 azucenas que indican que pueden pertenecer a una orden mariana, por tanto, se suele relacionar con los Dominicos y éstos son asociados normalmente a la Inquisición. Se supone que el escudo se ha retocado a lo largo del paso del tiempo y que la cruz bizantina, la espada, la hoja de olivo y la pluma de escribano, a ambos lados fueron quitadas para encubrir, ante el pueblo llano, la condición de inquisidores o familiares de miembros de la Inquisición, que en el siglo XVIII con el reinado de Carlos III, fueran considerados pertenecientes a una orden maldita, como afirma Juan Carlos Rodríguez. Cabe destacar que en una época anterior al reinado de Carlos III, los miembros o familiares de la Inquisición estaban libres de amenazas y poseían salvoconducto ante cualquier investigación, tenían, por tanto, un buen trato de favor. El llevar un yelmo en la parte superior, nos indica que perteneció a civiles, es decir, a hidalgos viejos.
Edificio
Se trata de un edificio medieval, y nos informa el arqueólogo responsable, que en su origen perteneció a un asentamiento musulmán de entre los siglos X y XI aproximadamente. Posteriormente se asentó la Orden de Calatrava y ha sido modificado con el tiempo y sufriendo numerosas rectificaciones en su parte noble. El edificio ocupaba unas cuatro manzanas, lo que no quiere decir que vivieran en él muchas personas, pues ese es un pensamiento actual, y en aquella época, era común que aquellos comendadores, tuvieran grandes estancias y es probable que viviera una sola familia y el servicio. También existen galerías medievales que llegaban hasta el fondo de la manzana, actualmente tras la parcelación, han quedado tapados por las posteriores construcciones. En el zaguán, se observan además de suelos embaldosados, suelos empedrados con cantos rodados, lo que indica que servían de entrada y salida para el paso de ganado y caballerizas, pues son mucho más resistentes.
Poder económico
Se puede apreciar, según los diferentes estudios realizados, que las familias propietarias de la casa y sus siguientes generaciones, fueron perdiendo poder adquisitivo, al no conservar las yeserías, frescos y esculturas que requerían de mucho cuidado. Con la desamortización y la parcelación, las estancias se redujeron de tamaño y, por ejemplo, se sacaban tres habitaciones de donde antes sólo existía una. El modo de vida, según el estudio realizado, nos muestra que era el agrícola y quizás en menor medida el ganadero. Hay detalles que nos muestran que ésta edificación perteneció al medievo, como los goznes de piedra que son de aquella época; los herrajes de los ventanucos, con adornos labrados originales; maderas también originales; y el empobrecimiento posterior, al existir una argolla donde va ensamblada una garrucha, para que las habitaciones pasen a ser despensas o antiguas cámaras. Se observan también los mechinales, utilizados antiguamente para sostener los andamiajes y que sirven para llevar a cabo este tipo de edificaciones.
Al mismo tiempo que se está realizando un estudio arqueológico, dirigido por el arqueólogo Juan Carlos Rodríguez, la antigua “Casa de la Inquisición” situada en Argamasilla de Calatrava, está siendo rehabilitada a través de un plan de empleo, financiado por el Sepecam y los Fondos Sociales Europeos. En estos momentos, se están formando en albañilería ocho trabajadoras en una primera fase que durará seis meses, si bien Rodríguez puntualiza que “serán necesarias otras dos fases más, de otros seis meses cada una”.
Historia y estudio
Por la antigua Casa de la Inquisición han pasado, distintas generaciones de inquilinos, hasta que a partir de mediados del siglo XX quedó ya sin ocupación. El Ayuntamiento de Argamasilla entre 1997 y 1999, lo adquirió como bien cultural, además la fachada, pese al paso del tiempo y a las inclemencias diversas y otras circunstancias, conserva ese aire Barroco y Neoclásico que ahora se pretende recuperar.
En la fachada podemos observar una arquitectura rica, del Barroco tardío y sobre todo a la época del Neoclasicismo; finales del siglo XVII y mitad del siglo XVIII. Presenta dos pilastras, aunque sólo se aprecia con claridad una de ellas, la de la izquierda, la otra será restaurada. También se observa un balcón en madera torneada. Encima del portón existe un escudo heráldico, con el emblema “IHS”, que indica que perteneció a la Iglesia al ser éste el anagrama de Jesús, más cercano quizás a la Compañía de Jesús. Debajo del anagrama existen 3 azucenas que indican que pueden pertenecer a una orden mariana, por tanto, se suele relacionar con los Dominicos y éstos son asociados normalmente a la Inquisición. Se supone que el escudo se ha retocado a lo largo del paso del tiempo y que la cruz bizantina, la espada, la hoja de olivo y la pluma de escribano, a ambos lados fueron quitadas para encubrir, ante el pueblo llano, la condición de inquisidores o familiares de miembros de la Inquisición, que en el siglo XVIII con el reinado de Carlos III, fueran considerados pertenecientes a una orden maldita, como afirma Juan Carlos Rodríguez. Cabe destacar que en una época anterior al reinado de Carlos III, los miembros o familiares de la Inquisición estaban libres de amenazas y poseían salvoconducto ante cualquier investigación, tenían, por tanto, un buen trato de favor. El llevar un yelmo en la parte superior, nos indica que perteneció a civiles, es decir, a hidalgos viejos.
Edificio
Se trata de un edificio medieval, y nos informa el arqueólogo responsable, que en su origen perteneció a un asentamiento musulmán de entre los siglos X y XI aproximadamente. Posteriormente se asentó la Orden de Calatrava y ha sido modificado con el tiempo y sufriendo numerosas rectificaciones en su parte noble. El edificio ocupaba unas cuatro manzanas, lo que no quiere decir que vivieran en él muchas personas, pues ese es un pensamiento actual, y en aquella época, era común que aquellos comendadores, tuvieran grandes estancias y es probable que viviera una sola familia y el servicio. También existen galerías medievales que llegaban hasta el fondo de la manzana, actualmente tras la parcelación, han quedado tapados por las posteriores construcciones. En el zaguán, se observan además de suelos embaldosados, suelos empedrados con cantos rodados, lo que indica que servían de entrada y salida para el paso de ganado y caballerizas, pues son mucho más resistentes.
Poder económico
Se puede apreciar, según los diferentes estudios realizados, que las familias propietarias de la casa y sus siguientes generaciones, fueron perdiendo poder adquisitivo, al no conservar las yeserías, frescos y esculturas que requerían de mucho cuidado. Con la desamortización y la parcelación, las estancias se redujeron de tamaño y, por ejemplo, se sacaban tres habitaciones de donde antes sólo existía una. El modo de vida, según el estudio realizado, nos muestra que era el agrícola y quizás en menor medida el ganadero. Hay detalles que nos muestran que ésta edificación perteneció al medievo, como los goznes de piedra que son de aquella época; los herrajes de los ventanucos, con adornos labrados originales; maderas también originales; y el empobrecimiento posterior, al existir una argolla donde va ensamblada una garrucha, para que las habitaciones pasen a ser despensas o antiguas cámaras. Se observan también los mechinales, utilizados antiguamente para sostener los andamiajes y que sirven para llevar a cabo este tipo de edificaciones.
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