El armamento de Alarcos en la muestra sobre el Cid burgalesa

La exposición, que permanecerá hasta mediados de mes en la catedral burgalesa, expone una veintena de piezas armamentísticas, sobre todo procedente de la fosa de la batalla



La exposición El Cid. Del hombre a la leyenda, que acoge el claustro bajo de la catedral de Burgos hasta mediados de este mes y que ha sido organizada con motivo del VIII centenario del Cantar de Mío Cid, recoge entre las 282 piezas que se muestran sobre diferentes aspectos de la vida y época del héroe legendario castellano una representación del armamento encontrado en las sucesivas campañas arqueológicas realizadas en el cerro de Alarcos, sobre todo procedente de la fosa de la batalla, destacó Antonio de Juan, director del Parque Arqueológico.

De tal modo, la muestra recoge un apartado específico formado por casi una veintena de piezas sobre el armamento de Alarcos, hallazgo considerado como uno de los más importantes registros de armas de Europa, en el que se pueden contemplar desde puntas de lanza o flecha, a espadas cortas y espuelas hasta restos de elementos de la caballería. Todos ellos, «elementos que ayudan a comprender la guerra entre los siglos XI al XIII», destaca De Juan.

Este apartado expositivo está incluido en el catálogo acompañado por una breve reseña sobre el propio yacimiento de Alarcos y el contexto de la batalla, redactado por el director del parque. Una batalla que se desarrolló en un contexto fronterizo entre los poderes musulmanes y cristianos, hasta que en 1147 se conquista Calatrava, la gran capital islámica de la región manchega, y se establece una nueva orden militar de nuevo cuño, y a partir de ahí comienza la fundación de Alarcos, «un gran proyecto del rey, como un paso más de la conquista cristiana», explica De Juan. Es en este momento cuando comienzan las grandes rehabilitaciones y fundaciones de castillos como el de Caracuel, Benavente, junto a grandes encomiendas. La mítica batalla tuvo lugar en el año 1195.



Bloques temáticos. La exposición en su conjunto está formada por cinco bloques temáticos, los dos primeros relacionados directamente con la vida del Cid y su contexto histórico en el que coexistían diferentes reinos hispánicos en la península ibérica.

Ambos bloques pretenden situar al visitante ante la figura del Cid, sirviéndose de abundante material infográfico y mostrando documentos y objetos vinculados directamente con el célebre caballero, al tiempo que ofrece pinceladas sobre la vida cotidiana en aquella época.

Ya el tercer espacio está dedicado a la literatura medieval con la exposición de manuscritos originales, mientras en cuarto lugar, se ofrece la imagen que ha trascendido de Rodrigo Díaz de Vivar.

Y, por fin, en un quinto apartado se expone un bloque de pinturas de diferentes artistas que retratan episodios de la vida del héroe castellano, en un recorrido cronológico por la visión cidiana en los siglos XIX y XX, como El Cid lanceando un toro de Goya y un grabado del Dalí.