Jaén destaca por los 304 monumentos que hay en sus calles, pero invierte poco en su conservación

El inmueble más rehabilitado es la iglesia y se hace con un convenio entre diócesis, Junta y Ayuntamiento Jaén es la provincia de Andalucía con más edificios en el catálogo de patrimonio histórico protegido


Los reinos cristianos aguardaban en Jaén el asalto definitivo a Granada, aún en manos musulmanas. Las fortalezas emergían en la provincia como arquitectura defensiva que servía para aguantar los ataques árabes y mostrar el po- tencial del ejército. Los señores feudales se refugiaban en grandes castillos para guardar sus tierras y optar al reparto del reino moro, a cambio de prestar apoyo militar; mientras que las iglesias se hacían grandes y majestuosas para maravillar al pueblo con el esplendor cristiano y derribar la fe religiosa del ejército enemigo. Y, al final los Reyes Católicos obtuvieron las llaves de la ciudad.

Pero, los castillos, fortalezas, murallas e iglesias se quedaron en la tierra jienense. Esta es una de las causas que explican que Jaén tenga más bienes inmuebles catalogados como de interés cultural y patrimonial que ninguna otra provincia de Andalucía. El último catálogo señalaba que había 304, un número que sólo se puede comparar con Sevilla con 302, seguido de Granada con 299 y Málaga con 244. Sin embargo, en relación a las cifras que invierten otras provincias andaluzas y de España; todos los expertos en patrimonio cultural consultados señalan que se destina poco dinero en su conservación. Ahora hay cinco grandes obras en la provincia en ejecución y entre todas no suman más de 1,5 millones de euros; aunque hay un importante número de expedientes en las oficinas de la Consejería de Cultura que se ejecutarán en cuanto que cumplan todos los trámites burocráticos y se obtenga la financiación necesaria.


Prioridades

La delegada provincial de Cultura, Francisca Company, señala que se atienden todas las peticiones que llegan desde los municipios, aunque el orden de prioridades se establece a razón del informe que emiten los técnicos. «A veces, se tarda más de lo deseado, pero hay unos trámites obligatorios que se tienen que cumplir como son la ficha de diagnóstico, el proyecto, la petición del crédito a la consejería o el contrato con la empresa que va a rehabilitar el edificio».

No obstante, existe un plan de urgencia que se ejecuta en casos extremos. La iglesia de Iznatoral es el último ejemplo, ya que se sometió a unas obras de urgencia porque presentaba tal estado de deterioro que se tenía que frenar el riesgo de pérdida de patrimonio que presentaba. Pero, en estos casos las partidas no pueden superar los 30.000 euros y salen de manera íntegra de las arcas públicas que regenta la Junta de Andalucía, para evitar que las gestiones para conseguir más financiación se dilaten en el tiempo con el consiguiente riesgo para el monumento afectado.


La mayoría son iglesias

La mayoría de los bienes que se someten a reparación en la provincia para evitar su deterioro son iglesias. Son patrimonio de la Diócesis de Jaén y las voces más críticas señalan que tenía que ser el propio clero el que pagara su rehabilitación, ya que son suyas. Sin embargo, la fórmula utilizada en la provincia para realzar los encantos de estas zonas de culto que muestran diversas tendencias de la historia del arte es el convenio a tres bandas.

La Junta de Andalucía paga el 33%, el Ayuntamiento de la localidad en la que está la parroquia el otro 33% y el restante sale de las arcas de la iglesia, gracias a las aportaciones de los feligreses (en la mayoría de los casos). Hay una comisión en la que participa la delegada de Cultura y los responsables del legado patrimonial de la Diócesis de Jaén, entre los que destaca Manuel Bueno, que se encarga de estudiar las necesidades y definir las actuaciones de conservación que se realizarán en el futuro.


La historia interminable

Rehabilitar el patrimonio forma parte de la historia interminable. Al menos así lo ven los técnicos de la Consejería de Cultura y la propia delegada provincial. El presupuesto que tiene Jaén para este menester se reparte en función al estado burocrático en el que se encuentran las peticiones y la urgencia de las actuaciones. Y, se ejecutan las obras. Poco a poco, se busca llegar a todos los puntos y poner en valor la mayor parte de los monumentos, «pero cuando parece que has acabado, tienes que volver a invertir dinero en la conservación de lo que arreglastes hace años, ya que se trata de inmuebles con muchos años y que se tienen que vigilar al máximo para que no se deterioren». No hay que olvidar que los monumentos no están protegidos por una urna en un museo, sino que son edificios que se encuentran dentro de las ciudades y que son decorado y parte activa de la rutina diaria de la sociedad actual.


El mayor enemigo

Sin duda, el mayor enemigo del patrimonio histórico en la actualidad es la paloma. Destrozan las cubiertas, fomentan las goteras en las cúpulas, atascan los canalones, anidan y ensucian las vidrieras, ocupan las cámaras de aire que hay en los tejados, entre otros perjuicios. Además, su hábitat natural dentro de la ciudad está en los entornos monumentales, lugar en el que llevan viviendo hace años pero ahora hay una población tan elevada de estas aves que suponen una gran molestia hasta para las piedras.

Incluso, la Consejería de Cultura tiene que destinar partidas específicas para paliar los daños de estos animales en los monumentos de Jaén. Tampoco están al margen los humos que emiten los coches que deterioran las fachadas o el efecto de las pintadas de algunos desaprensivos, aunque ya la mayoría disponen de protección frente a grafitis que repone los daños.


Recuperación de 20 murallas

Entre los planes inmediatos de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía se encuentra la inminente intervención para evitar la pérdida de patrimonio o poner en valor la arquitectura defensiva. Afectará a más de 20 inmuebles que están catalogados como bienes patrimoniales de interés cultural, la mayoría murallas.

La mayoría de las obras no son de elevada cuantía, sino que se ejecutarán para reparar algunos desperfectos, según se informa desde la delegación provincial de Cultura. Pero, también hay algunas como la que se está ejecutando ahora en la Fortaleza de la Mota en Alcalá la Real, en la que ya se han invertido 475.095 euros para consolidar la Muralla Sur y la torre que tiene esta construcción defensiva.


Los monumentos de la Ruta de los Castillos y Batallas tienen prioridad

Los monumentos que se encuentren dentro del itinerario de la Ruta de los Castillos y las Batallas tendrán prioridad a la hora de obtener la financiación y agilizar los trámites burocráticos que necesita su expediente. Se trata de un producto turístico que han puesto a funcionar las provincias de Jaén, Ciudad Real y Granada, por lo que se espera que en pocos años estén todos sus inmuebles mostrando la máxima belleza patrimonial.

En Jaén ya se está actuando en la Fortaleza de la Mota (que se encuentra dentro de la ruta) y se hará en breve en el Castillo de Baños de la Encina, que es uno de los más majestuosos e importantes de Europa. Se busca, tanto recuperar ornamentalmente y restaurar sus monumentos, como resaltar su belleza a través de diversos elementos que los hagan atractivos, como puede ser la iluminación artística del inmueble.

La señalización incluye 128 elementos informativos. Está financiada por la Diputación Provincial. Hay 33 paneles colocados en carreteras, 38 señales direccionales en ciudades, 23 hitos identificativos en los distintos castillos y batallas de este itinerario, 14 paneles y 20 atriles explicativos con un mensaje claro y breve del significado de cada sitio. En total, la Diputación Provincial de Jaén va a invertir en la señalización de la Ruta de los Castillos y las Batallas 167.000 euros, pero la recuperación patrimonial de las zonas que estén afectadas corresponde a la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

Esta ruta transcurre por 17 municipios de la provincia de Jaén y otros tantos de Granada y Ciudad Real.