La excavación en el foso del Castillo y la demolición de las aulas comienza a final de mes (Zamora)

20/8/07 .- http://actualidad.terra.es/

Los construyeron como sistema de defensa y como símbolo de grandeza de los nobles cristianos, pero no todos han subsistido ante el paso del tiempo ante los asaltos enemigos de la Antigüedad o, en la actualidad, ante la imposibilidad de costear los excesivos gastos de su mantenimiento. En Zamora aún se puede disfrutar de la grandeza de unas cuantas de estas maravillas arquitectónicas.

Rodeada por jardines de estilo romántico se encuentra la fortaleza zamorana, que se construyó en la ciudad en el siglo XI sobre un antiguo asentamiento del Bronce y que conserva la torre del homenaje, la puerta y el foso, además de los basamentos del resto de las torres y otros hallazgos puestos al descubierto en las excavaciones arqueológicas realizadas durante más de un año.

El Castillo de Zamora constituyó un importante baluarte contra moros, castellanos y portugueses y fue la clave del poderío defensivo de la ciudad, pilar básico para los reinos cristianos en el proceso de reconquista. Ha acogido hasta el curso pasado la Escuela de Artes de la cuidad, y hasta el 2004 albergó la Escuela Oficial de Idiomas. En las próximas semanas el proceso de restauración para albergar el Museo de Baltasar Lobo, diseñado por el arquitecto Rafael Moneo, se retomará.

La Junta Local de Gobierno dará mañana el visto bueno a la segunda fase de las obras. Esta decisión permitirá que a finales de este mes puedan iniciarse los trabajos y disponer de información suficiente para aprobar definitivamente el proyecto museístico, explicó José Luis González Prada, concejal de Obras. La segunda fase consistirá en limpiar y excavar el foso y, en el interior, demoler las aulas que circundan el singular patio de armas octogonal.

A más de un centenar de kilómetros al noroeste de la provincia, sobre un cerro rocoso se eleva el castillo de Puebla de Sanabria, construido a mediados del siglo XV por los Condes de Benavente. Rehabilitado en diferentes fases, 'está totalmente restaurado y visitable', señaló Teresa del Estal, técnico de turismo de la localidad. La entrada es gratuita y se puede realizar todos los días de 11.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas, aunque las visitas guiadas para grupos han de concertarse previamente en la oficina de turismo alojada en el mismo edificio. La imponente torre del homenaje acoge el Centro de Interpretación de las Fortificaciones, donde se relatan los principales hitos que vivió la fortaleza a través de paneles, elementos gráficos, proyecciones y programas interactivos.

Enigmas


Los visitantes podrán transitar por la historia, realizar viajes virtuales por las antiguas estancias, investigar y descubrir los enigmas que les proponen los juegos informáticos o deleitarse con la amplia vista de la Puebla actual desde la azotea. Además, el Castillo sirve como Casa de Cultura y Biblioteca Municipal por lo que acoge todo tipo de actividades culturales, conferencias y visitas de grupos de colegios. 'Incluso se celebran bodas, porque es una auténtica preciosidad', indicó Teresa del Estal.

Lo más destacado «por la novedad» es el Ecomuseo de la Casa del Gobernador, inaugurado el pasado mes de julio, pero todas las partes tienen su interés, según la técnico de Turismo: 'Arquitectónicamente destaca la torre, y la Casa del Gobernador por la conjunción del espacio interior'. El Ecomuseo, además, ofrece un recorrido a través de una exposición interactiva, por los enclaves limítrofes, la Sierra de la Culebra, el Parque Natural del Lago y el de Montesinhos, en Portugal.

Del grandioso Castillo de la Mota de Benavente queda muy poco, tan solo la Torre del Caracol, pues los irreversibles destrozos que sufrió durante la Guerra de la Independencia prácticamente lo hicieron desaparecer. La original torre del siglo XV formaba parte de un inmenso y lujoso castillo-palacio que 'superaba todo lo construido en España', según los expertos. Actualmente, forma parte del Parador de Turismo de la localidad, lo que constituye una acertada forma de mantenerlo, explican desde el Ayuntamiento benaventano.

Lo más valioso, destacaron en la oficina de turismo, son los grandes balcones y el admirable artesonado mudéjar, 'aunque no es originario del Castillo'. El edificio acoge innumerables actos, organizados por el Parador, como visitas, exposiciones, convenciones y seminarios y se pueden realizar visitas por las tardes.

Castrotorafe


Las melancólicas ruinas del castillo de Castrotorafe constituyen uno de los restos históricos más singulares de la provincia, a pesar de su estado de deterioro progresivo, comprensible si se tiene en cuenta que la villa fue destruida y poblada en varias ocasiones, hasta su definitivo abandono en el siglo XVIII.

Ahora tan solo quedan las ruinas de la cerca primitiva, del siglo XII, y varios muros y torres. Además, si el embalse se encuentra en niveles bajos, se puede ver el puente que en tiempos comunicaba Castilla y Galicia. Las ruinas de la villa y del castillo, conocidas con el nombre de 'Zamora La Vieja', se encuentran próximas a la carretera nacional 630, a orillas del río Esla y a unos cuatro kilómetros de San Cebrián de Castro.

La fortaleza sigue acogiendo las actividades del Verano Cultural, organizadas por el Ayuntamiento de San Cebrián, y obras de teatro de corte medieval, así como el día de convivencia que cada año celebran San Cebrián y su pedanía, Fontanillas. El imponente castillo señorial de Villalonso, verdadero emblema de la localidad que le da nombre, fue construido en la segunda mitad del siglo XV y adquirido en 1984 por los hermanos Jesús y Elizabeth Cueto Vallejo.

Es uno de los que mejor se ha conservado sin restaurar, según Jorge Gutiérrez, concejal de la localidad, pero 'el estado es cada vez peor y, tanto las murallas como la piedra empiezan a soltarse y a caer'. La visita turística se ciñe al exterior de la fortaleza y al foso, ya que siempre está cerrado. Gutiérrez señaló que el verdadero valor está en el exterior porque el interior se quemó. 'Lo que se ve desde fuera es lo que hay', puntualizó el edil.

La provincia de Zamora conserva otros castillos, como el de Toro y Villalpando, y ruinas como Amesnal, Belver de los Montes, Peñausende o Alba de Aliste. Torres del homenaje, fosos, almenas, matacanes, aljibes, murallas, patios de armas, barbacanas o puentes levadizos. Son el resto más glorioso del pasado histórico de Zamora, presente en el paisaje a través de la serie de castillos salpicados por la provincia que merecen mejor destino que derrumbarse poco a poco.

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