El saneamiento de la muralla empieza con el derribo de una pared de ladrillo (Huesca)

Los trabajos en el primer tramo del muro medieval de Huesca contemplan zanjas de drenaje y una excavación arqueológica para encontrar más restos de la pared romana.

La obras de rehabilitación de la muralla de Huesca, demandas desde hace más de 20 años, ya han comenzado. El primero de los trabajos, llevado a cabo ayer por la mañana, ha sido derribar el peto de ladrillo de un metro de altura que en los años setenta se levantó sobre el muro medieval para configurar el aparcamiento situado junto a la residencia de ancianos Casa Amparo, en la calle de Desengaño.

El proyecto de saneamiento de la muralla medieval, un paramento de 250 metros de longitud en la ronda de Montearagón, está a cargo de Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Aragón y se acometerá por fases. La primera de ellas comprende la mejora de los 70 metros de muro que corresponden al contorno del solar de la calle de Desengaño.

Técnicos de la empresa Damarim SL, adjudicataria de esta obra, explicaron que una vez derribado el peto de ladrillo se harán dos zanjas de drenaje, una en la parte superior (el actual aparcamiento) y otra en la zona inferior de la muralla, para recoger las humedades del terreno.

La excavadora empezó ayer mismo a levantar el asfalto del solar, donde todavía quedaban dos coches estacionados. Pero se desconoce hasta qué profundidad podrá llegarse. En este suelo se realizaron hace un año catas que sacaron a la luz restos, en muy buen estado de conservación, de la muralla romana, cuyo trazado iría paralelo a la medieval.

El estado de las piedras

Los arqueólogos determinarán el valor de los nuevos hallazgos y el ritmo que ha de seguir la excavación. La firma contratada tiene un tiempo de dos meses para llevar a cabo el drenaje y la restauración de este tramo de la muralla. De forma simultánea, técnicos de la empresa Contrafuerte analizarán el estado en que se encuentran las piedras que conforman el muro y catalogarán las que puedan encontrarse en las catas.

Los trabajos, enmarcados en el Plan Director de la Muralla y con un presupuesto de 72.000 euros, conllevan la construcción de un muro de piedra que sustituirá al que se ha derribado, así como el desbroce de la pared medieval. A lo largo de los lustros las plantas que han crecido entre los sillares han contribuido al deterioro del conjunto.

Realizada la investigación de este solar se podrá iniciar la restauración del tramo de muralla de 70 metros de longitud y de 11 de altura que lo bordea. El presupuesto para la rehabilitación de los 250 metros lineales que quedan del muro que en el siglo IX mandó construir el gobernador Amrús se ha estimado en 12,6 millones de euros. El proceso no estará terminado hasta dentro de diez años.

El Plan Director

El Plan Director de la Muralla marca las directrices por las cuales el monumento se libera de la parte trasera de varios edificios de la calle de Desengaño cuyos patios limitan con el muro histórico. El proyecto afecta a 33 viviendas ubicadas entre la plaza de San Vicente y la Casa Amparo. Sus propietarios deben liberar 8 metros de su propiedad para construir un paseo peatonal que tendrá esa anchura y que separará las casas de la muralla. A cambio de ceder esta franja de suelo podrán aumentar la edificabilidad de sus viviendas, según el convenio urbanístico que se firmó hace un año con el Ayuntamiento. Para proteger las fachadas traseras se construirá un cerramiento aún sin definir. Los afectados también recibirán indemnizaciones por la expropiación de establos y oros bienes.

El grupo municipal de Chunta exigió ayer al equipo de gobierno PSOE-PAR que acelere las negociaciones entre el Ayuntamiento y los propietarios para redactar el Plan Parcial necesario para derribar estas construcciones. A través de un comunicado, CHA incidió en que la recuperación de la muralla, declarada Bien de Interés Cultural, lleva pendiente "demasiados años".