El Ayuntamiento prevé retomar la obra de La Alberzana tras tres meses parada (Granada)

Iba a ser un ejemplo de cómo restaurar un espacio histórico y convertirlo en un parque Problemas de ampliación de expedientes han sido la causa de la paralización casi total

Estaba llamado a ser uno de los más atractivos parques de la ciudad, y la realidad es que tres años después de que se presentara el primer esbozo de proyecto y un año desde que se dijo que sería el definitivo, la muralla de la Alberzana, junto al Tambor, en la carretera de Murcia, sigue siendo un erial con unas obras que se iniciaron y que hace algo más de tres meses se pararon y así siguen.

En marzo del pasado año, el que era concejal de Urbanismo, Luis Gerardo García Royo, presentó un proyecto que se convertiría en modelo de unión entre restauración de un elemento histórico protegido, la muralla de la Alberzana, y su integración en un entorno que se convertiría en un parque público plagado de albercas, huertos, acequias y paseos arbolados, según el proyecto realizado por el arquitecto Javier Gallego Roca, sobre una extensión, situada entre la urbanización de los Cármenes de La Muralla, y la parte situada entre la muralla propiamente dicha y la zona alta del Tambor.

Este proyecto tenía prevista una inversión de 3,6 millones de euros, de los que algo más de dos se tenían que invertir en la primera fase, y el resto en la segunda.

La Gerencia de Urbanismo, hace sólo unos días, creía que las obras estaban en marcha, aunque la gestión depende directamente de la Fundación Albaicín, ya que se hacen con fondos europeos. Las quejas de los vecinos, que lógicamente esperan a que el parque sea una realidad, les alertó del parón de más de tres meses. El motivo, al parecer, es la lentitud en la tramitación de una ampliación de expedientes que necesitaba la empresa constructora para, en la primera fase de las obras, poder trabajar en la superficie de la segunda, ya que se necesitan introducir canalizaciones que ocupan las dos superficies, pero desde que se planteó el problema no ha habido soluciones y la situación de la zona es de abandono total. Ni siquiera se ha iniciado la restauración de los paños de muralla, que era de las primeras tareas a materializar.

En el espacio de 19.000 metros que se encuentra en lo que será el futuro parque, ahora sólo se contemplan tierras removidas, un camino de piedras abierto para dar paso a los camiones, parte de unas excavaciones arqueológicas, y las casetas de obra, con sus vallas que se instalaron cuando comenzaron los trabajos.

Los vecinos piden que las obras se reinicien lo antes posible, ya que supone dotar a la zona de infraestructuras que, entre otras cosas, evitarán la inseguridad.