Los expertos concluyen que la población islámica de l'Ènova sufría artrosis y anemia
1/5/07 .- levante-emv.com
Los estudios de los esqueletos de la necrópolis desvelan las enfermedades de la época
Las excavaciones que se llevaron a cabo en la villa romana de l'Ènova permitieron descubrir parte de una necrópolis islámica. Se documentaron quince tumbas individuales y restos óseos aislados. Los investigadores creen que estos enterramientos forman parte de un conjunto funerario más amplio y están situados a escasa distancia de algún núcleo poblacional, tal vez una alquería islámica, ubicada a cierta distancia del área excavada pero no documentada. Éstas son algunas de las conclusiones que se ponen de manifiesto en el libro La villa de Cornelius, una publicación editada por el Adif y que es el resultado del estudio de la excavación que se llevó a cabo tras descubrirse el yacimiento romano en 2003 cuando se estaban realizando las obras para la construcción de la plataforma del AVE.
Uno de los apartados del libro se dedica a la necrópolis islámica y ha sido elaborado por Manuel Polo, del laboratorio de antropología forense y paleontología de la Facultad de Medicina de la Universitat de València, y Elisa García, del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana. Los autores del trabajo consideran que la ubicación de las inhumaciones coincide de alguna forma con la necrópolis romana de la villa. Según el ritual funerario, la posición de los esqueletos, la ausencia de ajuares, el aprovechamiento del espacio, etcétera, la cronología es compatible con un período medieval de rito islámico. Con el fin de corroborar estas aproximaciones, se tomó una muestra de huesos para obtener una datación radiocarbónica y sus resultados revelan que los esqueletos serían de los años 1019-1186.
Enfermedades por sexos
Los investigadores también han realizado estudios paleopatológicos y se han podido constatar 52 evidencias de enfermedad en los hombres y 41 evidencias en las mujeres. Todos presentaban patologías de escasa entidad clínica, predominando las de tipo degenerativo o relacionadas con la actividad repetitiva (artrosis, osteocondritis). Según los expertos, destaca la elevada incidencia de criba orbitalia , un indicador de anemia ferropénica y déficit nutricional. Este indicador de salud tiene relación con desarrollos económicos deficitarios. La patología degenerativa e inflamatoria articular (artrosis y artritis) es importante y se ha documentado en todos los esqueletos adultos. Muchas de estas patologías están vinculadas con actividades de sobrecarga o esfuerzo, especialmente en las mujeres.
Sobrevivían a los 40 años
Los resultados de los estudios paleodemográficos también indican que para la población adulta la supervivencia era superior a 40 años y que fallecían más mujeres en edad adulta joven. La mortandad femenina debió ser mayor durante esta etapa adulta joven sobre todo por las complicaciones derivadas de los embarazos prematuros en matrimonios muy tempranos.
Los investigadores también han analizado la patología dental de esta población tras estudiar 207 dientes, pertenecientes a 15 individuos. Se ha comprobado que existían 33 piezas con caries que corresponden a diez personas y que representan el 15% de las piezas.
Otro 17% de las piezas dentales presentaban sarro. La mayor parte de estas personas padecían algún tipo de enfermedad periodontal o piorrea en grado moderado.
Era una población con alta incidencia de pérdidas dentales, atribuíble a la deficiencia de higiene bucodental.
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Uno de los apartados del libro se dedica a la necrópolis islámica y ha sido elaborado por Manuel Polo, del laboratorio de antropología forense y paleontología de la Facultad de Medicina de la Universitat de València, y Elisa García, del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana. Los autores del trabajo consideran que la ubicación de las inhumaciones coincide de alguna forma con la necrópolis romana de la villa. Según el ritual funerario, la posición de los esqueletos, la ausencia de ajuares, el aprovechamiento del espacio, etcétera, la cronología es compatible con un período medieval de rito islámico. Con el fin de corroborar estas aproximaciones, se tomó una muestra de huesos para obtener una datación radiocarbónica y sus resultados revelan que los esqueletos serían de los años 1019-1186.
Enfermedades por sexos
Los investigadores también han realizado estudios paleopatológicos y se han podido constatar 52 evidencias de enfermedad en los hombres y 41 evidencias en las mujeres. Todos presentaban patologías de escasa entidad clínica, predominando las de tipo degenerativo o relacionadas con la actividad repetitiva (artrosis, osteocondritis). Según los expertos, destaca la elevada incidencia de criba orbitalia , un indicador de anemia ferropénica y déficit nutricional. Este indicador de salud tiene relación con desarrollos económicos deficitarios. La patología degenerativa e inflamatoria articular (artrosis y artritis) es importante y se ha documentado en todos los esqueletos adultos. Muchas de estas patologías están vinculadas con actividades de sobrecarga o esfuerzo, especialmente en las mujeres.
Sobrevivían a los 40 años
Los resultados de los estudios paleodemográficos también indican que para la población adulta la supervivencia era superior a 40 años y que fallecían más mujeres en edad adulta joven. La mortandad femenina debió ser mayor durante esta etapa adulta joven sobre todo por las complicaciones derivadas de los embarazos prematuros en matrimonios muy tempranos.
Los investigadores también han analizado la patología dental de esta población tras estudiar 207 dientes, pertenecientes a 15 individuos. Se ha comprobado que existían 33 piezas con caries que corresponden a diez personas y que representan el 15% de las piezas.
Otro 17% de las piezas dentales presentaban sarro. La mayor parte de estas personas padecían algún tipo de enfermedad periodontal o piorrea en grado moderado.
Era una población con alta incidencia de pérdidas dentales, atribuíble a la deficiencia de higiene bucodental.