El Gobierno quiere parar la reforma de la muralla Zirí porque es un «disparate» (Granada)

23/4/07 .- ideal.es

El CSIC se opone a un tramo de la rehabilitación porque el proyecto está «desfasado» y es un «despilfarro» Rechaza que sólo se recuperen parte de los restos enterrados y advierte que está en riesgo la conservación

La muralla de Granada son en realidad dos: una queda todavía en superficie -es la antemuralla-; y otra está sepultada bajo escombros -la muralla propiamente dicha-. Ésta es la teoría del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), organismo dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

En estos momentos está en macha la rehabilitación de este «conjunto monumental único en el mundo», dicen los expertos. Se hará en dos tramos. Por una parte, el Ayuntamiento, a través de la Fundación Albaicín, va a recuperar el trayecto comprendido entre la Puerta de Monaita y el Aljibe del Rey. El resto, hasta la Puerta de las Pesas, forma parte de un proyecto antiguo cofinanciado por la Junta y el Ayuntamiento. Éste último ya ha comenzado. La excavaciones en este trozo datan de la década de los ochenta, pero no es hasta el año 2000 cuando se encargan los trabajos a la Empresa Pública de Suelo (EPSA), con un presupuesto superior a los 760.000 euros.

Recientemente, el Ayuntamiento encargó una serie de trabajos en el primer tramo -entre la Puerta de Monaita y el Aljibe del Rey- a la Escuela de Estudios Árabes del CSIC. Cuando ha entrado el arqueólogo se ha echado las manos a la cabeza. «Esto es un disparate. Cuando se recupere y se abra se verá la locura. Estamos a tiempo de paralizarlo», recomienda Julio Navarro Palazón.

Todo parte -continúa- de una interpretación errónea del entorno. En otras ciudades, las murallas suelen tener un tabique anterior de menor altura -la antemuralla-, con un objetivo meramente defensivo: si el enemigo consigue burlar el primer escollo, se queda deambulando por un angosto pasillo intermedio; entonces, subidos en la plataforma de la muralla se hace frente al invasor lanzándole todo lo que se pille a mano.

Sin embargo, la llamada muralla Zirí de Granada -que no es propiamente Zirí, según los expertos- tiene una característica especial, explica Navarro Palazón: el cerro desde el que pueden llegar los ataques está a una altura superior, por eso la antemuralla -que es la que hoy en día se contempla- posee una dimensión tan importante. «Durante muchos años, se ha pensado que la muralla que está enterrada y la que queda en superficie eran dos realidades diferentes y que la que está bajo tierra ya estaba amortizada», expone el arqueólogo del CSIC.

Según esta teoría, ya asimilada, se trata de una misma estructura, que estuvo vigente hasta la Reconquista. Desde este momento, pierde interés como herramienta de defensa -ya no hay a quién hacerle frente- y se convierte en «escombrera». Una parte -la muralla- desaparece entre cascajos y la otra -la que hoy se ve- se queda en pie porque sirvió de soporte a los nuevos asentamientos y cármenes que se construyeron en la zona.

Y ahora surge la controversia. El conflicto se origina porque, mientras que en el trozo que financia el Ayuntamiento se pretende recuperar con excavaciones la muralla soterrada, de la que algunos pedazos asoman tímidamente; en el otro tramo, la rehabilitación lleva una filosofía distinta: la muralla primitiva se quedará sepultada y se habilitará un paseo en la que sigue en pie. Es el paseo lineal de la muralla Zirí, del que tanto se ha hablado. Se trata de un parque con mínimos movimientos de tierra, «lo que implica mantener el elevado nivel de escombros existente. Esto supone un grave problema para la inteligibilidad del conjunto defensivo», advierte el CSIC en un informe sobre la rehabilitación de «dos tramos de la muralla Norte de la Alcazaba antigua de Granada».

Recomendaciones

«Estamos a tiempo de empezar de nuevo», alerta el CSIC. Visualmente, a lo que se refiere la Escuela de Estudios Árabes es que, cuando se abra el paseo, van a parecer dos murallas diferentes cuando en realidad son una sola. Desde la Puerta de Monaita hasta el Aljibe del Rey, quedará un camino entre dos tabiques paralelos -la antemuralla y la muralla que ahora está enterrada-; y desde el Aljibe del Rey hasta la Puerta de las Pesas un paseo a otro nivel, sin retirar los escombros acumulados. Dicho vulgarmente y sin rigor científico, mientras que en la parte oriental dará la sensación de que hay una sola muralla, en la occidental parecerá que hay dos.

Julio Navarro recomienda que se excave todo el trayecto y se recupere la «cota medieval». Sería necesario desenterrar tres o cuatro metros. Lógicamente, no se conservan los quince metros de muralla que podían haber en su origen. El tramo encargado por la Fundación Albaicín se hará de esta forma. Sobre el otro, el CSIC expresa que «no parece conveniente ejecutar la prevista actuación, que comprende una inversión en pasarelas que resultará completamente desfasada en cuanto se decida emprender la excavación en este tramo, con el consecuente despilfarro de la inversión pública».

Pero no sólo hace esta petición con un objeto arqueológico o paisajístico; según Navarro Palazón, la integridad y conservación de la muralla corren peligro si no se excava el escombro acumulado durante siglos: «Está haciendo presión sobre la muralla y colapsa los sistemas de evacuación del agua. A medio o largo plazo perjudicará a la estructura. Los trozos rehabilitados en los noventa ya están en el suelo por la humedad», llama la atención.

En su informe, el CSIC ahonda sobre los mismo argumentos: «Estos escombros acumulados están ocasionando el deterioro de las estructuras defensivas, pues suponen un foco de humedades que ascienden por capilaridad y que, de hecho, ya han ocasionado la ruina de buena para de las restauraciones contemporáneas».

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Comentarios

1

sorprendido


Que es una barbaridad la restauración de la muralla es cierto, desde las investigaciones que se han realizado hasta ahora, las publicadas, pero la conclusión que realiza el arqueólogo del CSIC, Julio Navarro Palazón, historiador del arte insigne, llega a la conclusión que las antemurallas son de mayor porte que la propia muralla. Esto no es nuevo, es un debate iniciado casi hace dos años ya, pero que no hace sino girar en círculos sin producir nada nuevo. De hecho ya hubo un comunicado en este mismo periódico del director de la escuela el señor Castilla y el señor Almagro, dejando claro que era una opinión personal de este señor y en nada tenía que ver el CSIC ni la Escuela de Estudios Árabes. Está bien que se abra un debate entre arqueólogos y que éstos sean los que dirijan los proyectos de puesta en valor en lugar de arquitectos que ya observamos como realizan su trabajo, a la vista está en la muralla Zirí de Granada.

Pero dejar claro que en lugar de una muralla zirí nos encontremos ante dos murallas, una zirí y otra posterior, la que actualmente se observa desde la cuesta de la Alacaba.

Comentario realizado por ciudadano granadino y arqueólogo. 23/4/07 11:06h