Hallado en Algeciras (Cádiz) otro tramo del foso meriní, similar al aparecido en la C/ Blas Infante

Las excavaciones del equipo municipal sacan a la luz un foso meriní similar al de Blas Infante Al ser un bien de interés cultural, el hallazgo no podrá destruirse

Las excavaciones realizadas entre las calles Teniente Miranda y Patriarca Pérez Rodríguez revelaron más de lo que el propio equipo esperaba. Los restos de un foso con características casi idénticas al de la avenida Blas Infante entraba dentro de las previsiones. Sin embargo, el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez, se encontró con restos del siglo IX, algo que, en su opinión, podría cambiar algunas de las teorías más asentadas sobre la antigüedad de Algeciras.

Unos restos de basura y algunas piedras que formaron parte de una muralla de hace once siglos tienen mucho que decir. Dejando a un lado datos completos sobre el método de la excavación, cifras y orientaciones, lo cierto es que, en base a estas piezas, Algeciras podría convertirse en la villa más antigua de la época medieval.

«Mi equipo y yo», comenta Jiménez, «pensamos que esta ciudad, que siempre se ha tenido como la villa más moderna de la época medieval, es en realidad la más antigua». Se trata de un debate muy intenso entre los expertos de la comarca y los que la estudian su historia. En este sentido, Jiménez añade que «ahora no sólo estamos proponiendo modelos teóricos, sino que además estamos encontrando las evidencias».

Equipo de urgencia

Jiménez actúa en el marco de la Fundación Municipal de Cultura. Tanto el arqueólogo como los responsables de la institución son conscientes de que la actividad arqueológica es una gran desconocida para muchos. Todos los algecireños han paseado junto a las ruinas meriníes de Blas Infante. Todos están acostumbrados a ver excavaciones en diversos puntos de la ciudad. En cambio, pocos saben por qué de unos años a esta parte se ha incrementado esta actividad.

La razón que podría denominarse práctica está en la Ley del Patrimonio, que establece que cuando el patrimonio es público lo que se obtiene pertenece a la Junta de Andalucía y que los Ayuntamientos deben colaborar en la protección y difusión del patrimonio arqueológico. Aquí es donde cobra importancia la labor del arqueólogo municipal.

Los trabajos que se hacen en Algeciras se distinguen de los que desarrolla, por ejemplo, una Universidad. La diferencia es que en las sedes científicas se investiga para buscar respuestas a preguntas concretas. En Algeciras la arqueología entra en juego cuando existe peligro para restos con valor patrimonial histórico.

Este peligro prácticamente se produce prácticamente cada vez que comienza una nueva obra para edificar. Dadas las características de la ciudad, toda la zona que en su momento estuvo rodeada por las murallas puede contener algún indicio de interés. El arqueólogo estudia la zona y, sólo en algunos casos, es preciso cambiar los planes iniciales de la constructora.

Proyectos actuales

La empresa Apermar, responsable de las obras de El Secano, y el Ayuntamiento han acordado que el foso no debe sufrir daño alguno. No obstante, aún no han concretado si podría llevarse a cabo una museisación en el foso recién hallado. Sí parece definitivo que se tomará esta medida en los hornos romanos hallados en El Rinconcillo.

Prueba de la relevancia de este último hallazgo es que la revista de Oxford 'British Archaeological Reports' ha publicado un amplio artículo de Rafael Jiménez y Darío Bernal, de la Universidad de Cádiz, sobre el tema.

¿Qué puede decir un horno que data de entres los siglos I y II a. C.?. El artículo citado, da una serie de argumentos que demuestran que el de El Rinconcillo es el primer taller alfarero que se instala en la Bahía de Algeciras. Asimismo, los indicios apuntan a que no existía un poblamiento de importancia en la zona y que, casi con seguridad, su instalación respondió a los intereses de colonos itálicos.

Aún hay más. Las ánforas encontradas en los alrededores del horno dan fe de que se trataba de un lugar origen de exportaciones que llegaron incluso «a Cerdeña, Roma o a la ciudad griega de Delos».

¿Cómo es posible saberlo?. Es relativamente sencillo para los entendidos. Las tapaderas de las ánforas tenían unas iniciales (S. CET o S. G. C.) que perfectamente podrían considerarse como el antecedente de las marcas actuales. Las iniciales amplían la información y cada una de ellas dice cuál es el destino de los salazones que las ánforas contenían en su interior. Ahora el foso de Teniente Miranda tiene otras historias que contar. De momento, ya ha dado algunas pistas sobre el tipo de alimentación que podrían seguir los habitantes de aquel entonces. Sólo es el principio.